EdiciĂłn 405 |
TRAS LA PANDEMIA:
“La Nueva Anormalidad”
Alejandro RuĂz Robles
¡Qué recuerdos!
HASTA HACE UNOS MESES, la “normalidad” era vivir de acuerdo a los valores familiares comĂşnmente aceptados por la sociedad, atender a los principios religiosos que correspondieran a cada uno, el cumplimiento de las normas jurĂdicas, ser congruente con nuestras acciones, emociones y pensamientos; contar con un espĂritu de esfuerzo y superaciĂłn, estudiar a travĂ©s de la educaciĂłn formal y lo más importante, respetar al derecho ajeno. En este contexto, lo “anormal” era que se presentaran errores o acciones deliberadas contrarias; es decir, una excepciĂłn a nuestro actuar comĂşn.
No obstante, con la pandemia generada por el COVID-19 y un largo perĂodo de cuarentena, podrĂamos decir que hay un “algo” que ha revolucionado el cambio, de tal manera que veo con inquietud la nueva forma de vivir de los mexicanos a raĂz de que se reestablezcan las actividades sociales, educativas y econĂłmicas en MĂ©xico de conformidad con las medidas determinadas por las autoridades federales, estatales y locales. De tal manera que la llamada “Nueva Normalidad” por la autoridad, la veo yo como la “Nueva Anormalidad”.
“La Nueva Anormalidad”
LA RAZĂ“N DE LLAMARLA asĂ es simple, hay muchas situaciones contrarias a las que conocĂamos hasta hace unos meses y durante la pandemia. Cito varios ejemplos:
--Con la desapariciĂłn de los “Pueblos Mágicos” surgen los “Municipios de la Esperanza”. Los primeros eran considerados asĂ por las caracterĂsticas propias que se manifestaban en su arquitectura, artesanĂas, tradiciones y caracterĂsticas sociales y naturales que les dan una identidad Ăşnica, propia. Los segundos, son aquellos que por decreto la autoridad señala que no tienen riesgos de que se contraiga el COVID-19 y mucho menos, que haya un real peligro para la gente. Sin duda en ambos hay “magia”.
--Si algo ha sido una constante para motivar a los niños y adolescentes a que no abandonen la escuela, es incentivándolos a que estudien y se conviertan en profesionales de la ingenierĂa o arquitectura; no obstante, ahora ÂżcĂłmo les diremos que lo hagan?, máxime que la autoridad ha mencionado que no se necesita tener esta formaciĂłn para construir viviendas, caminos y mucho menos para extraer petrĂłleo; esto Ăşltimo es tan simple que basta hacer un hoyo para explotarlo. Y ni que decir de los mĂ©dicos o profesionales de la salud que han sido tildados de oportunistas, de enriquecerse a costa de la salud del pueblo por ser neoliberales.
En este sentido, recuerdo que en mi “normalidad” estos profesionales nos dieron grandes apoyos; basta recordar sus acciones en momentos de tragedia para México, como fueron los terremotos de 1957, 1985 o 2017. Ni hablar de su esfuerzo durante esta pandemia.
¡Paseos con militares y con una izquierda feliz, feliz!
--Ni que decir del orgullo que era caminar por las calles, disfrutar de los jardines, recorrer los sitios turĂsticos saludando a la gente y bajo la vigilancia de los policĂas en ocasiones. Desafortunadamente, ahora serán los militares los que estarán cuidando a la ciudadanĂa, ante la mirada atĂłnita de los humanistas y el aplauso de los izquierdistas que antes se mostraban contrariados de su presencia. Lo que antes eran profundas convicciones y lucha continĂşa, ahora serán posiciones acomodaticias a los designios de una autoridad que los ha traicionado.
Empresarios de Ă©xito y libertad de expresiĂłn
--El odio a los empresarios se traslada en sonrisas cuando quienes generan riqueza son los familiares de quienes detentan el poder. Las asignaciones directas han dejado de ser consideradas corrupciĂłn y quienes sean corruptos pueden ser exonerados con las palabras de un iluminado. Pensar que alguien lograra el Ă©xito econĂłmico en menos de dos años era prácticamente imposible; hoy hay quien con menos de mil dĂłlares en su cartera puede crearles empresas a sus hijos, pasearlos por el mundo y darles lujos. Antes sĂ© era feliz al vestir bien y poseer un guardarropa; hoy son objeto de condena y quien lo hace, suele utilizar zapatos de casi mil dĂłlares. El bienestar y la felicidad, dichas por la autoridad sustituyen cualquier Ăndice de mediciĂłn de la realidad econĂłmica, polĂtica o social y ni hablar de las gráficas que son interpretadas, al contrario.
--Lo que antes era libertad de expresiĂłn, ahora se ha convertido en persecuciĂłn polĂtica contra las autoridades. Las editoriales que antes eran objetivas se han convertido en medios mentirosos, aunque sigan su mismo estilo periodĂstico. La verdad que resulta de la investigaciĂłn objetiva desaparece ante las fuentes ficticias, los “otros datos”. Denostar a otros se ha convertido en el ejercicio pĂşblico.
Más de lo nuevo
- LO QUE ANTES ERA respetar la palabra dada, el acuerdo pactado o la norma escrita, hoy desaparece con un simple decreto; e incluso, si te equivocas en su publicaciĂłn oficial digital, basta bajarla y subirla a satisfacciĂłn; de tal manera que se vuelve obsoleta la fe de erratas. Las estampas religiosas desplazan cualquier medicamento; asĂ como las viejas energĂas fĂłsiles se convierten en las nuevas energĂas alternativas que desplazan a las energĂas renovables. Las pandemias reconocidas por la ciencia se desvanecen con la decisiĂłn de un ser iluminado y si Ă©ste llega a difundir algo con errores, inmediatamente se baja y se acusa a los enemigos del pueblo.
- LAS PALABRAS Y LOS CONCEPTOS contrarios pasan ahora a ser idénticos: desempleo por estabilidad laboral, regresión por progreso, austeridad por opulencia, bienestar por pobreza, globalización por aislamiento, neoliberales por feministas o defensores de derechos humanos, servidores públicos honestos por corruptos,
- A TAL GRADO HAN CAMBIADO los significados que saludar a la madre de un narcotraficante responsable de muertes de civiles es una acciĂłn humanitaria y no el hecho de atender a las madres de las vĂctimas.
- MENCIĂ“N APARTE MERECE ser sensible con la tragedia. Hoy cambia la situaciĂłn y resulta que Ă©sta “cae como anillo al dedo” y sus resultados mortales mayores que los de otros paĂses, no son representativos si son menores de los provocados por la violencia. Para esto no encuentro interpretaciĂłn alguna.
Mundo al revés
EN ESTE NUEVO mundo al revĂ©s, las ideologĂas desarrolladas por dĂ©cadas hoy pasan a ser ocurrencias y se transforman en ideas válidas si se dictan desde un evento matutino. La unidad de los mexicanos sĂłlo cuenta cuando se unen en contra de quienes no están a favor de la actuaciĂłn del gobierno. Los programas de entretenimiento que eran protagonizados por actores hoy se destacan por sus polĂticos. La página de los periĂłdicos más buscada por las personas ya no es la secciĂłn de sociales sino los obituarios. Los sermones que se daban en las iglesias, hoy se presencian en los sitios gubernamentales.
--La honestidad era un aspecto de congruencia, no de elocuencia. Hoy a los delincuentes se les libera de su encierro y a los ciudadanos se encierran en sus casas. Los bloqueos de carreteras hechos por el magisterio no son disensos para presionar a la autoridad sino métodos para alcanzar acuerdos.
En fin, ante este nuevo paradigma sĂłlo me resta señalar el orgullo y la alegrĂa que me provoca haber vivido y ser producto de mi “vieja normalidad”.
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