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Edición 335 | ||||
Escrito por Guillermo Fárber | ||||
Lunes, 20 de Julio de 2015 08:51 | ||||
Silent Cal o “Cal el Silencioso” (John Calvin Coolidge, presidente gringo de 1923 a 1929). En ocasión de un evento social en la Casa Blanca una elegante dama lo abordó y le dijo: “Señor Presidente, hice una apuesta con los amigos en mi mesa de que yo sería capaz de sacarle más de tres palabras.” Coolidge le respondió: “Perdiste.” Record sexual Esta bizarra anécdota consta en el libro “15 Interesting Woman in Ancient Rome”. Prácticamente todas las mujeres mencionadas en este libro tiene una historia de intrigas y promiscuidad sexual, puñaladas en la espalda (metafórica y literalmente hablando), e hipocresías interesadas. Un ejemplo: el caso de Mesalina compitiendo con una profesional de las sábanas para ver quién podía despachar más galanes en una sola noche (esta anécdota la consigna Plinio el Viejo).
“Pero la Roma imperial no todo era sólo sexo, maniobras políticas y traiciones, sino también poder militar, conquistas, inflación, pan y circo, tiranía y esclavitud. Una palabra que ciertamente resume a la cultura de la Roma en esa época, sería ‘decadencia’”. Mesalina
Narra el poeta Juvenal que llegó a prostituirse en el barrio de Suburra bajo el apodo de Licisca (mujer-loba). Orgullosa de su legendaria lascivia, lanzó un reto al gremio de las prostitutas de Roma: las instaba a participar en una mega orgía de competición que ella organizaría en palacio, aprovechando la ausencia de Claudio, quien estaba en Britania. Dicho desafío consistía en dilucidar quién podía atender a más hombres en un día.
Las prostitutas aceptaron el reto y enviaron como representante a la más famosa de ellas en Roma, una siciliana llamada Escila (el mismo nombre del monstruo homérico que se tragaba barcos enteros con sus tripulantes, en clara alusión a su capacidad sexual). Aquella noche, después de haber sido poseída por 25 hombres, Escila se rindió y Mesalina salió victoriosa, pues superó la cifra al llegar al amanecer y seguir compitiendo. Según se dice, aun después de haber atendido a 70 hombres no se sentía satisfecha, de modo que llegó a la cifra de 200 hombres (aunque usted no lo crea). Cierta vez que Claudio estaba fuera de Roma, Mesalina aprovechó para casarse con el cónsul Cayo Silio, uno de sus amantes. Claudio descubrió la bigamia de su esposa y la condenó al suicidio; como fue incapaz de hacerlo, fue decapitada por un centurión. OOOOOOMMMMMM Recuerda meditar cuanto puedas, cuando puedas. More articles by this author
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