Edición 256 | ||||
Escrito por JUAN RAMÓN JIMÉNEZ DE LEÓN | ||||
Jueves, 14 de Abril de 2011 11:28 | ||||
La temible mafia de Chicago JUAN RAMÓN JIMÉNEZ DE LEÓN La organización de Chicago, también conocida como "The Outfit", Sindicato de Chicago y la mafia de Chicago, es un sindicato del crimen con sede en Chicago, Illinois , EE.UU. . Dating back to the 1910s, it is part of the American Mafia; however, the Chicago Outfit is distinct from the " Five Families " of New York City, though all Italian-American crime families are ruled by The Commission. Se remonta a la década de 1910, es parte de la mafia americana; sin embargo, la organización de Chicago es distinta de la Cinco familias de Nueva York, a pesar de que todas las familias de América del delito Italiano se rigen por la “Comisión”. Giusseppe Masseria.
2. Sus orígenes: "La mafia -escribe el historiador Paolo Pezzino- es una forma de criminalidad organizada que no sólo está activa en múltiples campos ilegales, sino que tiende también a ejercitar funciones de soberanía, normalmente reservadas a las instituciones estatales, sobre un determinado territorio (...) Se trata pues de una forma de criminalidad que presupone algunas condiciones: la existencia de un Estado de tipo moderno, que reivindique para sí el monopolio legítimo de la violencia, una economía libre de vínculos feudales (...) la existencia de violentos con capacidad de obrar a su modo, imponiendo también a las clases dirigentes su propia mediación violenta". La definición expuesta describe exhaustivamente el fenómeno desde la base de la observación de las condiciones en las que se encuentra Sicilia justo después de la abolición del sistema feudal, proclamada por el parlamento siciliano en 1812. La progresiva migración a las ciudades de la aristocracia, la alienación de las tierras por parte de los nobles a los "capeddi" o "gabelloti", a quienes era confiada anteriormente la administración del latifundio, y por tanto la relación con los aparceros en ausencia de los aristócratas, la usurpación de las propiedades comunales y la compra de las tierras eclesiásticas expropiadas, hechas posible por la disminución de los vínculos feudales y por el abandono de los usos comunales, determinan la transferencia de gran parte de las propiedades agrícolas disponibles a esta emergente "burguesía". El declinar del tradicional sistema represivo, sostenido sobre todo por la aristocracia, y la naciente centralización administrativa, perseguida por los gobiernos inspirados en el llamado despotismo ilustrado, inducen a los nuevos propietarios a recurrir a milicias privadas, "bandas" o "squadre", instrumento indispensable para el mantenimiento del control territorial. El acuerdo entre políticos y mafiosos en el ámbito local, en virtud del cual los primeros se aseguraban el consenso electoral de la población, mientras que los segundos obtenían a cambio la gestión del cobro de los tributos, la posibilidad de incidir sobre las finanzas de los ayuntamientos y sobre las fuerzas de policía condicionando su actividad investigadora y el recurso a las "cosche" para derrotar al "Brigantaggio", hicieron posible la penetración de la mafia en las instituciones legales, contribuyendo a legitimar ulteriormente el poder mafioso a los ojos de los sicilianos. Desde entonces, los jóvenes sicilianos sólo tuvieron tres alternativas: Pelear contra el nuevo invasor; emigrar a EUA o ingresar en la mafia. En las postrimerías del siglo XIX, cerca de un millón de isleños arribaron a Nueva York. Vitio Cascio Ferro.
Muchos ya formaban parte de la Honorable Sociedad con bastante aplicación. En 1890, los hermanos Mattanga, nacidos en Palermo, controlaban el tráfico del puerto de Nueva Orleáns. El alumbramiento de la Cosa nostra, como se iba a conocer a la mafia de origen italonorteamericano, se produjo el 12 de noviembre de 1908. Inicialmente, se constituyó como una filial de la mafia siciliana, entonces dirigida por Don Vito Cascio Ferro, jefe de todos los jefes. Pero en poco tiempo llegó a convertirse en la más fabulosa organización criminal del planeta. A mediados de 1970, su poder no era inferior al atesorado por los señores de Wall Street. Ver de nuevo la película de Scorcese, Pandillas de Nueva York. 3. En el ventenio fascista y en la segunda postguerra: La campaña represiva contra la mafia, impulsada por Benito Mussolini (1883-1945) después de su viaje a Sicilia en mayo de 1925 y confiada al prefecto Cesare Mori (1872-1942), se articula tanto desde un plano represivo como social. Bajo el primer aspecto se recurre masivamente a medidas policiales que, como el encarcelamiento y la confiscación del patrimonio, se proponían el objetivo de erradicar a los mafiosos de los territorios controlados por ellos al tiempo que atacaban su prestigio dentro de su comunidad; desde el punto de vista social, la acción se encaminó a neutralizar el peso de la clase intermedia de los "gabelloti" y de los "campieri", confiando las labores de mediación y de representación a órganos burocráticos, aboliendo las elecciones políticas y administrativas, reservando al Estado las funciones de protección y de reglamentación económica. "En poco tiempo - constata el sociólogo alemán Henner Hesse- con estas medidas se consiguió recortar el poder de los mafiosos, por un lado persiguiéndolos, por otro haciéndolos superfluos". Por su parte, la periodista estadounidense Claire Sterling (1918-1995) concluye: "'Mussolini ha estrangulado el monstruo en su madriguera', comentó el Times de Londres [...]. Es el mismo modelo de Felipe Calderon y su "guerra non sancta" contra cárteles enemigos. La fama de Masseria pronto se vio perturbada por gente con savia nueva: Gambino, Luciano, Costello, Lucchese, Bonanno, Anastasia. Pero ninguno tan peligroso en aquella época como Salvatore Maranzano, enviado por Don Vito Cascio Ferro para dominar Cosa nostra. En 1931, Lucky Luciano propuso a Maranzano liquidar a Masseria. Dio su visto bueno porque Masseria ya lo había incluido en la nómina de gente a despachar. Poco después, y durante un banquete multitudinario, Maranzano se proclamó jefe de todos los jefes. Dividió Nueva York entre cinco familias (Bonanno, Lucchese, Colombo, Mangano -en 1957 tomó el nombre de Gambino- y Genovese) e implantó la unidad y la colaboración entre las veinticuatro familias existentes en Norteamérica para cubrir las necesidades de todos los italianos. Pero no confesó un objetivo inmediato: Quitar del medio a Lucky Luciano. "Mantén los ojos abiertos porque es duro de roer", le dijo Josep Valacchi a Maranzano.
Lucky Luciano.
Aun así, picó el anzuelo tendido por Lucky Luciano acudiendo al restaurante Nuova Villa Tammaro, donde, Genovese, Anastasia, Siegel y Adonis le quitaron la vida mientras Lucky Luciano, a medio comer, se había disculpado un momento para echar una meada. Maranzano no duró ni cinco meses como rey del hampa en Nueva York. Otro hombre descollante en Cosa nostra ha sido Al Capone. Tras la promulgación de la Ley Seca, Jim Colosimo, jefe indiscutible del crimen organizado en Chicago, mantuvo una reunión con Torrio (tiene un pariente en México, Bueno Torrio) y Al Capone) para establecer las bases de la producción, transporte y venta de whisky y ginebra clandestinos, un negocio de pingues beneficios a pesar de las incautaciones y las bajas producidas durante los enfrentamientos con la policía. Primero Colosimo y después Torrio, abandonaron el mundo de forma precipitada, y Al Capone dio un salto hacia la fama en EUA. Su recuerdo subsiste aún en Chicago, Nueva York, Dallas. Murió varios años después de ser condenado como defraudador de impuestos. El FBI jamás pudo demostrar sus otras actividades delictivas. Encarcelado Lucky Luciano (por dirigir una red de prostitución) y huido temporalmente Vito Genovese, Frank Costello brilló con luz propia durante varios años. Lo apodaban "Primer Ministro del Hampa" por sus fraternales relaciones con gobernantes, jueces, policías y banqueros. Gozaba con la posesión de diamantes, coristas de lujo y automóviles blindados. También asesorando al director del FBI en las apuestas de caballos. Dicen que fue el "hacedor" de Frank Sinatra; una de sus coristas, Tony Starr esta casada con el mayor traficante de armas de México, Jaime Camil Garza, de Torreón. En 1951, el senador Kefauver denunció la connivencia entre Cosa nostra, los políticos y las corporaciones de Wall Street. La jefatura de Frank Costello (asesinado por mandato de Vincent Gigante siguiendo a su vez las órdenes de Anastasia y Genovese) coincidió más o menos en el tiempo con las operaciones de Murder Inc (Homicidas Anónimos), un grupo de sicarios al servicio de cualesquiera de las veinticuatro familias de Cosa nostra. Se anunciaba sin cortapisa por doquier: "Servicio eficaz; máxima discreción. Aceptamos encargos en cualquier Estado". Usaban veneno, puñales, armas de fuego, las profundidades del mar, gasolina. 4. Del control de los comercios al tráfico de estupefacientes y a la Globalización La mafia tiene un lema sagrado: "Apoyar a quienes ostentan el poder o van a ostentarlo". Leyenda o realidad, subsiste la sospecha (cada vez menos sospechosa) del coqueteo entre la familia Kennedy y la Cosa nostra. Lo denunció en un libro uno de los sobrinos de Sam Giancana, antiguo jefe de la mafia en Chicago, quien presuntamente financió la campaña electoral del primogénito del clan Kennedy para ganarle por un pequeño diferencial a Nixon (igual al caso AMLO-Fecal.)
Sin embargo, tanto desde la presidencia del gobierno como desde la Fiscalía General del Estado, los hermanos John y Robert declararon la guerra a Cosa nostra al asumir sus respectivos mandatos. Robert Kennedy transmitió al director del FBI una lista de los mafiosos perseguibles con urgencia: San Giancana; Santos Trafficante (jefe de Cosa nostra en Tampa y La Habana, respectivamente); Joseph Profaci (jefe de la familia Colombo); Tommy Lucchese (Nueva York); John Scalish (Cleveland); Joseph Civello (Dallas); Carlo Gambino (Nueva York); Frank de Simone (California); Frank Majuri (Nueva Jersey); Carlo Marcello (Lousiana y Texas); Angelo Bruno (Philadelfia). Todos iban detrás del nombre de Jimmy Hoffa, presidente de la Hermandad Internacional de Camioneros (Teamsters) y estrechamente vinculado a Cosa nostra. Pero su desaparición no le costó ni un centavo al Departamento del Tesoro porque Tony el Griego lo dejó sin aliento por encargo de San Giancana, lugarteniente de Al Capone. En 1961, los tribunales de justicia condenaron a más de setenta gángsteres; en 1962 se duplicó la cifra y en 1963 se triplicó. Los hermanos Kennedy representaban un quebranto para la seguridad de Cosa nostra. La muerte de ambos se convirtió en un objetivo de máxima prioridad, aun cuando un par de años antes, según las conclusiones del Comité dirigido por Frank Church, la mafia y el gobierno norteamericano habían planeado amistosamente matar a Fidel Castro Ruz. El magnicidio del presidente Kennedy es un tema oscuro todavía. ¿Por qué Jack Ruby, originario de Chicago, brazo derecho de San Giancana en Dallas, eliminó a Lee Harvey Oswald, agente de la CIA y chivo expiatorio en el atentado contra Kennedy, cuando realmente estaba en México muy a gusto con Elena Garro? ¿Mantuvo San Giancana una entrevista con Nixon y Johnson a cuenta de la necesidad de matar al presidente Kennedy? Por ello es necesario leer el libro publicado hasta 1992 llamado Double Cross: The Explosive, Inside Story of the Mobster Who Controlled America, de Sam Giancana y Chuck Giancana en donde se narran las revelaciones de los detectives privados Fred Otash y John Danoff, contratados por Jimmy Hoffa para grabar las confidencias de Robert Kennedy a Marilyn Monroe, su amante, pusieron en un brete la presunta honorabilidad de los hermanos Kennedy en su guerra contra la mafia. Incluso San Giancana, colaborador a su vez de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), acusó a ésta de haber asesinado a Marilyn Monroe con un supositorio de Nembutal (más efectivo porque no dejaba rastro en el estómago ni en el riñón) para evitar el riesgo de una explosiva declaración por su parte sobre las confidencias del fiscal general del Estado. Sam Giancana. Mientras Don Carlo Gambino (Don Vito Corleone en la película El Padrino) iba construyendo su vasto imperio su medio natural se situaba entre distinguidos empresarios o leyendo The Wall Street Journal. Varias sociedades relevantes de Nueva York pasaron a manos de la familia Gambino gracias a su poder de infiltración en el mundo de la economía legalizada, bienes raíces, empresas de transporte y navieras, minas de oro y metales preciosos y estratégicos y mercados financieros. Ellos ya estabam en la Ciudad de México perfectamente instalados y cuando entraron en la competencia de las remesas, Ricardo Salinas Pliego y Ricardo Salinas Price quisieron pararlos, pero ellos fueron a los que se les ordenó pararle y para de pronto fueron acusados de lavado de dinero por la Sarbanes-Oxley y ahora el escándalo para sacrificar a la familia Saba. Una diabetes mal curada del Padrino lo dejó impotente cuando aún no había coronado la edad de sesenta años. Pero la enfermedad no iba a ser la causa de su muerte. John Gotti, Frank DeCicco y Salvatore Gravano decidieron mover ficha, Jaque mate al Rey. La mafia no perdona nunca, como ya no podrán atestiguar los banqueros Michele Sindona y Roberto Calvi, dos magos de las finanzas del Vaticano que quisieron apropiarse del dinero de la mafia, sospechosos, junto a la Logia P2 y el Opus Dei, de fraguar el envenenamiento del Papa Juan Pablo I, cuando este les iba a hacer una auditoria. Tras el desmoronamiento del Pacto de Varsovia y la desintegración de la URSS, la mafia ha dado un paso más adelante en la globalización del crimen organizado. El estado de bancarrota, la corrupción y el capitalismo salvaje dentro de los antiguos países "comunistas", han permitido la expansión de la Honorable Sociedad más allá de los límites hasta hace poco establecidos por la extinta división del mundo en dos bloques políticos antagónicos. De un tiro, la mafia ha cazado dos pájaros: cobertura para el dinero negro y posibilidad de nuevas inversiones en armamento sofisticado. "La capital del crimen organizado se pasó de Italia a Rusia", ha dicho el presidente de la Comisión Parlamentaria Antimafia de Italia. En 1997, la Chicago Crime Comission (un organismo creado por líderes empresariales en 1919 para combatir el crimen y que años más tarde se haría famoso por su lucha contra Al Capone) señaló que el crimen organizado en Estados Unidos ha experimentado cambios al igual que todas las grandes corporaciones de aquel país. Actualmente, los sindicatos del crimen son más ligeros, más globales, más sofisticados técnicamente hablando y más redituables de lo que jamás habían sido. Hoy, además de las mafias tradicionales italianas y judías -ambas económicamente poderosas y, por lo tanto, con acceso a los mejores colegios (las lindas chicas del Mundelein College son siempre parte de la preparación de cuadros para esta si delincuencia organizada) y curules- se dan cita en más de media docena de agrupaciones criminales organizadas en torno a principios étnicos, cada una de ellas especializada en algún tipo de actividad delictiva. Los mexicanos se surten de Sinaloa, Durango, Chihuahua, Guerrero, Oaxaca, Tabasco, todo el país es ya un narcoEstado con su capital en el barrio de Tierra Blanca de Culiacán, Sinaloa , la Narcópolis mexica que se extiende a Torreón, y a Monterrey (la Tecnópolis de México) y ahí se confronta con el Cartel del Golfo muy cercano a la Famiglia Salinas y a los Bush. Los poderosos Barones Financieros e Industriales regiomontanos se mueven a sus anchas desde Yucatán hasta Matamoros y tienen una fuerte influencia en San Antonio y Houston {hinterland de los Bush), con fuerte influencia además en Villahermosa, Tabasco, la Petrópolis de México, y en el DF (la megalópolis azteca). Todas se fusionan la mafia financiera creada por don Antonio Ortiz Mena {( años como secretario de Hacienda, 17 en el BID de Washington y tres en Banamex). Esto nos da un perfil en 32 años, de un verdadero macro-sicario financiero, tío de Guillermo Ortiz, ex gobernador del Banco de México y megaespeculador en los mercados de divisas y del oro. Además, don Antonio, -padrino de Carlos Salinas, permitió el narco en Tamaulipas, con Juan Nepomuceno Guerra y abrió las ligas con su sucesor Juan García Ábrego, actualmente detenido en Houston- asesoró a Salinas en la privatización de los bancos, nacionalizados por López Portillo y asesoró a Fox para venderle Banamex a Citibank, a su gran amigo, el capi de tutti l capos financieros, John Reed (tutor de José Ángel Gurría, encargado de la poderosa OCDE en París.)
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