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Edición 415

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La lucha fallida de AMLO contra la

corrupción

Feliciano Hernández*

El tiempo y la oportunidad se le escapan al presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) sin llegar a dar un golpe contundente en materia de CORRUPCIÓN, que fue su bandera en su larga campaña hacia la presidencia. Corre el riesgo de ser el blanco de las burlas de muchos si no desarrolla pronto una estrategia de guerra para enfrentar ese DESAFÍO GIGANTE. El tema sigue siendo eje de su agenda de gobierno, pero a casi dos años y medio de haber asumido el poder —en diciembre del 2018— sus logros son pocos en ese rubro, y esto es criticable porque los neoliberales —en efecto— le dejaron un océano lleno de peces gordos, tiburones y orcas, para mejor ilustrar el tamaño de esa fauna de dos patas.

 

Cd. de México.- Los dos casos más emblemáticos de MAXIMA corrupción, que por su IMPUNIDAD sin duda manchan al régimen de la 4T, son el dirigente sindical petrolero Carlos Romero Deschamps y la también sindicalista magisterial Elba Esther Gordillo. Ambos han sido cabezas muy influyentes de los más importantes gremios de México en las últimas décadas, con manejos millonarios por concepto de cuotas sindicales y otras aportaciones ordinarias y extraordinarias por cientos o miles de millones de pesos que los gobernantes en turno del PRIAN rindieron a sus pies un día sí y otro también.

NO VIENE AL CASO dar detalles al respecto porque la prensa cotidiana abunda en datos concretos. Estas líneas retoman solo algunos puntos de los más relevantes para plantear que en el tema de CORRUPCION los intocables ya son un lastre electoral para el régimen actual por la inexplicable renuencia de López Obrador a perseguirlos con todas las de la ley, no obstante el apoyo ampliamente mayoritario que inicialmente le dispensaron los electores al mandatario.

Hay que recordarle a López Obrador que, en los dos últimos años, México descendió a la posición 121 —desde la 102 que le dejó Peña Nieto—, en el “índice de estado de derecho” en el mundo, del World Justice Project (WJP), que en el año 2020 analizó el tema entre 128 naciones. Este índice mide el pago de sobornos, tráfico de influencias y desviación de fondos públicos a cuentas privadas, entre otros aspectos.

No sobra advertir que las posiciones de seguidores y adversarios respecto del desempeño de AMLO ante la corrupción explican el papel del Ejecutivo argumentando unos que obedece a tiempos calculados fríamente y que los malosos irán cayendo uno por uno tarde o temprano; sin embargo, otros sospechan que sus lentos y malos resultados responden a pactos impresentables, poniendo en duda la propia integridad moral del presidente.

¿Condonación a delincuentes?

El hecho muy concreto es que el periodo de gobierno es de solo seis años, muy corto para la enorme tarea de procesar a todos los GRANDES DELINCUENTES de cuello blanco; y por eso mismo brota la inconformidad ante un presidente y un sistema de justicia que actúan como si tuvieran muchos años por delante para cumplir sus obligaciones legales y como si no fuera una PRIORIDAD para los mexicanos llevar a juicio a quienes han saqueado las arcas nacionales y pervertido los valores fundamentales de la sociedad.

La lista de CORRUPTOS es ampliamente conocida, y sobre ellos pesa el enojo flamígero de una ciudadanía que reclama la aplicación de la ley, pronta y expedita. Además de los cuestionados expresidentes (Salinas, Zedillo, Fox, Calderón y Peña Nieto), incluye a ex gobernadores y gobernadores en funciones —el caso de Cabeza de Vaca, de Tamaulipas, es ilustrativo—; legisladores, presidentes municipales, secretarios y ex secretarios, líderes políticos y sindicales; también a EMPRESARIOS —en este caso recuérdese que muchos NO querían pagar sus impuestos de miles de millones, sino llegar a arreglos bajo la mesa, denominados “condonaciones”, procedimiento hecho costumbre en el viejo régimen.

Como punto a favor de AMLO, se le debe reconocer que los obligó legalmente a pagar y el SAT había recuperado hasta junio de 2020 más de 30 mil millones de pesos; de un total de 50 mil MILLONES que adeudaban solo 15 grandes CORPORATIVOS del tamaño de Walmart, Grupo Carso, IBM y Femsa; mientras que otros entraron en negociaciones con la autoridad hacendaria. A esas firmas y muchas más beneficiarias se les había condonado más de 400 mil millones de pesos en los sexenios de Calderón y Peña Nieto, solo entre 2007 y 2015. Hay que recordar que el “valiente” Felipe las denunció apenas iniciado su gobierno, pero al poco tiempo se arregló con ellas y no volvió a tocar el tema.

Nótese que deliberadamente se omite en estos párrafos la procedencia ideológica y partidista de los acusados, porque se les puede ubicar en todos los partidos e ideologías; en todos los estados de la república, así como en diversos estratos sociales y empresariales, tanto en los regímenes de PRI y PAN como en el presente, de Morena; y a nivel estatal y municipal, en todos los partidos.

¿Impunidad selectiva?

Mientras algunos de los MAYORES corruptos gozan de libertad y disfrutan sin temores sus riquezas mal habidas dentro y fuera del país, a otros las autoridades les están cargando la mano, siguiendo la máxima juarista (“A los amigos, justicia y gracia; a los enemigos, justicia a secas”); al menos eso creen desde el ángulo de la ex jefa de Gobierno, Rosario Robles, procesada por su corrupto desempeño como ex secretaria de Sedesol y Sedatu de Enrique Peña Nieto, bajo el expediente denominado “la estafa maestra”.

El mismo enfoque puede aplicar al empresario Alonso Ancira Elizondo —principal accionista de AHMSA, una de las mayores productoras de minería y siderurgia de México— quien fue ENCARCELADO a pesar de haber pactado una reparación de daño al erario nacional —de 200 millones de dólares— por el negocio fraudulento en la venta de la empresa Agronitrogenados a Pemex.

Otro caso ilustrativo de esa justicia selectiva es el del empresario Ricardo Salinas Pliego, el tercer hombre más rico de México y sin duda un rebelde en temas de legalidad. Se le acusa de haberse beneficiado con millones de dólares en la compra-venta de la empresa Fertinal a Pemex, en 2015, por lo cual se le abrió un expediente en la UIF, según mencionó el titular, Santiago Nieto. Este señor dueño de TV Azteca y Grupo Elektra, entre muchas otras empresas dentro y fuera del país, figura entre la muy larga lista de quienes se han negado reiteradamente a pagar sus MILLONARIOS impuestos. Pero ahí sigue favorecido por AMLO en licitaciones y asignaciones directas para jugosos contratos de proveeduría de servicios de propaganda y otros.

También la “justicia selectiva” aplica al exdirector de Pemex (Emilio Lozoya, en el caso de sobornos por 12 millones de dólares que recibió de la constructora Odebrech y por lo cual está siendo procesado), mismo que se acogió a principios legaloides (“criterio de oportunidad”) bajo el convenio de recibir protección a cambio de “colaborar” con la Fiscalía General en el esclarecimiento del delito en el que está involucrado junto con otros miembros de su familia.

Estos personajes son ejemplos de grandes casos de corrupción política y empresarial que muestran el uso tendencioso de la ley. Robles y Ancira han esgrimido motivaciones extrajudiciales para haber sido encarcelados —sostuvieron— por supuesto revanchismo político antes que por afanes justicieros.

Los casos de Rosario y Lozoya ilustran bien el papel de la FGR, al medir con dos varas. La máxima autoridad en esa instancia manifestó que Robles Berlanga no había recibido los beneficios aludidos por negarse a colaborar o poner condiciones a la Fiscalía.

El fiscal pierde credibilidad

Como es sabido, Romero Deschamps anunció apenas su retiro, luego de 26 años al frente del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM) y luego de 62 años de “trabajar” en ese gremio al que ingresó todavía como adolescente, a los 15 años de edad. El corrupto líder se despidió —aunque presionado por AMLO— en una fecha simbólica para los mexicanos, el 18 de marzo, el día de la expropiación petrolera, en 1938.

Aunque esa conmemoración en sus mejores momentos fue una celebración nacional; no es el caso ahora, cuando la otrora gloriosa empresa Pemex se encuentra en quiebra técnica, con la mitad de la producción de crudo que llegó a tener en sus mejores momentos y también con precios por barril a la mitad de aquellos momentos de auge; asimismo luego de un saqueo interminable por parte de su sindicato, también por culpas de la burocracia administrativa y de los proveedores cómplices.

Reportes de prensa dieron cuenta en esos días de que el ahora exlíder sindical se fue bajo acusaciones de ser uno de los mayores ladrones de combustible, “huachicoleros”, y amparado por su gremio con una jugosa pensión mensual mayor a los CIEN MIL pesos, con prestaciones de atención médica de por vida para él y su familia directa; además de otros privilegios contemplados en el ABUSIVO contrato colectivo de Pemex con su sindicato.

Ahora se dispersó la sospecha de que AMLO pactó IMPUNIDAD con el exdirigente sindical. No sobra mencionar que si bien desde el año pasado Romero Deschamps había anunciado su retiro, le fue permitido por López Obrador dejar en su lugar a un incondicional para que siguiera operando tras bambalinas, estableciendo en su contrato para trámites internos que “estaba de vacaciones”, con lo cual podría regresar en cualquier momento a seguir encabezando al sindicato, integrado por más de 120 mil trabajadores activos y 90 mil jubilados; todos con prestaciones sociales envidiables para el resto de los gremios del país.

En el caso de la lideresa Elba Esther Gordillo, también ensombrece la actuación de AMLO la sospecha de que pactó con ella su liberación a cambio de apoyo electoral; y con Enrique Peña Nieto la excarcelación de la profesora a cambio de impunidad para este. Incluso, a la profesora le descongelaron cuentas y le devolvieron bienes incautados, entre otros una MILLONARIA colección de pinturas de artistas famosos.

Cierto o no, es un hecho que la veterana dirigente —que solo en su atuendo personal y lujoso estilo de vida gasta como MAGNATE— goza de tranquilidad y accionar político libre, al punto de que sigue apoyando a partidos y candidatos.

Respecto de Peña Nieto, los hechos hablan: él se ha mantenido calladito y AMLO ha dirigido sus ataques contra muchos de sus blancos preferidos, excepto contra el mexiquense.

En este rubro de IMPUNIDAD selectiva, la Fiscalía General de la Republica (FGR), a cargo de Alejandro Gertz Manero, ha venido a menos, por su lentitud, y está saliendo muy cuestionada por su contraposición ante la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) que encabeza Santiago Nieto. Este funcionario ha estado muy activo y se ha ganado muchos puntos en su trabajo de INVESTIGAR e integrar expedientes, así como congelar cuentas bancarias de presuntos delincuentes, pero se ha topado con el tortuguismo de Gertz Manero.

Lo anterior sin mencionar el penoso caso del General Cienfuegos, cuyo expediente aportado por autoridades de Estados Unidos a las autoridades de México para iniciarle en territorio nacional el correspondiente proceso judicial, luego de su detención en USA, fue desechado por el Fiscal mexicano sin las investigaciones de oficio a que estaba obligado. La lluvia de críticas que recibió, dejaron constancia de las dudas sobre la “autonomía” de su actuación.

Bajo el principio constitucional de “justicia pronta y expedita” es en el terreno del Fiscal General donde han faltado acciones más contundentes, frecuentes y precisas contra los grandes corruptos.

Por todo eso Gertz Manero acumuló en dos años y medio bajo el cargo un fuerte desgaste de imagen pública. Varios de los casos de CORRUPCION más sonados siguen atorados en su escritorio, sin avances sustanciales. Ni se diga del añejo EXPEDIENTE de la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa, que en el gobierno de AMLO dio un salto hacia atrás, porque fueron liberados muchos de los criminales —“por fallas en el debido proceso” —, detenidos y confesos de haber participado; si bien esto último fue responsabilidad del Poder Judicial, plagado de jueces venales, no deja de ser también responsabilidad de la Fiscalía —antes PGR— por haber integrado deficientemente las carpetas de investigación.

Y son las mismas dudas sobre el Lozoyagate —el de los sobornos de la constructora Odebrecht al director de Pemex—, que algunos quisieran dejar dormir el sueño de los justos, aunque sigue dando de qué hablar de vez en cuando, pero sepultado bajo sospechas de que desde Palacio Nacional han buscado salidas alternas para los involucrados, dejando de lado la auténtica impartición de justicia.

Y la perla que faltaba en el collar “anticorrupción” de AMLO: su instrucción de que la Secretaria de Seguridad Publica, Rosa Icela Rodríguez, concediera audiencia al buscado criminal de origen rumano, Florian Tudor, investigado por el FBI como presunto clonador de tarjetas de crédito en Europa y Estados Unidos, teniendo como base una poderosa banda que ha venido operando desde Cancún, Quintana Roo, desde donde presuntamente financia a candidatos a puestos de elección popular de varios partidos.

¿Y el cambio verdadero?

A pesar de todo, se puede afirmar que muchos mexicanos escépticos desearían equivocarse respecto de sus dudas ante la pretendida anticorrupción de la 4T y que López Obrador pueda ENCARCELAR a muchos de los mayores corruptos, así como recuperar los bienes y dinero sustraídos a la nación por esos malos mexicanos.

Pero la lucha de AMLO contra la CORRUPCION debe ser sistemática y programada, más no coyuntural ni por voluntarismo; debe ser imparcial y apegada a derecho, justificada en expedientes debidamente integrados.

Si el presidente quiere avanzar en ese eje central de su agenda tiene que atender las causas más escondidas del fenómeno, fincadas profundamente en la idiosincrasia mexicana, con una población proclive a “pasarse de viva”; los refranes lo trasmiten con claridad: "El que tiene más saliva come más pinole... Camarón que se duerme se lo lleva la corriente... Las leyes están para violarlas..." Y otras perlas que circulan en todos los estratos sociales, las cuales ilustran bien cómo desde niños muchos mexicanos son mal educados para sacar beneficios personales ilegítimos de cualquier “oportunidad” que se les cruce.

Este EJE FUNDAMENTAL del cambio verdadero tiene que ver con la educación, pero no está contemplado en el contenido programático de la 4T de AMLO, y las referencias al respecto contienen párrafos con un enfoque religioso y moral. Sin embargo, el fenómeno es muy complicado y NO es un asunto que deba o pueda ubicarse principalmente en esas categorías sino en la EDUCATIVA, cultural e histórica, y JURIDICA, las cuales tienen que ver con el respeto a las leyes y a los derechos de otros.

En el presente y en lo práctico, está claro que muchos acusados o sospechosos de enriquecimiento ilícito se pasean tranquilos o con escoltas por los más exclusivos lugares turísticos de México y del mundo. El Ferrari que usa el junior de Romero Deschamps para recorrer los mejores antros de Estados Unidos, México y otros países son solo un ejemplo del dispendio con dinero público.

A pesar de las leyes internacionales en la materia —para evitar lavado de dinero, uso de recursos de procedencia ilícita y evasión fiscal—, los corruptos siguen escondiendo sus millones de dólares en paraísos fiscales y continúan patrocinando a partidos y candidatos a puestos de elección popular en todo el país; para blindarse política y judicialmente...y para acrecentar sus fortunas llegado el momento de cobrar los favores.

Ese era el viejo sistema y es el mismo que sigue vigente. A López Obrador parece estarle resultando muy complicado desmantelarlo. Indudablemente lo es. Solo ha estado agitando el avispero. Por eso no deja de sorprender su INGENUIDAD ante el mayor problema de México. Un “Llanero solitario” que va directo al desfiladero.

Ante un enfrentamiento de gran magnitud contra los CORRUPTOS de grandes ligas, literal (sin duda la madre de todas las batallas nacionales; así lo entiende el presidente, por eso es un tema que nunca saca de su discurso) tuvo que llegar ARMADO hasta los dientes, con acuerdos nacionales e internacionales, pertrechado con misiles jurídicos DISUASIVOS de largo alcance para enfrentarlos y blindarse ante la debilidad del estado de derecho que padece la nación.

Está claro que el mandatario carece de una estrategia preparada por EXPERTOS INTERNACIONALES para ir tras los amantes del DINERO FACIL. Lo sentenció hace miles de años el estratega chino Sun Tzu, quien —vencedor de muchas batallas— tenía muy claro lo que hablaba: “Si no sabes ser débil, serás derrotado”.

AMLO debería ordenar a sus colaboradores echarse un clavado a la historia profunda y sacar lo mejor para atacar ese mal que impide el progreso de la nación.

Ya cualquier mediocre se le rebela al presidente, y es el caso con el gobernador de Tamaulipas, Cabeza de Vaca —en tránsito de desafuero legislativo para ser procesado por enriquecimiento ilícito—, quien pretendió presentarse en el horario estelar como un angelito dedicado al servicio de sus gobernados, y al mismo tiempo como DESAFIANTE tigre. De igual modo el intrascendente gobernador de Jalisco le ha gritoneado al presidente.

Incluso los empresarios corruptos de Iberdrola que pactaron con Felipe Calderón los contratos de energía desventajosos para las finanzas nacionales lanzaron sus manifiestos desafiantes contra la autoridad del Sr. Peje, y envalentonados le advirtieron que recurrirán a las instancias internacionales para poner a salvo sus ELECTRIZANTES negocios.

El presidente mexicano pareció no dejarse impresionar ante esos RUGIDOS de tigres de papel, y les respondió pidiendo a la Corte revisar los procedimientos del juez que favoreció a los inversionistas extranjeros sobre el derecho de preferencia para la empresa paraestatal que provee la energía a los mexicanos (la CFE). La tiene muy difícil, AMLO; enfrentarse a tiburones sin estrategia, con viejos arpones y con solo su imaginario BLINDAJE celestial, lo llevarán a una derrota evitable.

El problema con el tabasqueño es que llegó muy confiado en su amplia mayoría electoral, que al cierre de esta edición se mantenía contra viento y marea sobre el 60 por ciento de respaldo; tampoco le ayuda el hecho de que se deja guiar por la improvisación, fincada su esperanza en su fe religiosa y creyendo que contra sus adversarios goza de la protección divina. NO es ocurrencia del redactor. Es un hecho. Lo dijo ante cámaras: “Detente enemigo, que Jesús está conmigo” y aunque en ese instante se refirió a un blindaje contra el Covid-19, él lo hace extensivo a todos los ámbitos de su vida. Por lo mismo recurrentemente afirma que contra los malos de carne y hueso a él lo cuida la voluntad divina y el “pueblo bueno”, por eso repite que no necesita escoltas.

Pero las guerras no se ganan con voluntarismo bienintencionado sino con ESTRATEGIA y determinación; ni siquiera con un EJÉRCITO de seguidores que se mueve al son que le toque, y menos mal armado. México ya no necesita “niños héroes”. Con mártires no se construye futuro.

Aparte de algunos golpes espectaculares que seguramente regalará el presidente a sus pejelovers en su CRUZADA anticorrupción, por el tiempo y por factores múltiples como los mencionados, AMLO NO avanzará de raíz en esa promesa trascendental que le dio el triunfo holgado en la elección histórica... Y adiós sexenio... Otro cambio frustrado.

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