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Edición 307 | ||||
Escrito por Manuel Magaña Contreras | ||||
Viernes, 19 de Julio de 2013 19:32 | ||||
“Vacas flacas” en la economía interna; auge macroeconómico externo
MIENTRAS LA MACROECONOMÍA extranjera con fuertes intereses al través de bancos, compañías mineras, maquiladoras, capitales golondrinos, superalmacenes, etcétera, se lleva las ganancias, sangrando financieramente a México, la economía interna está en período de “vacas flacas” que empobrece cada vez más al mexicano, cuya moneda, el peso, se desploma ante el dólar y el salario del trabajador pierde capacidad de compra, lo que acentúa su penuria.
Y aún así, la macroeconomía internacional quiere más riqueza que pertenece al pueblo de México y busca la privatización del petróleo, lo que seria un rudo golpe a la soberanía mexicana y a nuestra independencia económica. Expertos califican como “primera mini crisis económica” que pudiera tener consecuencias más allá del 2014, el retraso de los planes iniciales de Peña Nieto para alcanzar el desarrollo económico a través de una reactivación de la productividad en el campo, la industria y los servicios. Los datos que se
difunden no son nada tranquilizadores; al contrario, como es el caso del
desplome de Creceremos solo 2.5 en vez de 3.9 En ausencia de noticias concretas sobre el inicio de los programas de productividad en nuestro país, la opinión pública se sacude con la serie de noticias sobre indicadores económicos adversos -desempleo, subempleo, salarios míseros, gradual pérdida del poder adquisitivo del ingreso familiar-, una de ellas la dada a conocer el Bank of América Merrill Lynch, que adelanta que se prevé sólo 2.5 por ciento de crecimiento económico en 3013; es decir, 1.4 puntos debajo del resultado de 3.9 de 2012 y muy alejado, desde luego, de los tiempos del “desarrollo estabilizador (1958-1964), que alcanzó un promedio de 8.9 por ciento, lo que permitió en ese entonces, mejoras salariales al trabajador del 9 por ciento real, en promedio. Crecer sólo 2.5 por ciento como lo pronostica Merrill Lynch supone, además de varios pasos atrás en materia económica, que aumentará el desempleo, el subempleo y el ambulantaje al no ser creadas las suficientes fuentes de trabajo, lo que se traducirá, también, en desplome de la calidad de vida, mayor pobreza y mayor pérdida de nuestra soberanía económica. Uno de los sectores
claves del aparato productivo, la industria de la construcción, se ha visto
afectado en el primer semestre de 2013 por la restricción en el gasto público,
que se ha reflejado en el retraso de
pagos y proyectos, de acuerdo a la nota de “El peor” subejercicio El nerviosismo en los círculos económicos del país no se ha hecho esperar ante “la caída de la erogación (presupuestal) en 10.4 por ciento entre enero y marzo”. El Grupo Banorte-Ixe opina que es “un subejercicio histórico del que se han quejado en las últimas semanas los organismos empresariales, pues alertan que ello agravará la situación económica del país”. Cabe mencionar que el pasado 10 de junio, las cúpulas del sector privado solicitaron al gobierno federal “acelerar el ejercicio del gasto público para frenar el deterioro de a economía nacional, ante la alarma de que el Producto Interno Bruto sólo creció 0.8 por ciento en el primer trimestre”. Bajos salarios e inflación Como ocurre siempre, las consecuencias van en primer término contra la clase trabajadora que resiente la cauda de carestía, sobre todo si el salario del trabajador pierde capacidad de compra. El INEGI, con la frialdad de las cifras, impacta a la opinión pública al señalar que el salario acumulaba dos meses de caída en el poder de compra. Sobra decir que tal fenómeno se da, precisamente, por la baja productividad en el país, especialmente la que se registra en el campo, donde al decir de la confederación Nacional Campesina (CNC), nuestros campesinos carecen de apoyos suficientes del Estado, en contraste con lo que acontece en todos los países del mundo, donde los subsidios al agricultor contribuyen a la autosuficiencia alimenticia. Ahora que se habla
de atraer inversión, bienvenida la presencia de corporaciones extranjeras,
siempre y cuando ello no signifique empobrecer a la mayoría del pueblo
mexicano. Lo primero es México, después México y siempre México, como lo dijera
el ilustre periodista y escritor, René Capistrán Garza. More articles by this author
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