PUNTO CRÍTICO JORGE SANTA CRUZ (Exclusivo para Voces del Periodista)
Peña terminará de entregar a México
EL GENERAL OSCAR NARANJO, ex jefe de la Policía Nacional de Colombia y flamante asesor de Enrique Peña Nieto, virtual presidente electo de México, propuso crear grupos de choque para enfrentar al narcotráfico.
El trinfalista Peña Nieto.
LUEGO, SU JEFE PEÑA NIETO declaró, sin rodeos, que su estrategia de combate a la delincuencia organizara no variará mucho, con respecto a la de Felipe Calderón, que ha dejado más de 53 mil muertos y diez mil desaparecidos.
No se podía esperar otra cosa de ambos personajes, porque los dos responden a los intereses de Washington.
Lo que la Casa Blanca quiere es que la economía mexicana se siga desgastando por la creciente violencia de las organizaciones criminales y la torpe reacción del gobierno de nuestro país.
En la medida en que nuestra economía deje de producir, será todavía más dependiente de la norteamericana, con las ventajas geopolíticas que ello supone para el gobierno de los Estados Unidos y las grandes corporaciones trasnacionales a las que protege.
¿Que haya cierre de empresas en México? No importa. Lo que dejen de producir será importado, en dólares, por supuesto.
Por lo demás, ¿qué importa que Naranjo venga a crear grupos de choque en México como los que multiplicaron la violencia en Colombia? Esos grupos paramilitares terminaron por sumir al país en una espiral de violencia que permitió a Washington instalar bases militares en suelo colombiano. Imagínese, amigo lector, que EU hiciera lo mismo en nuestra tierra.
Los cálculos de EU son muy precisos: Peña Nieto mantendrá la Iniciativa Mérida, pero ante sus "limitados resultados", apoyará la formación de los grupos paramilitares de Naranjo. Como todo lo anterior resultará "insuficiente", no quedará más remedio que firmar con México un acuerdo para que vengan las tropas estadounidenses. Así de sencillo.
Seguridad nacional en manos de EU
De esta forma se concretaría la entrega de todo México, como lo ha advertido el doctor John Saxe-Fernández, autor de un libro básico para la comprensión de la historia contemporánea: "La compra-venta de México".
La banca está, mayoritariamente, en manos extranjeras. El sector energético se ha reducido al mínimo, con una empresa como Petróleos Mexicanos que debe más de lo que vale, y con la Comisión Federal de Electricidad que mantiene parada casi la mitad de su planta generadora de energía eléctrica, para beneficiar a los productores privados.
El campo mexicano fue abandonado a propósito por los gobiernos neoliberales y, en consecuencia, México está a expensas de lo que le quieran vender unas cuantas compañías oligopólicas como Monsanto y Cargill, que experimentan con semillas transgénicas, cuyos efectos sobre la salud humana no han sido valorados de manera suficiente, ni aquí, ni en el resto del mundo.
El sector aeronáutico ha sido acaparado por líneas foráneas, que, comedidamente, comparten el mercado con otras que son propiedad de magnates mexicanos que también controlan sectores como la construcción, las telecomunicaciones, los medios de comunicación y el turismo.
Lo único que falta de entregar es la Seguridad Nacional: esa será la misión de Peña Nieto y del general Naranjo.
De entrada, el asesor colombiano podrá ordenar -de manera indirecta- a los futuros secretarios de la Defensa Nacional y de Marina; también al titular de la Secretaría de Seguridad Pública y al de la Procuraduría General de la República. El gobierno de los Estados Unidos estará servido.
El siguiente paso lo tendrá que dar el PRI en el Congreso, a instancias de Peña Nieto: formalizar la instalación de bases militares estadounidenses en territorio mexicano.
Lo que seguirá después
Lo demás, será lo de menos:
1. La privatización de lo que queda de Petróleos Mexicanos y de la Comisión Federal de Electricidad.
2. La privatización del agua, mediante las Asociaciones Público-Privadas, aprobadas por el PRI y el PAN en la actual legislatura.
3. La privatización de las cárceles y la entrada de corporaciones paramilitares extranjeras, para cuidar de los grandes consorcios globales instalados en México.
4. La aprobación de la Reforma Hacendaria, con más impuestos para las clases media y baja, y más privilegios para los grupos trasnacionales.
5. La aprobación de la Reforma Laboral, que dejará en la indefensión a los trabajadores y dará un poder absoluto a los patrones.
6. La consolidación de los oligopolios de la comunicación, con el de Televisa y Televisión Azteca, en primer lugar.
7. La depauperación cultural de los mexicanos, a quienes se les darán cada vez peores contenidos, so pretexto de que los medios deben dar lo que el público pide.
8. La democrática legalización del consumo de drogas, bajo el argumento de que la estrategia violenta fracaso y de que se atenderá esta demanda de la sociedad mexicana. Esto formalizará la existencia del Narco-Estado en México.
El fin último
La parte final del plan tiene que ver con la consolidación de la telecracia, como la define Giovanni Sartori; de una telecracia que adormezca la conciencia de los mexicanos, en combinación con las drogas. Que los vuelva acríticos, indiferentes, dóciles, manipulables. Mexicanos de acta de nacimiento, no mexicanos por convicción. Mexicanos de futbol, de telenovelas y de pornografía cinematográfica, no mexicanos de trabajo y superación.
Un México así, sumiso, esclavo, será el cómodo generador de riqueza que siempre han querido al otro lado de nuestra frontera norte.
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