Buscar Autor o Artículo


PULSE LA TECLA ENTER

Voces Diario

Banner

459

Banner

Posada del Periodista

Banner

460

Banner

458

Banner

457

Banner

456

Banner

455

Banner
PDF Imprimir E-mail

Ver Otros Artículos de Este Autor

Edición 397
Escrito por Thierry Meyssan   
Martes, 29 de Octubre de 2019 08:05

 39710

La comunidad internacional expresa en público temor ante la brutalidad de la ‎intervención turca en el norte de Siria.

La invasión turca en “Rojava”‎

Thierry Meyssan

Pero en realidad se felicita, extraoficialmente, ‎por esta intervención, vista como la única posibilidad viable de lograr un regreso a la paz ‎en esta región. La guerra contra Siria se termina con un crimen más. Ahora queda por ‎determinar el destino de los mercenarios extranjeros concentrados en Idlib, de los ‎yihadistas rabiosos, hijos de una guerra de ocho años particularmente sanguinaria y cruel. ‎

En 2011, Turquía organizó, como se le había solicitado, la migración de tres millones de sirios para ‎debilitar la República Árabe Siria.

A PARTIR DE ESE MOMENTO,Turquía apoyó a la Hermandad ‎Musulmana y sus grupos yihadistas, incluyendo al Emirato Islámico (Daesh), y de paso saqueó las ‎instalaciones de la ciudad siria de Alepo, cuyas maquinarias fueron utilizadas para instalar ‎fábricas de imitaciones de artículos de grandes marcas en los territorios controlados por Daesh.

ENTUSIASMADApor las victorias que obtuvo en Libia y Siria, Turquía se convirtió en la gran ‎protectora de la Hermandad Musulmana, se acercó a Irán y desafió a Arabia Saudita. Desplegó ‎bases alrededor del reino saudita –en Qatar, Kuwait y Sudán– y después contrató oficinas ‎occidentales de relaciones públicas y destruyó la imagen del heredero designado del trono saudita ‎‎–el príncipe Mohamed Ben Salman–, principalmente orquestando el “caso Kashoggi” ‎‎ [1].‎

Extender poderío

POCO a poco, Turquía se planteó extender su poderío, ambicionando incluso convertirse en el 14º ‎imperio mongol. Creyendo erróneamente que esa evolución se debía sólo a la influencia de Recep ‎Tayyip Erdogan, la CIA trató varias veces de asesinarlo, llegando a provocar el intento de golpe ‎de Estado frustrado en julio de 2016. Vinieron después tres años de incertitudes, que terminaron en ‎julio de 2019, cuando el presidente Erdogan decidió hacer prevalecer el nacionalismo sobre el islamismo ‎‎ [2]. ‎

Hoy en día, Turquía, aunque sigue siendo miembro de la OTAN, hace posible la llegada del gas ruso hasta los ‎países de la Unión Europea y compra a Moscú los sistemas antiaéreos S-400 [3]. También ha optado por proteger a las minorías –incluyendo a los kurdos– ‎y ya no exige que un turco sea musulmán sunnita sino sólo que sea fiel a su Patria.

Durante el verano, el presidente estadounidense Donald Trump anunció su intención –ya ‎expresada antes, el 17 de diciembre de 2018– de retirar las fuerzas militares de Estados Unidos ‎ilegalmente presentes en suelo sirio, comenzando por las que estaban en los territorios sirios ‎designados en Occidente como Rojava, poniendo como condición que se cortara la ruta de ‎comunicación terrestre entre Irán y el Líbano –lo cual es nuevo. Turquía aceptó ese compromiso ‎a cambio de poder ocupar militarmente la franja de territorio sirio (de 32 kilómetros de ‎profundidad) a lo largo de la frontera común, espacio desde donde los artilleros kurdos podían bombardear ‎el territorio turco.

Rusia hizo saber que no apoyaba a los grupos armados kurdos (YPG), que han cometido crímenes ‎contra la humanidad, y que aceptaría una intervención turca si se permitía el regreso de la ‎población cristiana a los territorios de donde fue expulsada, compromiso que Turquía aceptó.

Siria hizo saber que no rechazaría de inmediato la intervención turca si sus tropas podían liberar ‎una extensión de territorio equivalente en la gobernación de Idlib, lo cual aceptó Turquía.

Irán hizo saber que, aunque desaprueba toda intervención turca, su presencia en Siria sólo ‎busca proteger a las poblaciones chiitas y que no le interesa lo que suceda en Rojava, ‎precisión de la cual Turquía tomó nota. ‎

‎Varios encuentros de alto nivel y cumbres fueron organizados para examinar las consecuencias de ‎esas posiciones y arreglar cuestiones secundarias –por ejemplo, el ejército turco no explotará el ‎petróleo en la franja fronteriza de suelo sirio sino que lo hará una compañía estadounidense. ‎Primeramente se realizaron los encuentros de alto nivel entre los consejeros de seguridad de ‎Rusia y Estados Unidos y luego se reunieron los jefes de Estado de Rusia, Turquía e Irán.

EL 22 DE JULIO DE 2019,Turquía anuncia la suspensión de su acuerdo migratorio con la Unión ‎Europea [4].
EL 3 DE AGOSTO, el presidente turco Erdogan nombra nuevos oficiales superiores, entre ellos ‎varios kurdos, y ordena la preparación de la operación militar en Rojava [5].‎

EL PRESIDENTE ERDOGANordena también que el ejército turco se retire ante las fuerzas del Ejército ‎Árabe Sirio (el ejército regular de Siria) en la gobernación de Idlib, para que Siria pueda liberar allí ‎un territorio equivalente al que va a ser invadido por Turquía en el noreste. El 23 de agosto, el Pentágono ordena el desmantelamiento de las fortificaciones de las YPG para ‎que el ejército turco pueda realizar una ofensiva relámpago [6].‎
EL 31 DE AGOSTO,en respaldo al ejército del gobierno sirio, el Pentágono bombardea una reunión ‎de dirigentes de al-Qaeda en la región de Idlib utilizando datos de inteligencia ‎proporcionados por Turquía [7].‎
El
18 DE SEPTIEMBRE, el presidente Trump destituye a su consejero de seguridad nacional, John ‎Bolton, y nombra en ese cargo a Robert O’Brien, quien ya se había ocupado de “arreglar” las ‎consecuencias del golpe de Estado frustrado en Turquía en julio de 2016 [8].‎
EL 1º DE OCTUBRE, el presidente Erdogan anuncia la relocalización inminente de dos millones de ‎refugiados sirios en los territorios sirios designados como Rojava [9].‎

EL 5 DE OCTUBRE, Estados Unidos solicita a los países miembros de la coalición internacional que ‎‎“recuperen” a sus ciudadanos yihadistas detenidos en Rojava. El Reino Unido solicita que los yihadistas británicos sean enviados a Irak mientras que Francia y Alemania rechazan la petición ‎estadounidense [10].‎

EL 6 DE OCTUBRE, Estados Unidos anuncia que ya no se considera responsable de los yihadistas detenidos ‎en Rojava, territorio que va a quedar bajo la responsabilidad de Turquía.

EL 7 DE OCTUBRE, las fuerzas especiales estadounidenses comienzan a retirarse de Rojava.

EL 9 DE OCTUBRE, tropas turcas –encabezadas específicamente por oficiales kurdos– y milicias ‎turcomanas que operan bajo la bandera del llamado Ejército Libre Sirio invaden la franja de territorio sirio de 32 kilómetros de profundidad a partir de la frontera turco-siria, territorio que ‎se hallaba bajo control de las YPG kurdas. ‎

¿Legalidad?

LA OPERACIÓN“Manantial de Paz” es perfectamente legal en derecho internacional si se limita a la ‎franja fronteriza de 32 kilómetros y si no inicia una ocupación turca por tiempo indefinido ‎‎ [11]. Es por esa razón que el ejército turco utiliza las milicias turcomanas sirias ‎para perseguir a los kurdos de las YPG en el resto de «Rojava». ‎

‎La prensa internacional, que no fue capaz de seguir la secuencia de acontecimientos en el terreno y se conformó con repetir las declaraciones oficiales contradictorias de los últimos meses, no sale de su ‎asombro. Todos los países denuncian a coro la operación militar turca –al igual que ‎Estados Unidos, Rusia, Israel, Irán y Siria– pero todos la negociaron y la avalaron. Los que ‎amenazan a Turquía harían bien en pensar en el posible regreso de “sus” yihadistas, fogueados ‎durante la larga guerra en Siria, que aún están en Idlib. ‎

El Consejo de Seguridad de la ONU se reúne en sesión urgente, a solicitud del presidente francés ‎Emmanuel Macron y de la canciller alemana Angela Merkel. Para que no se vea que nadie ‎se opone realmente a la intervención turca –ni siquiera Francia– ese encuentro se hará a ‎puertas cerradas y ni siquiera habrá de emitirse una declaración del presidente del Consejo. ‎

Es poco probable que Siria, país exangüe, pueda recuperar de inmediato esa franja de territorio –‎Irak tampoco ha podido liberar la ciudad de Bachiqa, a 110 kilómetros de la frontera con Turquía, ‎y la Unión Europea tampoco ha liberado la tercera parte de Chipre, que Turquía ocupa ‎desde 1974. ‎

‎A pesar de las solicitudes de Francia y Alemania, el Consejo Atlántico no se ha reunido. El 11 de ‎octubre, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, llega a Ankara para asegurarse de ‎que la operación está funcionando. Y celebra la grandeza de Turquía, ignorando así los llamados ‎de Alemania y Francia [12]. ‎

El 13 de octubre, ya en plena debacle, las YPG introducen cambios en su dirigencia. Siguiendo ‎los consejos de Rusia, los dirigentes kurdos –que siempre han mantenido negociaciones con la ‎República Árabe Siria– llegan a la base aérea rusa de Hmeimim para hacer una declaración de lealtad ‎‎a Siria [13]. Pero ‎algunos miembros de la dirección de las YPG cuestionan la renuncia al proyecto de Rojava. ‎

El 14 de octubre, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anuncia la adopción de ‎sanciones contra Turquía. Pero son sanciones puramente simbólicas que permiten a Ankara ‎continuar su operación militar ignorando las críticas [14].‎

El presidente Trump logra así cerrar la cuestión de Rojava. El ejército ruso ha tomado las ‎bases estadounidenses, abandonadas por las fuerzas de Estados Unidos, como mensaje que ‎confirma el lugar que Rusia ocupa ahora en la región… en lugar de Estados Unidos. Siria, ‎denuncia la intervención turca… pero ha liberado una cuarta parte de su territorio nacional. Turquía ‎resuelve la cuestión del terrorismo kurdo y se plantea resolver la de los refugiados sirios. ‎Para ella será grande la tentación de no detenerse ahí. ‎

[1] “EXCLUSIVE: Saudi Arabia’s ‘strategic plan’ to take Turkey down”, David Hearst y Ragip Soylu, Middle East Eye, 5 de agosto de 2019.

[2] «Turquía renuncia nuevamente ‎al Califato, por segunda vez», por Thierry Meyssan, ‎‎Red Voltaire, 13 de agosto de 2019.

[3] «Turquía no se alineará con la OTAN ‎ni con la OTSC», por Thierry Meyssan, Red Voltaire, ‎‎6 de agosto de 2019.

[4] «Turquía suspende su acuerdo con la ‎Unión Europea sobre los migrantes de ‎terceros países‎», ‎‎Red Voltaire, 31 de julio de 2019.

[5] «Turquía se prepara para invadir el norte ‎de Siria‎», Red Voltaire, 5 de agosto ‎de 2019.

[6] «Combatientes kurdos desmantelan sus ‎fortificaciones en el norte de Siria», Red Voltaire, 25 de agosto de 2019.

[7] «Bombardeos estadounidenses contra al-Qaeda en Idlib», Red Voltaire, 1º de septiembre de 2019.

[8] «El negociador sobre ‎rehenes, Robert O’Brien, designado nuevo ‎consejero de seguridad nacional», Red Voltaire, 20 de septiembre ‎de 2019.

[9] «El plan de Erdogan para el norte ‎de Siria», Red Voltaire, 2 de octubre de 2019.

[10] «Declaración de la Casa Blanca sobre los ‎terroristas del norte de Siria», Red Voltaire, 6 de octubre de 2019.

[11] «¿Qué es la operación “Manantial de Paz”?‎», Red Voltaire, 11 de ‎octubre de 2019.

[12] «Declaración del secretario general de la ‎OTAN sobre la operación turca ‎‎“Manantial de Paz”», por Jens Stoltenberg, Red Voltaire, 11 de octubre 2019.

[13] «El acuerdo de Hmeimim entre las ‎milicias kurdas y Siria», Red Voltaire, 15 de octubre de 2019.

[14] “Donald Trump Regarding Turkey’s Actions ‎in Northeast Syria”, por Donald Trump, Voltaire Network, 14 de octubre ‎de 2019.



More articles by this author

Ucrania: La ideología de los banderistasUcrania: La ideología de los banderistas
    Ucrania: La ideología  de los banderistas Thierry Meyssan  Después de un largo...
El significado de la guerra en el siglo XXIEl significado de la guerra en el siglo XXI
  El significado de la guerra en el siglo XXI Thierry Meyssan Interrumpiendo nuestra...
 

Compartir

 

¿Quién está en línea?

Tenemos 1190 invitados conectado(s)

Noticias

273 Suplemento

Banner

454

Banner

453

Banner

452

Banner

451

Banner

450

Banner