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Edicion 273

¡Alto al fuego!

En el artero ataque contra los periodistas mexicanos

 

JORNADA DE SOLIDARIDAD DE
PEN INTERNATIONAL
EN NUESTRO PAÍS


PEN

 

La  grave situación del periodismo y de sus oficiantes en México ha pasado de ser un asunto doméstico de nuestro gremio, para convertirse en una prioridad indignada de la comunidad profesional en el mundo, que asiste a diversos foros e instancias jurídicas para demandar, literalmente, un  ¡alto al fuego! en el ataque sistemático a personas, instituciones y empresas que, cada una desde su atalaya, clama por el irrestricto respeto a la Libertad de Expresión y el Derecho a la Información que, consagrados en la Constitución, sin embargo en los hechos son letra muerta para el Estado mexicano.

La vasta dimensión de los peligros que en México implica el ejercicio periodístico,  ha movido la solidaridad de PEN International que, enterado de los 67 asesinatos y doce desapariciones sólo a partir del año 2000, ha solicitado a los gobiernos de Canadá, los Estados Unidos y la Unión Europea, colocar el tema en su agenda de política exterior y condicionar el futuro apoyo en materia de lucha antinarcóticos a que el gobierno mexicano tome acciones genuinas y efectivas para atender violaciones graves a los Derechos Humanos cometidas contra periodistas. En esa dirección PEN Japón y PEN Inglaterra ya han manifestado su apoyo.

En una intensa jornada de varios días realizada aquí a finales de enero, el presidente de PEN International, John Ralston Saul, denominó la represión contra periodistas “un asalto a la dignidad y los derechos de todos los mexicanos, y una mancha en la reputación de México a escala internacional”, y convocó a una acción inmediata y definitiva que ponga fin a la escalada de violencia que conculca las libertades civiles y políticas en nuestro país.

En la sede que estimaron más apropiada para su gestión -la del Club de Periodistas de México- los directivos de dicha institución divulgaron ejemplares de una declaración de prominentes galardonados con el Premio Nobel y laureados escritores, y un llamamiento propio “para frenar la guerra contra periodistas, escritores y globeros en México”. El primer documento es una expresión de reconocimiento al coraje de nuestros periodistas, y de respaldo “a ustedes y a todos los ciudadanos mexicanos que claman por que las matanzas, la impunidad y la intimidación se detengan. Hacemos un llamado al gobierno mexicano”, agregan, “para que esclarezca los crímenes, persiga y encarcele a todos aquellos que han silenciado a sus colegas y que ahora intentan silenciarlos a ustedes”.

En el manifiesto de PEN International se exige: a) asegurar que el llamado mecanismo para proteger y prevenir agresiones contra periodistas sea transparente y accesible, que cuente con el conocimiento técnico y recursos adecuados, y que pueda adoptar e instrumentar decisiones vinculantes sobre la protección; b) asegurar investigaciones y juicios expeditos, sólidos e imparciales de todo perpetrador, que se lleven a cabo en el orden federal, y destinar los recursos necesarios que permitan lo anterior; c) reformar las normas y políticas que aseguren que los periodistas y medios de orientación diversa puedan operar sin amenaza de una sanción legal, y ch) reformar las normas para asegurar que todos los delitos cometidos presuntamente por miembros de las fuerzas de seguridad sean investigados y juzgados por autoridades civiles.

John Ralston Saul sintetiza: “Somos gente de palabra todos nosotros. La vida de un periodista de Juárez y la libre expresión de un bloguero son tan esenciales como la vida y la libre expresión de un Premio Nobel. El derecho de todos los ciudadanos a leer en cualquier forma, a escuchar en toda forma, a cuestionar a su gusto, a intervenir si así lo quieren, depende de la habilidad de todos nosotros, pero se debe escribir y hablar sin miedo…”.

Jennifer Clement, presidenta de PEN Club de México, señaló que ¡PEN protesta! es una experiencia importante por ser la primera de ese tipo que se realiza en nuestro país. Es la primera vez que periodistas y escritores de México y de todo el mundo se unen para levantar la voz contra la violencia y contra el peligro que ésta entraña para la libertad y la democracia emergente en el país.

 

 

 



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