Edición 417 |
El mundo entero es testigo pasivo de nuevos enfrentamientos entre Israel y ‎los palestinos y sigue sin mover ni un dedo ante el derramamiento de sangre. La ‎secuencia de hechos demuestra que potencias extranjeras –Estados Unidos, Irán ‎y TurquÃa– añaden leña al fuego.
‎¿Será que está empezando
la ‎‎“guerra civil†en Israel?‎
Thierry Meyssan
Israel proclamó unilateralmente Jerusalén su «capital eterna e indivisible», ‎violando las resoluciones de la ONU.
Pero ese conflicto es diferente de las demás guerras ‎que se suceden desde hace 73 años en la medida en que estamos ante el posible inicio ‎de una guerra civil en Israel. La cuestión es saber si se trata de un incendio ‎espontáneo o si es provocado. ‎
El DÃa Internacional de Jerusalén
‎El 7 de mayo de 2021, cuarto viernes del ramadán (el mes sagrado del islam), era el tradicional ‎DÃa Internacional de Jerusalén, instituido por el imam Khomeini. Su sucesor, el GuÃa Alà ‎Khamenei, pronunció en esa ocasión un discurso para poner nuevamente la cuestión de Jerusalén ‎‎–el tercer lugar sagrado más importante del islam– en primera lÃnea de las relaciones ‎internacionales, una cuestión que Khamenei estima como de primordial importancia para ‎el mundo islámico [1]. ‎
En su discurso, el ayatola Khamenei reiteró que Irán reconoce el genocidio perpetrado por ‎los nazis contra los judÃos de Europa. Según Khamenei, los europeos crearon Israel para ‎deshacerse de los judÃos que habÃan sobrevivido (lo cual es falso, como demuestra el caso del ‎‎Exodus), robando para ello una tierra que no les pertenecÃa y haciendo asà pagar a ‎los palestinos el crimen que los propios europeos habÃan cometido. Agregó que ‎los europeos demostraron asà que en realidad no les importan los derechos humanos y que ‎capitalistas y comunistas mostraron entonces sus verdaderos rostros. Recordó que Irán nunca ha reconocido el ‎Estado de Israel, ni en tiempos del shah Reza Phalevi, ni tampoco desde la proclamación de la ‎República Islámica, y profetizó que Israel desaparecerá antes del año 2040, no por causa de Irán ‎sino por «su propia arrogancia». ‎
El ayatola Khamenei afirmó que Israel caerá cuando la Nación islámica se una. Alabó a los ‎mártires de esa causa, desde los sunnitas de la Hermandad Musulmana hasta sus propios ‎discÃpulos chiitas, comenzando por el jeque Ahmed Yassin y el general Qassem Suleimani. ‎Denunció, sin nombrarlos, el «Trato del Siglo» y los «Acuerdos de Abraham», impulsados por ‎la administración Trump, y la normalización de las relaciones entre varios paÃses musulmanes ‎e Israel. ‎
El GuÃa iranà terminó su discurso recordando su propuesta –presentada a la ONU– de organizar ‎un referéndum para que todos los habitantes de Palestina, sin importar su religión, y ‎los palestinos refugiados en el extranjero –incluso los que viven en Latinoamérica, Australia ‎etc.– puedan decidir su futuro común. ‎
La expulsión programada de los palestinos del barrio Cheikh Jarrah
‎Durante todo el ramadán y principalmente desde el discurso del ayatola Alà Khamenei, ya era ‎palpable en Jerusalén una fuerte tensión alrededor de la posible expulsión de 4 familias palestinas ‎del barrio Cheikh Jarrah [2]. ‎
Desde 1948, Israel ha venido expulsando, casa por casa, las familias palestinas residentes ‎en Jerusalén, invocando para ello leyes de la época de la ocupación otomana, conservadas ‎desde entonces por los británicos y por el régimen actual. Esa maniobra está confinando a ‎los palestinos en la pequeña barriada de Kfar-Aqab, en Jerusalén-Este, ya aislada del resto de ‎la ciudad por un muro de concreto. Pero en el caso especÃfico de estas 4 familias palestinas, ‎los tribunales se basan en una ley israelà que viola el acuerdo concluido hace 65 años entre ‎Jordania –entonces a cargo de esa parte de la ciudad– y las Naciones Unidas. ‎
Todo el mundo sabe ya cuáles serán las próximas decisiones de la “justicia†israelÃ, dado el hecho que, ‎desde 1967, Israel proclamó unilateralmente Jerusalén su «capital eterna e indivisible», en ‎violación de las resoluciones de la ONU. ‎
En la tarde del viernes 7 de mayo, hubo enfrentamientos en la Explanada de las Mezquitas –el ‎Monte del Templo, según la terminologÃa de Israel. Esos choques ya fueron más violentos que los ‎registrados en 2017. El sábado también hubo enfrentamientos en Cisjordania (gobernada por la ‎OLP) y en la lÃnea de demarcación entre Gaza (gobernada por el Hamas, movimiento vinculado a ‎la Hermandad Musulmana) y en Israel. El ejército de Israel dispersó las multitudes con gases ‎lacrimógenos y disparando balas de goma. Cuando se produjeron envÃos de globos incendiarios y ‎el lanzamiento de un cohete hacia Israel, el ejército israelà respondió destruyendo un puesto ‎militar del Hamas en el sur de la franja de Gaza. El Hamas llamó entonces los palestinos a ‎ocupar la Explanada de las Mezquitas hasta el fin del ramadán, el jueves 13 de mayo. ‎
El Tribunal Supremo israelà pospuso por tiempo indefinido la audiencia sobre la expulsión de las ‎‎4 familias palestinas de Cheikh Jarrah, que estaba prevista para el 10 de mayo. Desde Roma, ‎el papa Francisco llamó al fin de los actos de violencia: «La violencia sólo engendra violencia. ‎Detengamos los enfrentamientos.». Arabia Saudita, Bahrein, Egipto, Emiratos Ãrabes Unidos, ‎Irán, Jordania, Marruecos, Pakistán, Sudán, Túnez y TurquÃa condenaron el comportamiento ‎de Israel y llamaron a la desescalada. Finalmente, el Cuarteto (Rusia, Unión Europea, ‎Estados Unidos y la ONU) publicó un comunicado donde resaltaba «con seria preocupación la ‎posible expulsión de familias palestinas de sus hogares, en los que han vivido durante varias ‎generaciones» y expresaba su «oposición a actos unilaterales que sólo conducen a una escalada ‎en un ambiente ya tenso» [3].‎
El presidente
Hacia un conflicto militar
‎Súbitamente, la situación evolucionó hacia un escenario de guerra, con el Hamas lanzando ‎cohetes hacia Israel y el ejército israelà bombardeando Gaza con numerosos helicópteros y ‎aviones –o sea, con medios 10 veces más letales. ‎
Todas las facciones armadas palestinas entraron rápidamente en modo bélico, exceptuando la ‎Autoridad Nacional Palestina, que, por el contrario, reprimió manifestaciones populares ‎en Cisjordania. ‎
Los palestinos están actualmente huérfanos de democracia… y de República. No han tenido ‎elecciones en 15 años. La Autoridad Palestina anuló las que estaban previstas para este mes de mayo ‎cuando Israel rechazó que la consulta se realizara también en Jerusalén-Este. ‎
El martes 11 de mayo, el lÃder del Hamas, Ismael Haniyeh, pronunció un discurso en televisión y relacionó la cuestión de Jerusalén con la de Gaza. Definió Al-Quds (Jerusalén) como el ‎corazón de la nación palestina, denunció las expulsiones de las familias palestinas de Cheikh Jarrah ‎y presentó los enfrentamientos en la Explanada de las Mezquitas como ataques “judÃos†contra la ‎mezquita Al-Aqsa, lo cual es falso –la policÃa israelà penetró efectivamente en la mezquita y ‎disparó allà gases lacrimógenos al perseguir manifestantes que protestaban, legÃtimamente, ‎contra la expulsión de las 4 familias palestinas de Cheikh Jarrah. Ese discurso sorprendió a ‎los israelÃes en la medida en que el Hamas no se presenta ya como un movimiento de ‎resistencia que aporta una respuesta simbólica ante Israel sino como una fuerza que espera poner fin ‎al avance de la colonización de más territorios palestinos por parte de Israel. ‎
Comienza la guerra
‎En la tarde del martes, Israel derribó el edificio Al-Shuruk (de 12 pisos), en pleno centro de Gaza, ‎bombardeándolo con artefactos penetrantes. Ese inmueble albergaba, entre otras ‎oficinas, el canal de televisión del Hamas, Al-Aqsa TV. Era la respuesta de Israel al mensaje de ‎Haniyeh. El Hamas –que cuenta con el apoyo de TurquÃa y Qatar– y la organización Yihad Islámica ‎‎–con respaldo de Irán– respondieron lanzando una lluvia de cohetes sobre Tel Aviv y también ‎contra Asdod, Ascalón y los lÃmites de Jerusalén. ‎
La destrucción intencional de un canal de televisión es un crimen de guerra. La Corte Penal ‎Internacional, que recientemente se declaró competente para juzgar los crÃmenes de guerra ‎perpetrados en los territorios palestinos, ha sido por consiguiente puesta al tanto de ese hecho. ‎
El Consejo de Seguridad de la ONU se reunió dos veces, por videoconferencia y a ‎puertas cerradas. En ambos encuentros virtuales, Estados Unidos se opuso a la emisión de ‎cualquier declaración oficial, alegando que las expulsiones de familias palestinas residentes en ‎Jerusalén-Este son un «asunto interno israelû, lo cual cuestionan todos los demas miembros del ‎Consejo de Seguridad. ‎
Por su parte, la Liga Ãrabe‎ estimó que las expulsiones de las familias palestinas no son un simple ‎litigio inmobiliario y que quienes tienen memoria son los únicos que no se equivocan. ‎
Rusia exigió una reunión inmediata del Cuarteto (ONU, Rusia, Unión Europea, Estados Unidos). ‎
Al no haber podido llegar el Consejo de Seguridad a una posición común, cuatro de sus miembros –‎Francia, Estonia, Irlanda y Noruega– emitieron un comunicado donde llaman Israel «a cesar sus ‎actividades de colonización, demolición y expulsión, incluso en Jerusalén-Este». ‎
El presidente turco Recep Tayyip Erdogan, que suministra armas al Hamas, denunció la inacción ‎del Consejo de Seguridad y llamó a «dar una lección a Israel». ‎
Por primera vez, se produjeron choques en ciudades mixtas israelÃes (pobladas por musulmanes, ‎cristianos y hebreos), principalmente en la ciudad obrera de Lod, donde se registró el ‎linchamiento de un joven padre de familia musulmán israelà a manos de compatriotas judÃos ‎armados. El presidente israelà Reuven Rivlin denunció el hecho como un «pogromo» ‎antimusulmán. El primer ministro Benyamin Netanyahu condenó enérgicamente el crimen e ‎instauró en Lod el estado de emergencia. Durante los funerales de la vÃctima, hubo más ‎enfrentamientos en 18 ciudades mixtas. Ahora se habla no sólo de una guerra entre israelÃes ‎y palestinos sino también de una posible guerra civil en Israel entre judÃos y goys (los ‎no judÃos). ‎
Estados Unidos intensificó sus contactos con Israel para obtener una desescalada. Esfuerzo inútil. ‎Washington, que se dispone a reanudar oficialmente los contactos con Irán –cuando se hayan ‎concretado la elección del próximo presidente iranà y la firma de un nuevo acuerdo nuclear, ‎en contra del deseo del gobierno israelÖ, no parece dispuesto a ejercer más presión sobre Israel. ‎Sin embargo, con la esperanza de lograr algo, Estados Unidos se opuso a una tercera reunión ‎del Consejo de Seguridad por videoconferencia, ganando asà tiempo para su aliado. ‎El reglamento del Consejo de Seguridad prevé que la presidencia rotatoria del Consejo, ‎este mes en manos de China, puede imponer la realización de una reunión con la participación ‎fÃsica de todos los miembros, pero PekÃn se abstuvo de utilizar esa prerrogativa. ‎
Análisis del conflicto
‎Todos los observadores imparciales concuerdan en considerar que la polÃtica israelà de ‎colonización, demolición de viviendas de pobladores palestinos y expulsión de estos últimos, viola ‎el Derecho Internacional y las resoluciones de la ONU. Se trata de hecho de una forma de ‎conquista de territorios, no por vÃa militar sino mediante la aplicación de una legislación viciada.
Benyamin Netanyahu, hijo del secretario particular de Vladimir (Zeev) Jabotinsky, el ‎fundador en 1925 del Partido Revisionista –el principal partido de la derecha nacionalista sionista–‎‎, encarna el proyecto del «Gran Israel» (Eretz Israel), desde el Nilo hasta el Éufrates. ‎Netanyahu promueve una forma de supremacismo judÃo. Ya no es mayoritario en su paÃs, pero ‎sigue siendo primer ministro. ‎
Todos concuerdan también en considerar que los lanzamientos cohetes al azar sobre ‎aglomeraciones urbanas son un crimen de guerra contra poblaciones civiles. ‎
El Hamas no cuestiona la colonización de Palestina –a diferencia de al-Fatah– sino únicamente ‎el hecho que una tierra musulmana sea gobernada por judÃos, lo cual constituye una forma de ‎supremacismo musulmán. En todo caso, esta «sección palestina de la Hermandad Musulmana» ‎‎–asà se indicaba hasta hace poco en la bandera del Hamas– fue creada por el jeque Ahmed ‎Yassin, con ayuda de Israel, para debilitar el movimiento al-Fattah, encabezado por Yasser ‎Arafat. ‎
Todo lo anterior nos muestra que tanto el Likud israelà como el Hamas palestino reivindican ‎ideologÃas obsoletas y que ambos recurren a prácticas criminales, lo cual aleja toda perspectiva ‎de paz y de convivencia entre las partes. ‎
Todos los Estados miembros de las Organización de las Naciones Unidas –exceptuando a Israel– ‎reconocen el «derecho inalienable» de los palestinos no a regresar a las viviendas de las que ‎fueron expulsados en 1948 sino a regresar a su tierra como ciudadanos plenos. Al reconocer a ‎los palestinos ese derecho, todos los Estados miembros de la ONU se oponen teóricamente a la ‎‎«solución de los dos Estados», a pesar de que los paÃses occidentales han apoyado esa solución ‎desde 2007. Al alimentar esa contradicción, las potencias occidentales son responsables de la ‎perpetuación del conflicto. ‎
Los enfrentamientos actuales se desarrollan todos en el espacio de la “Palestina geográficaâ€, ‎o sea tanto en Israel como en los territorios de la Autoridad Palestina. Pero no deben hacernos ‎olvidar que en el pasado los dirigentes palestinos abandonaron su reclamo de vivir en tierra ‎palestina para tratar de conquistar Jordania (durante el llamado «Septiembre Negro») y ‎posteriormente el LÃbano (durante la guerra civil), cometiendo asà crÃmenes que los ‎desprestigiaron. ‎
La única solución es el Estado binacional cuya creación se previó al final de la Segunda ‎Guerra Mundial por parte de las Naciones Unidas. Esa fórmula pondrÃa fin al apartheid ‎implantado por Israel, como escribió el ex presidente estadounidense James Carter hace ya ‎‎15 años [4], y ‎garantizarÃa el derecho de los palestinos al retorno. El problema es que no hay hoy israelÃes ‎ni palestinos capaces de asumir papeles similares a los que desempeñaron Frederik de Klerk y ‎Nelson Mandela. Y los enfrentamientos intercomunitarios que hoy se desarrollan en las ciudades ‎mixtas de Israel hacen esta solución cada vez más difÃcil de alcanzar. ‎
Hipótesis explicativa
‎Resulta difÃcil de creer que el desgaste del tiempo basta para explicar los enfrentamientos entre las ‎comunidades que viven en Israel. IsraelÃes y palestinos aspirar a convivir en paz… exceptuando a ‎los que militan en el Likud o en Hamas. Yo quisiera entonces plantear aquà una hipótesis sobre ‎esa región que los estrategas estadounidenses llaman «Gran Medio Oriente» o «Medio Oriente ‎ampliado». ‎
Resulta extraño el incidente ocurrido el 14 de mayo en Jaffa, donde desconocidos lanzaron un ‎coctel Molotov dentro de la casa de una familia árabe, provocando graves quemaduras a un niño ‎de 14 años. Ese ataque antiárabe fue seguido de un centenar de acciones antijudÃas en la ciudad, ‎acciones que a su vez suscitaron nuevos ataques antiárabes. Sin embargo, según la policÃa, ‎el incidente inicial no fue perpetrado por judÃos extremistas sino por dos árabes [5]. Cabe entonces ‎la siguiente interrogante: ¿Eran sólo imbéciles que se equivocaron de casa y agredieron ‎asà a su propio bando o en realidad eran mercenarios que realizaron una acción premeditada del ‎tipo false flag, o sea “bajo falsa banderaâ€, para incentivar la escalada de violencia? ‎
Desde el 11 de septiembre de 2001 (con excepción del paréntesis creado por la administración ‎Trump), el Pentágono ha venido aplicando la doctrina Rumsfeld/Cebrowski ‎ [6]‎, lo cual implica adaptar las fuerzas armadas de ‎Estados Unidos a las exigencias del capitalismo financiero y de la globalización del intercambio. ‎Para empezar, el estado mayor estadounidense se planteó como objetivo destruir las ‎estructuras mismas de los Estados en los paÃses del «Gran Medio Oriente», para poder explotar ‎a fondo los recursos de esos paÃses sin enfrentar obstáculos polÃticos. Sólo habrÃan de ‎preservarse los Estados en Israel, LÃbano y Jordania. ‎
Asà vimos, a partir de entonces, la destrucción de los Estados en Afganistán, Irak, Libia, Siria ‎y Yemen. Nos “vendieron†todas esas guerras como «revoluciones», sin que ninguna fuese ‎tal cosa. También nos “vendieron†esas guerras como conflictos que durarÃan algunas ‎semanas, pero ninguna ha terminado aún porque en realidad son parte de lo que el presidente ‎estadounidense George Bush hijo enunció como la «guerra sin fin». Ahora nos “venden†‎esas guerras como «guerras civiles». Hace 2 años que el mismo proceso está en marcha ‎en LÃbano, pero esta vez sin recurrir a las armas. Eso significa que se ha modificado el mapa ‎del estado mayor estadounidenses publicado en 2005 (ver imagen arriba). Por consiguiente, ‎podemos pensar que esa peste puede extenderse a Israel. ‎
Según el almirante Arthur Cebrowski, lo más difÃcil en la aplicación de su doctrina es evitar que ‎se extienda el incendio. Es por eso que Cebrowski delineó la región «Medio Oriente ampliado» ‎basándose no en los recursos de sus territorios sino en la cultura de sus habitantes. Partiendo de ‎esa base, ¿era realmente posible dinamitar todos los Estados de esa región –sin importar que ‎sus gobiernos fuesen amigos o aliados de Washington– sin “tocar†la Palestina geográfica? ‎
Esta hipótesis incluye 2 variantes:
--En la primera, la “contaminación†de Israel viene de los pueblos movidos por sus pasiones;
--En la segunda, el incendio se extenderÃa a Israel por voluntad del Pentágono. ‎
En todo caso, si las consecuencias de los hechos que hoy están desarrollándose llegase a ‎confirmar esta hipótesis en los próximos meses, serÃa porque lo que hoy vemos modifica la ‎naturaleza misma del conflicto y lo proyecta decididamente hacia el infinito. ‎
El Pentágono se opuso a la polÃtica exterior del presidente Trump. Varios generales se jactaron ‎incluso de haberlo engañado y de haber hecho fracasar la retirada de las fuerzas que ‎Estados Unidos mantiene ilegalmente en Siria. Esos militares no aceptaron que Siria escape ‎al control de Estados Unidos para quedar bajo la protección de Rusia. También en contra de la ‎voluntad de Donald Trump, retomaron la doctrina Rumsfeld/Cebrowski, aplicándola contra el ‎LÃbano, donde han utilizado las rivalidades internas para poner ese paÃs en crisis sin utilizar ‎abiertamente tropas estadounidenses. ‎
En Estados Unidos, el Partido Demócrata está volviéndose antisraelÃ, bajo la influencia del grupo ‎de congresistas encabezado por Rashida Tlaib, Ilhan Omar, Cori Bush, Ayanna Pressley y ‎Alexandria Ocasio-Cortez. El Pentágono, que desde el año 2001 ve en Israel un aliado que ‎se ha hecho demasiado independiente, alcanzarÃa su revancha destruyendo el Estado hebreo. ‎
En sólo dÃas, sobre todo después del bombardeo israelà contra las oficinas de Associated Press ‎en Gaza, la prensa estadounidense, habitualmente proisraelÃ, pasó a ser pro Palestina. Un cambio ‎tan fulgurante es forzosamente sospechoso.
Notas:
[1] “Speech by Ali Khamenei on the occasion of the International Al Quds Dayâ€, por Alà Khamenei, Voltaire Network, 7 de mayo de 2021.
[2] Cheikh Jarrah (o sea «el cirujano») fue, junto al rabino Moisés ‎Maimonida, uno de los médicos de Saladino, quien arrebató Jerusalén a los cruzados.
[3] “Joint statement of the Middle East Quartet on the situation in ‎East Jerusalemâ€, Voltaire Network, 9 de mayo de 2021.
[4] Palestine: Peace Not Apartheid, Jimmy Carter, Simon & Schuster, 2006.
[5] «Posible operación “false flag†en la ‎ciudad israelà de Jaffa», Red Voltaire, 18 de mayo de 2021.
[6] ‎«El proyecto militar ‎de Estados Unidos para el ‎mundo», por Thierry ‎Meyssan, Red Voltaire, 22 ‎de ‎agosto ‎de 2017.‎
Red Voltaire. 18 de mayo de 2021.
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