Edición 323 |
Un Gran vacÃo interno
Ernesto SalayandÃa
La enfermedad como tal
Ahà estaba, quieta, en su ataúd, con una expresión de paz, alejada de angustia, dolor, frustración, las emociones habÃan desaparecido de su cara, ya no mostraba lÃneas de expresión tristes, Irlanda murió de sobre dosis de heroÃna, 3 hijos, 34 años, casi 20 luchando contra las adicciones, viviendo de una anexo a otro, de recaÃda tras recaÃda, de tocar fondos, fuertes, gruesos, muy duros, sufrir por todo lo que es esta enfermedad, una enfermedad cruel, fÃsica, mental, emocional, de la personalidad y espiritual.
Murió después de haber gozado las gotas de miel de la recuperación, casi un año limpia, libre de drogas y de repente, la tentación, la fuga, el arponazo, el corto impulso, y el viaje sin retorno.- La negra, como se le llama a la heroÃna por éstos rumbos del norte de México, es una droga muy poderosa.
Descanse en paz, Irlanda, quien fue una de las primeras lectoras de mi columna De Adicto a Adicto, escribiéndome hace más de 14 años y medio.
Muchos Amigos ya han muerto por la droga
Recuerdo con mucho cariño a todos ellos, a Ulises, un chavo con un mar de sufrimiento, marcado con una cicatriz en la yugular por haber intentado quitarse la vida, a Jorge, el lava platos, menor de 18 años, la última vez que lo vi, fue en ciudad Juárez en un semáforo pidiendo ayuda para un centro de rehabilitación, luego, a los pocos meses, estuve en su funeral, como él, mi buen amigo Julio, talel que duró años en la lucha, de un anexo a otro, algún tiempo limpio, muchos más, reventado, hasta que cayó en una lápida por el arponazo, tronando, muriendo de sobre dosis, como murió también, el buen Fernando, quien estuvo en el Anexo conmigo y nos seguimos frecuentando, él, me regaló su testimonio, el que titule Secuestrado y ahora lo publico en mi libro, Un Drogadicto en Casa, han muerto muchos, hombres y mujeres, adictos que no han podido o no han querido, como Javier que falleció de cirrosis hepática, Juan, de Pancreatitis, Luz Elena, empastillada y muchos más que se han ido por la puerta falsa. Muchos están aún secuestrados por La Saliva del Diablo.
La cocaÃna como mi principal adicción
Es la cocaÃna, una droga muy placentera, altamente adictiva por cualquier vÃa, ya sea inhalada o inyectada, el impacto, el sÃntoma dura más o menos 20 minutos y entre más me meto, mas quiero. La droga, me robó mi vida, me drogaba para vivir y vivÃa para drogarme, la droga, permitÃa que tuviera más resistencia al alcohol, la membrana de mis huesos, desapareció, la cocaÃna me descalcifico, vivÃa atormentado con mis delirios de persecución, me volvà loco, dormÃa con cuchillos, dos cuchillos filosos, uno en cada mano, el consumo del polvo era altÃsimo y cuando me queda sin droga, saqueaba el botiquÃn y hacia polvo las pastillas, cualquiera, y me las metÃa por la nariz, pensando que era cocaÃna, debido al fuerte dolor de huesos, por la malilla o resaca, establecà una fuerte dependencia a un medicamento, morfina sintética y me anestesiaba, pero los efectos secundarios fueron severos en depresión, de ahÃ, me hice fármaco dependiente y mi cuerpo milagrosamente resistió a tanta droga que me metÃa, alcohol, pastillas, cocaÃna morfina y cigarro.
Los fondos de esta enfermedad
Yo tenÃa una vida familiar, social y laboral, soy alcohólico desde los12 años de edad, cuento con 43 años dentro de los medios de comunicación, en mi libro, de Ayer y Hoy, tengo un artÃculo titulado, Periodista que no toma, es como una flor sin aroma, esa es mi vida, fui un borracho funcional, por favor léase entre comillas, tomada a diario y mis fondos ya eran palpables, un primer divorcio, una pésima relación con mi segunda esposa, un cúmulo de defectos de carácter, todas las caracterÃsticas de la enfermedad y una vida, llena de amargura, Soledad, frustración, miedos y sin duda, la decadencia en mÃ, comienza cuando a los 33 años, pruebo la cocaÃna, me hago adicto compulsivo a la sustancia y comienzo a tocar fondos, soy vÃctima de mi celotipia infernal, unos celos patológicos, sicóticos, enfermizos, me torno maniaco depresivo, pierdo el trabajo, me corren de mi programa de radio, La Voz de Chihuahua, por irresponsable, quemo mi casa 4 veces, trato de matar a mi mujer, pierdo el sano juicio y estoy muerto en vida, toco fondos muy tristes, crueles y severos, aún asÃ, sigo activo.
La complejidad de la enfermedad
Es una enfermedad genética, antes de nacer el enfermo ya está predispuesto a caer en las garras de una adicción o en cualquiera de las caracterÃsticas de la enfermedad mental, fÃsica y emocional.
La mente del adicto es sumamente ágil, soy un hipersensible, con una inteligencia diferente, no superior, tengo una manera de pensar complicada, soy neurótico, bipolar, con problemas de comunicación, soy vÃctima de un alto nivel de ansiedad, de angustia, soy presa fácil de los miedos, la frustración, el nerviosismo, no tengo auto control emocional, soy egocéntrico, soberbio, no tengo humildad, son tantos los componentes de la enfermedad, que no basta con tapar la botella, muchos dejan de beber, dejan de consumir pero siguen igual o peor de enfermos con sus actitudes infantiles, con su neurosis que destilan hasta los poros, el sufrimiento no se acaba, por esa razón, un alcohólico sustituye una droga por otra, deja el vodka y se prende del tafil, o del cigarro, vaya, no es fácil salir del hoyo.
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