![]() |
Edición 231 | ||||
Escrito por ABRAHAM GARCÍA IBARRA | ||||
Martes, 30 de Marzo de 2010 20:17 | ||||
Ya lo dijo el clásico: “El cambio también es reversa”
La clase obrera va al Centenario
La escoltan los impulsores del proyecto de contrarreforma laboral calderoniana
ABRAHAM GARCÍA IBARRA (Exclusivo para Voces del Periodista)
“Sobre toda propiedad privada grava una hipoteca social”.
Papa Juan Pablo II en discurso pronunciado al inaugurar Episcopado Latinoamericano (26-31-I-1979), en Puebla de los Ángeles, tierra de Javier Lozano Alarcón.
En efecto, la clase trabajadora mexicana va -de regreso- a los festejos del Centenario, pero del de
Después de un aciago siglo de incesantes y no pocas veces sangrientas luchas, de modestas pero estimulantes conquistas y de ruines traiciones, de esperanzas reinvindicatorias y de crueles desencantos, de tímidos avances y catastróficos retrocesos, los proletarios de la ciudad y del campo, los trabajadores manuales e intelectuales de México, han sido puestos en el camino de retorno a los tiempos de la dictadura regeneradora, que patrocinaba la importación de sementales europeos “para mejorar” la degradada raza” azteca, según la veían Los científicos porfirianos. El retorno a la edad del orangután, para recordar a José Ortega y Gasset.
Los del “cristiano” humanismo político, devenido mafiosa adhesión a la construcción de la economía criminal, tomando el depredador y sedicioso neoliberalismo a titulo de fe, vuelven a las enconosas brechas de Cananea, Río Blanco y Santa Rosa por atajos del Distrito Federal y del centro del país, para aplastar, si fuera necesario a sangre y fuego, la iracunda, pero justa protesta de los insumisos.
Neoliberalismo para liberar la furiosa fuerza de la rapaz e insaciable plutocracia nativa y extranjera, proponen los capataces de Los Pinos la contrarreforma laboral. La maquillan como a una astrosa comadre supuestamente jurídica -sin tocar el constitucional artículo 123-, para lograr la generación de empleos, aunque sea con burlesco pago a destajo, mientras se desgañitan voceando a coro que los perdidos durante “el catarrito” se han recuperado hasta con rédito no gravable por las corderas voluntades del fisco-terrorismo, cebado ejemplificantemente en víctimas mediáticas, como la madre de la embatible Gloria Trevi.
Hay, en el alegato gubernamental sobre la urgencia del proyecto, una procaz argumentación de irrespirable tufo salinista: Salinas de Gortari, en la “racionalización” de sus iniciativas para, por ejemplo, reabrir espacios a la participación del clero en la política o privatizar el ejido, declaraba que era “una demanda de la sociedad” acabar con la simulación prevaleciente en relación con esos temas, habida cuenta que los ordenamientos constitucionales y legales derivados eran sistemáticamente transgredidos.
La obscena lógica del priismo salinista funcionaba de esta manera: para no destapar la caja de Pandora, que podía significar perder clientelas y votos, hay que tolerar la desviación o violación de la ley. Una vez creado estado el provocador quebrantamiento de la norma, había que -en vez de exigir su observancia por las vías que la propia ley prescribe-, derogarla o hacer una nueva a sabor de los transgresores. Es el mismo “razonamiento” (de hechos consumados) que ahora esgrimen los personeros del panismo: Si deliberadamente y de facto se ha erosionado el modelo de relaciones de producción, sustentado en una relación contractual con base en lo que establecen
Si a esas vamos en el asunto de la conveniente y convenida simulación, como los jefes de los cárteles de la droga se han erigido en campeones del desfiguramiento y la ruptura del orden legal, hay que legislar a la medida de los intereses en juego en esa perversa empresa. Y no es una broma de mal gusto. Está esa idea en la mentalidad de los neopanistas: Ya el ex presidente Vicente Fox dio el primer campanazo, proponiendo un narcochangarro en cada esquina de
Una nueva Edad Media americana
La iniciativa “laboral” calderoniana, firmada por mansos legisladores del PAN y entregada al Congreso de
Para la historia del oprobio nacional, proponemos ensayar un ejercicio memorioso: El 1 de julio de 1906 (cien años antes de que Calderón fuera designado presidente), desde San Luis Misuri (USA),
“Un gobierno que se preocupa por el bien efectivo de todo el pueblo, no puede permanecer indiferente ante la importantísima cuestión del trabajo. Gracias a la dictadura de Porfirio Díaz, que pone el poder al servicio de todos los explotadores del pueblo, el trabajador mexicano ha sido reducido a la condición más miserable; en donde quiera que presta sus servicios, es obligado a desempeñar una labor de muchas horas por un jornal de unos cuantos centavos…
“Los salarios varían, pero la condición del obrero es la misma: en todas partes no gana, de hecho, sino lo preciso para no morir de hambre. Un jornal de más de $ 1.00 en Mérida, como de $0.50 en San Luis Potosí, mantiene al trabajador en el mismo estado de miseria, porque la vida es doblemente cara en el primer punto como en el segundo”. Lo patético de ese planteamiento es la propuesta de solución: “(…) Es, pues, preciso prevenir tal injusticia y al formularse la ley del trabajo, deberán expresarse las excepciones para la aplicación del salario mínimo de $1.00, estableciendo para aquellas regiones en que la vida es más cara, y en que ahora ya se gana ese jornal, un salario mayor de $1.00. Debe procurarse que todos los trabajadores obtengan en igual proporción los beneficios de la ley”.
Lo dramático de esa proposición casi inocente, es que, pese a lo limitadísimo de su alcance, sin embargo se convirtió en una de las banderas esgrimida por gran parte de la población que derrocó a la tiranía, y que a la larga formaron el cuerpo del articulado constitucional emanado del Congreso de Querétaro en 1917, para el caso en el artículo 123 de
Pero no basta la voluntad de panegirista para disolver la realidad: En los primeros cuatro años de promulgada tan promisoria Constitución, los militantes de
Para no andar con imaginarias “invenciones”, ahí está un reciente reporte del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), con apoyo documental del Banco Interamericano de Desarrollo (BID): En los últimos 100 años, el PIB por habitante en México “creció” a una raquítica tasa anual de 1.66 por ciento (pero, eso sí, la inflación cabalga a galope tendido). Con sólo haber crecido a tasa de 2.6 por ciento anual, dicen los ilusos fantasiosos, habría sido “suficiente” para que el número de pobres hoy fuera una sexta parte de los que se registran en la actualidad. Pero en ninguna sociedad realista funciona el hubiera: “Si mi abuela tuviera dos ruedas, fuera bicicleta” centenaria.
Nada qué esperar del “revolucionario” tricolor
Vistas así las cosas, ¿a qué rostro de
Tómese como una simple, pero elocuente señal: el pasado 23 de marzo se cumplieron 16 años de la muerte del candidato presidencial del PRI, Luis Donaldo Colosio, quien solía autodenominarse producto de “la cultura del esfuerzo”, para diferenciarse de los que nacieron arropados en paños de lana y seda, entre éstos los de la casta priista hereditaria. Después de una guardia con dispensa de trámite ante el monumento erigido en memoria del sonorense en la sede central del partido y el respectivo minuto de silencio, la dirigente nacional diputada Beatriz Paredes Rangel quiso recordar una expresión del cursimente llamado hombre de Magdalena de Quino: Veo un pueblo con hambre y sed de justicia (pudo haberle dado crédito a don Justo Sierra). A discursos como ese, se atribuye su asesinato, no satisfactoriamente esclarecido. Al “homenaje” luctuoso asistieron unos cuantos burócratas mayores de la dirección nacional priista, sin la presencia de los llamados “viudos de Colosio”.
¿Pueden, los legisladores federales del PRI, saciar esa hambre y sed de justicia populares? De cara al proyecto de contrarreforma laboral panista, ¡no pueden!. Porque el partido es el mismo que votó la privatización del ejido (cuyo más de 30 por ciento de la superficie está en manos de los cárteles de la droga, según informe del Tribunal Agrario); porque es el mismo que aprobó la privatización de la gestión financiera de los fondos de ahorro para el retiro de los trabajadores (IMSS e Issste) para exponerlos al saqueo de los especuladores locales y extranjeros; porque es el mismo que aprueba más Impuesto sobre
Impudicia de
En materia de “política laboral” a la usanza del PAN-Gobierno, no podemos dejar de lado la rabiosa e interminable ofensiva calderoniana contra la dirección del sindicato minero, ejercida al través de la subprocuraduría para el combate a
En esa densa y pesada atmósfera político-judicial,
Y es que, en asunto tras asunto que les caen en sus togas, los ministros -retribuidos con cargo a los contribuyentes a costo de maharajá- dejan poca duda de su militancia clasista del lado de “los buenos mexicanos” que han convertido al país en territorio de filibusteros. Ahí está, para un debate mayor (que incumbe al Poder Legislativo, nuevamente enzarzado en otra reforma del Estado), el tema del anatocismo, institucionalizado hace una década por el pleno de
En uno de varios casos, el de Banamex -cuya propiedad accionaria comparten Citigroup y el gobierno de Barack Obama-, que fue sentenciado por el Tribunal Superior de Justicia de Chihuahua a liquidar un contrato de inversión con intereses a tasa fija (1987), según la acumulación reclamada por el cliente demandante (mil 400 millones de pesos), el pleno revocó la sentencia para dejar el monto del resarcimiento bajo condiciones establecidas por el insospechable Banco de México, que parece operar como filial de
Hay que escuchar al ministro Presidente de
Nomás para poner nuestro granito de arena en los “festejos” del Centenario de
|