Martes, 17 de Julio de 2012 14:56 | 
Author: Manuel Magaña Contreras | 
| Ediciòn 286 |
DEFINICIONES
MANUEL MAGAÑA CONTRERAS
(Exclusivo para Voces del Periodista)
No perdamos el rumbo; Es tiempo
de iniciar la reconstrucción de México
EN EL MARCO DE UNA SERIE de traiciones a México por parte de ambiciosos de poder y de riquezas a costa del futuro de México y la existencia misma de la Patria mexicana, hace ya bastante tiempo que nuestro país sufre el embate de ambiciosos de puestos de elección popular que, al llegar al poder, le vuelven las espaldas al pueblo y entregan lo mejor de la nación mexicana, en bienes, recursos naturales y culturales, a intereses ajenos y hasta adversos al interés de los mexicanos.
UNA VEZ PASADAS LAS ELECCIONES del 1 de julio, en que el pueblo emitió su veredicto, su fallo, sobre la obra realizada durante los últimos seis años, mismas que han sido consideradas como un referendum, como un requisito o como “un jalón de orejas” por lo de la “guerra”contra el narco y sus 50 mil muertos -muchos de ellos victimados pese a ser personas ajenas al conflicto que no es de nosotros, sino de EU-, es tiempo de que entremos en un prolongado y profundo período de reflexión.
Reflexión sí, por todo lo acontecido durante los últimos 42 años en México y en especial sobre la “docena trágica” de Vicente Fox y Calderón –o, como dijera Cordero, el de Hacienda “Vicente Calderón y Felipe Fox”-, porque no podemos ni debemos permanecer sumidos en la anarquía, en la corrupción, la desigualdad, etcétera.
No es lo de hace seis años
La votación obtenida en las elecciones del 1 de julio es indicativa del estado de ánimo del pueblo respecto de la elección de quienes deberán regir los destinos del país a lo largo del sexenio que empieza el primer día de diciembre venidero.
Hace seis años, el margen de ganancia de Calderón fue de menos de un punto sobre Andrés Manuel López Obrador, ahora, checados distritalmente los votos y vueltos a checar en la votación nacional colectiva, Peña Nieto aventajó a López Obrador por más de tres millones de votos. No hay fraude, aunque sí se pueda hablar de incidentes porque el proceso electoral es una obra humana y como dice el latinajo, Errare humanum est. Hay elementos par sancionar faltas, pero no base para anular los comicios.
Las diarias informaciones sobre la posición que han adoptado los “chuchos”del PRD, llenan de zozobra, en la medida que se ve la intención clara de mantener al país en permanente estado de agitación, sin tomar en cuenta que la nación mexicana, después de tantos años de intranquilidad, necesita de una etapa de reconstrucción, para restaurar daños, suturar heridas, crear biernes y servicios que repartir justicieramente entre el pueblo. Necesitamos paz, para hacer un recuento de daños con intención de repararlos.
No perdamos el rumbo
El 2012 no es el 2006. Ahora estamos más dañados que antes porque ha habido un sexenio de servilismo a intereses extranjeros, porque h habido un largo período de empobrecimiento extremo de la población mexicana, porque necesitamos entrar en una etapa de estudio y para ello necesitamos escapar de la agitación estéril. El pensamiento de los mexicanos lúcidos que aman a su Patria, debe manifestarse para sumar voluntades y encontrar el camino del rescate de México, después de 42 años de constantes daños al país.
Muchas máscaras ahora
Ser periodista en el sentido más cabal de la palabra, equivale a decir que se es apartidista, que no hay militancia en ningún partido político. Desde esta perspectiva, hace seis años se veía, a partir de la objetividad, que Andrés Manuel López Obrador tenía bases para reclamar la revisión de las boletas, “casilla por casilla y voto por voto”. Su resistencia pacífica, misma que consistió en el plantón del Zócalo a Reforma, se basó en preceptos del Mahatma Gandhi de resistencia pasiva, en busca de lo que finalmente no se concedió: la revisión total de los votos, lo que le permitió ganar el título de “presidente legítimo”, en el grueso de la población.
Hoy, hay que reiterarlo. Las cosas son distintas y la enorme distancia de más de tres millones de votos entre Enrique Peña y Andrés Manuel López Obrador, descalifica de antemano a quienes intenten la anulación de las elecciones, simplemente, porque dentro de la Ley tal cosa no es posible. Insistimos, se puede hablar de incidentes, de faltas, pero esto puede ser, si las acusaciones se comprueban, motivo de la sanción correspondiente, pero no de la descalificación.
Desde antes del día de la elección, comentaristas especializados consignaban que “las izquierdas” que postulan a López Obrador - persona respetada y respetable en lo personal por su arraigadas convicciones cívicas y l entrega sin descanso par el triunfo de su causa-, le estaban apostando al argumento del fraude”. Toman como base para su acusación, las piezas que empezaban a mover “las izquierdas”en diferentes escenarios Esto está dicho desde antes de las elecciones.
El Peje debe respetarse
Después de los comicios, la anunciada estrategia del “fraude” empezó a caminar y sus mismos operadores están en dificultades, por que los más de tres millones de votos de ventaja de Peña Nieto sobre López Obrador, propiamente dicho, son un obstáculo insalvable. Dicho esto desde la más elemental de las lógicas.
Los mexicanos no debemos perder el rumbo. El 2012 no es el 2006 y por lo que se ve, tampoco López Obrador. El peje debe tener la capacidad de raciocinio para que no sea manipulado por los intereses que lo rodean en esta etapa de su lucha políticas. México y los mexicanos necesitamos paz para producir y rehacer a México, como forma de liberación ante las calamidades que nos flagelan. Agitar al país, en aras de intereses políticos que sólo buscan poder y riqueza, es algo que no cuadra con el respetable historial del Peje, quien debe aceptar su derrota.
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