Viernes, 05 de Marzo de 2021 10:16 | 
Author: José Manuel Irenn Téllez | 
| Edición 414 |
Las elecciones 2021 y la
partidocracia
en México
José Manuel Irenn Téllez
Candidatos, entre el desprestigio del pasado que los delata por corruptos y el escrutinio ciudadano, presentes en el próximo proceso electoral
La historia política en México relata que, desde las Elecciones de 1920, cuando Álvaro Obregón Salido fue candidato a la Presidencia de la República, debido al asesinato de Venustiano Carranza en Tlaxcalantongo, hubo opositores solo para legitimizar su triunfo. Esta dinastía norteña aprendió que el poder político no tan solo es un fin social, sino económico para enriquecerse.
TAL FUE EL CASOde Álvaro Obregón y los subsiguientes presidentes como Plutarco Elías Calles y que, al asesinato de Obregón, surge la enseñanza que el poder político debe compartirse, para evitar guerras civiles o magnicidios. Y después de Emilio Portes Gil, Pascual Ortiz Rubio y Abelardo L. Rodríguez, se eligió al Gral. Lázaro Cárdenas del Río, que realiza un gran gobierno, expropiando el petróleo mexicano.
Después de ese sexenio, se crean fracciones de poder que van a relevarse cada seis años, para evitar la crisis política del poder priista. Hasta que llegan los chicos de Harvard, encabezados por Miguel de la Madrid Hurtado y posteriormente por Carlos Salinas de Gortari. De esa manera llegamos hasta el sexenio de Enrique Peña Nieto, aceptando doctrinas del Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial (BM) y del Banco Interamericano de desarrollo (BID).
Este último sexenio priista se va a distinguir por la enorme corrupción, la desorganización en la administración pública y la entrega de Pemex. Capital privado, utilizando al director Emilio Lozoya, para cooptar a Diputados Federales y Senadores de todos los partidos, así como recibir millones de dólares de ODEBRECHT para recibir todos los apoyos de Pemex.
Frente a esa corrupción de la Administración Pública peñista, Andrés Manuel López Obrador, vuelve a competir por la Presidencia de la Republica y aprovecha el descontento de la población ante un gobierno corrupto. Obviamente pierde el candidato del PRI y gana Morena que apenas había logrado su registro ante el INE.
Corrupción hasta la médula
Desde un principio Andrés Manuel López Obrador, a través de una concentración ciudadana agradeció a los 30 millones de votantes, que ya no querían más robos a la Nación, ni corrupción en la administración pública federal. Para lograrlo tiene mayoría en la Cámara de diputados y la de Senadores.
Por lo consiguiente, creó varias iniciativas y decretos para cumplir con sus promesas de campaña.
El pueblo mexicano no tenía la menor idea de cómo estaba la corrupción, en todas las áreas del gobierno federal y de aquellos que debían miles de millones de pesos de impuestos. Por tanto, requería de colaboradores eficaces y honestos, para crear una administración pública funcional y eficaz. Empero, en el 2020 aparece la pandemia con el coronavirus o COVID-19 y las elecciones del 2021. Y ya con su gabinete se enfrenta a esa realidad en el área de la Salud. Y al pago de la deuda pública que sumaban 10.4 billones de pesos, más la deuda del FOBAPROA.
En esas circunstancias surge la necesidad de nombrar al Presidente Nacional de Morena y así llega Mario Delgado Carrillo, ex coordinador de los diputados federales de Morena. De esa manera encuentra un Partido desorganizado, con cacicazgos políticos y sin formación de cuadros políticos. Morena era una estructura sin pies ni cabeza, con una presidenta en funciones que solo se dedicaba a las relaciones públicas.
En los cargos públicos se encontraban ex priistas chapulines, ex perredistas que no habían sido nombrados por su ex partido, así como ex panistas y de otros partidos. Así que MORENA se había convertido en una organización políticamente ecléctica y frente a ese partido anárquico, se enfrenta Mario Delgado Carrillo, donde todos querían reelegirse si merecerlo, o porque están cobrando los votos que otorgaron en los congresos locales, Congreso de la Unión o alcaldías. Todos esos aspirantes no creen en las encuestas, porque las consideran decisiones de la elite morenista. Tampoco les interesa la fórmula de género que fue aprobada por el INE.
Y por lo anterior, se esperan varias derrotas de Morena en varias entidades federativas. Esta elección va a elegir 500 diputados federales al Congreso de la Unión, de los cuales 200 serán por la vía de representación proporcional en cada una de las cinco circunscripciones electorales que integran al país. Se reeligieron varios Diputados de la actual legislatura, para constituir la LXV Legislatura a partir del Primero de septiembre de 2021 del Congreso de la Unión.
En esta ocasión en los 32 Estados se elegirán 15 gobernadores. Las elecciones serán el 6 de junio y en la mayoría de los estados se eligen: ayuntamientos y diputaciones locales. Puebla y Veracruz son los estados que tienen en disputa 258 y 262 cargos de elecciones populares, y es Quintana Roo el que menos cargos electorales tendrán.
Candidatos del desprestigio
Respecto a la Ciudad de México, se votará por las 16 alcaldías, 66 diputados al Congreso local y 160 concejales.
De acuerdo a la lista que se publicó en la prensa nacional sobre los candidatos de Morena en la Ciudad de México, es probable que pierda varios, ya que son candidatos desprestigiados y corruptos. Y si la oposición, juega en bloque de partidos puede ganar en esas alcaldías. Así que, Morena debe de rectificar en aquellos que la sociedad los rechaza por corruptos.
Considerando la pandemia es probable que haya abstencionismo, o simplemente no vayan a votar, en donde los candidatos no son parte de sus preferencias. Mientras el PAN va a tratar de retener los estados donde gobierna, pero la partidocracia en México, acostumbra unirse los partidos pequeños con los grandes y ganar con los partidos satélites algún cargo público.
Precisamente la partidocracia que suman 10 partidos mexicanos, es el estorbo para que México tuviera una gran democracia, donde las contiendas fueran equilibradas.
Esta vez como no va aparecer AMLO en las boletas, miles de mexicanos no votaran por Morena y por la ley de la austeridad, que ha mandado a la calle a miles de trabajadores del sector público, más la crisis económica que ha generado la pandemia. Habrá menos votos para Morena promovido por grupúsculos, en diferentes zonas del país, y a los que vieron militar en otros partidos.
Vale la pena señalar que hay alcaldes que no han hecho un trabajo en beneficio para la comunidad y lograron que los reeligieran. Y ahí será donde Morena pierda la elección, sin dejar de mencionar municipios importantes como Nezahualcóyotl o Ecatepec, donde se han dado protestas por la inseguridad y falta de agua en las colonias más pobres.
Finalmente, es necesario que las autoridades electorales, vigilen estrictamente las aportaciones que surgen del narcotráfico o de recursos públicos, solo mencionamos Jalisco, Zacatecas, Guanajuato, Sonora, Chihuahua, Valle de México, Baja California, Nayarit, Colima y San Luis Potosí, así como Sinaloa y Veracruz. A ello hay que agregar las empresas y prestanombres que apoyaron a varios candidatos. Solo recordemos que Alfredo del Mazo Maza, invirtió cuatro mil millones de pesos para su campaña, afirmado por Emilio Álvarez Icaza ante el INE. Y que ahora es el transporte y los automovilistas los que están pagando ese dinero a la OHL, a través del circuito mexiquense o la vía que va al Toreo de Naucalpan-Lechería.
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