Edición 228 |
De las palabras, pasar a los hechos
Calderon debe decretar amnistÃa general
para que el paÃs reanude su marcha
MANUEL MAGAÑA CONTRERAS
(Exclusivo para Voces del Periodista)
El 5 de febrero de 1937, el presidente de la República , general Lázaro Cárdenas tomó una decisión de trascendental beneficio para el paÃs. En esa fecha, vÃsperas de otra de sus históricas decisiones, la nacionalización de nuestro petróleo -18 de marzo de 1938-, decretó amnistÃa general en el paÃs. Todos los agravios, juicios y divisiones quedaron atrás, surgieron la unidad productiva y la etapa más próspera que hemos tenido, la de los años 1940, pese al estallido de la Segunda Guerra Mundial..
Jamás México ha tenido un perÃodo tan grande de prosperidad como el de los años 40 del siglo pasado. La vida fue barata, creativa, todo mundo tenÃa dinero y trabajo, florecieron el arte en todas sus manifestaciones. La nación mexicana salvó su soberanÃa y no permitió el establecimiento de bases norteamericanas, gracias al nacionalismo, es decir, al patriotismo con que gobernaron en esos difÃciles momentos, los presidentes de México, general Lázaro Cárdenas y Manuel Ãvila Camacho.
El lema, la llave del progreso nacional que abarcó a todos los sectores sociales, fue: “Produzca lo que el paÃs consume, consuma lo que el paÃs produceâ€. Con planta productiva propia es como se hace progresar a las naciones.
Recordamos la gran hazaña de los dos gobernantes, con motivo del llamado hecho por el actual presidente de México, Felipe Calderón, el pasado 5 de febrero –a 73 años de la amnistÃa general del presidente Cárdenas-, realizado desde el “Teatro de
Necesaria la amnistÃa general
En estos momentos, es muy acertado el exhorto del autollamado presidente del empleo porque todos los partidos polÃticos abundantemente subsidiados con cifras multimillonarias sacadas de la miseria del pueblo, han perdido gran parte de su credibilidad entre la masa de votantes, porque con sus alianzas, “concertacesionesâ€, y arreglos “en lo oscuritoâ€, lo único que ponen a salvo son sus ambiciones de poder y lucro, pero no los legÃtimos intereses ciudadanos.
Es muy indispensable la proposición del presidente Calderón, porque estamos en un cruce de la historia contemporánea en que “los gasolinazos†equivalen a “jugar con fuego†porque suenan a provocación y aceleramiento de la crisis nacional sin más salida que la de un agravamiento de la situación que se padece. Cada “gasolinazo†encarece el proceso productivo en México, en una nación donde tenemos petróleo en gran escala. Cada “gasolinazoâ€, dispara la inflación y deteriora el cada vez más devaluado salario de los trabajadores en nuestro paÃs.
Es pertinente la propuesta de FCH, porque el rumbo neoliberal por el cual se ha encauzado al paÃs, desgasta nuestra soberanÃa nacional, enriquece a los capitales extranjeros y hace miserables a nosotros, la mayorÃa del pueblo mexicano. Es muy necesario que el llamado del jefe del Ejecutivo Federal formuló en el “Teatro de
Para ello, es necesario considerar la pérdida de confianza en que han caÃdo las cúpulas de mando porque en ellas anidan el engaño y la corrupción y se necesita pasar, a la brevedad, de las palabras a los hechos. Esto sólo puede hacerse realidad si tales propósitos se hacen por escrito y no sólo con palabras que se lleva el viento.
Se necesita, entonces, para llegar a la anhelada reconciliación nacional, que el presidente del empleo, Felipe Calderón, se ponga a la altura del general Lázaro Cárdenas y decrete una amnistÃa general, para que la población deje de recibir golpes todos los dÃas. Para que la nación ya no sea desmantelada por los vendepatrias que van de paÃs en paÃs ofreciendo nuestros recursos a los intereses internacionales.
Todos deseamos la reconciliación
Es un hecho que en México, todos anhelamos una reconciliación basada en la dignidad humana, en la justicia, en la salvaguarda de la soberanÃa nacional de México,. en la conservación de nuestras tradiciones, principios y valores que modelan nuestro ser nacional, tan amenazados ahora con la entrega de menores en adopción a uniones gay, tan temidas -si se les entregan niños indefensos-, porque darles esa prerrogativa no serÃa otra cosa que el ingrediente más explosivo de una sociedad permisiva y hedonista que pretenden implantar en México, grupos de interés ajenos al bien de
Sobre este punto, es necesario reproducir el siguiente concepto que Vasconcelos en su obra: “Breve Historia de Méxicoâ€:  “Todos los pueblos, en el curso de su historia, cuentan con épocas viles, pero sólo han sobrevivido aquellos que han logrado poner a salvo su honra y con ello el futuro. Quien no es capaz de hacer justicia por su propia mano, en vano esperará que se la haga el extraño. La soberanÃa supone capacidad para la justicia, en lo interno igual que en lo externo. Nunca un pueblo corrompido logró ponerse a salvo de las ambiciones del exteriorâ€.
La propuesta del presidente Felipe Calderón debe ser considerada, porque no es posible, desde el punto de vista de la dignidad del pueblo mexicano y de la salvaguarda de México en cuanto paÃs, que el campesino mexicano continúe como paria de un sistema económico que nos imponen los prestamistas, usureros y ladrones de “cuello blanco†que son los funcionarios del Banco Mundial, del Fondo Monetario Internacional.
Es más, para que México re-encuentre el camino del progreso en dignidad, requiere que una propuesta como la del presidente Calderón llegue al terreno de la realización.
Por los caminos de la gobernabilidad
En la anarquÃa nadie es libre y, lamentablemente, los partidos polÃticos son los primeros que siembran la anarquÃa, dividiendo, subdividiendo y luego mediante “convenios, “alianzasâ€Â y “arreglos†que solo se encaminan a preservar sus privilegios esos demagogos cuya “convicción única, es la de cambiar tantas veces de convicciones como sea necesario, con tal de mantenerse en las ubres del poderâ€.
Necesitamos una AmnistÃa General y es deseable que el presidente Felipe Calderón le haga este gran servicio a nuestro sufrido México, porque no es justo que continúe la desigualdad  en la cual, la mayorÃa del pueblo mexicano está en la miseria y unos cuantos de la oligarquÃa reúnen tantas riquezas que ya les caracteriza el estar constantemente en la revista Forbes, entre los más ricos del mundo.
Indispensable enderezar el rumbo
Enderezar el rumbo es de vitral importancia para el paÃs. Corregir errores cometidos durante los ya larguÃsimos 40 años de implantación de la “economÃa sin moral†-como lo estableciera el dictador inglés Cromwel a mediados del Siglo XVII-, en nuestro paÃs. De continuar en el acatamiento de la consigna globalizadora y macro-económica, el resultado que se teme no es otro que el de la ingobernabilidad.
Necesitamos unión, ciertamente, como lo dice el presidente Felipe Calderón. Todas nuestras grandes desgracias nacionales, como la pérdida de más de la mitad de nuestro territorio nacional, en la invasión norteamericana 1846-1848, tienen como ingrediente funesto contra nuestro destino, el clima de discordias avivados por los intereses extranjeros que nos quieren perder.
Si el presidente Felipe Calderón quiere en verdad poner alto a la “amenaza de parálisis†que puede presentarse en México, el tiene el principio del remedio a nuestros males es decir, la expedición de un Decreto General de AmnistÃa, para que se abran los caminos de la justicia, la prosperidad y el progreso a base del aprovechamiento de la planta auténticamente mexicana para producir lo que consumamos y consumir lo que produzcamos, complementado esto, con un reparto equitativo de lo producido. Se trata de emprender juntos el camino de la reconstrucción nacional
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