Edición 271 |
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Imperialismo
mundial sionista
Sus tentáculos son las logias. Padecemos mucho sin tener culpa de una globalización, con repercusiones a diestra y siniestra.
El entorno se ha metalizado, no hay lugar para el espÃritu. Y si nosotros, conscientes de lo que pasa, no lo cuidados y mordemos el anzuelo del bienestar, y de la alta categorÃa social, lo rebajaremos a lo Ãnfimo; pero hemos de considerar que la premisa de “tanto tienes, tanto valesâ€, es cierta para los demás, pero no para nosotros, con aspiraciones de algo mucho más elevado.
Conforme a la educación recibida, cada persona reacciona y se va o no, tras el dinero y el modo fácil de ganarlo. Los valores han sido sustituidos por antivalores: la avidez por el oro, por la mentira, por la apariencia, etcétera, que nos conducen a un camino falso. En todas las profesiones hay y habrá los contrastes de la Ética, o su contraparte.
Estamos asà porque algo ajeno a nosotros se ha infiltrado en cada nación del mundo. México, hoy por hoy, es un coctel explosivo, pero expliquémonos: Sión se cree llamado a cumplir el “Destino Manifiestoâ€; para Sión, por ser él, el “pueblo escogidoâ€, nadie más que él tiene derecho a subyugar, corromper, saquear, matar, y adjudicarse el poder universal en sus manos.
Consideremos lo que el historiador judÃo, escritor e historiador, Arthur Koestler, en la página 17 de su libro informativo, “The Thirteen Tribe†(“La décimo tercera tribuâ€), asegura: “La gran mayorÃa de los judÃos en el mundo, después de la ‘Segunda Guerra Mundial’, era de origen oriental y, por lo tanto, quizás principalmente de origen de Khazar. Si fuera asÃ, esto significarÃa que sus antepasados no vinieron del Jordán, sino del Volga; no del Canaán, sino del Cáucaso, del que se suponÃa que era la cuna de la raza aria. Genéticamente, son más estrechamente relacionados con las tribus hunas, uiguras y magiares, que con la semilla de Abrahán, Isaac y Jacob. Si este fuere el caso, entonces el término antisemÃtico carecerÃa de significado, con base en el MALENTENDIDO que comparten los asesinos y las vÃctimas. La historia del Imperio de Khazar, como surge lentamente del pasado, comienza a verse como la BROMA más cruel de la historia.â€
Sión se ha apoderado del oro, la plata, el platino, el uranio, las piedras preciosas, el petróleo, el carbón mineral, el gas y cuanto produce enormes utilidades.
Manipula a través de los grandes medios informativos, porque son suyos. Ataca a los árabes, que sà son semitas y, valiéndose de la gente que tiene incrustada en los Estados Unidos, su mayor aliado, se erigió en el Estado de Israel, en 1948.
En 1967 lanzó una guerra relámpago y, después de siete dÃas, despojó a los palestinos de su territorio natal y desde entonces los tiene en campos de concentración en la Franja de Gaza. Los bombardea, los mata y no quiere devolverles las tierras que son suyas. Los judÃos que vengan del Imperio de Khazar son una opción, pero existen otros judÃos, los israelitas, que se dicen descendientes del pueblo escogido. Nos quedamos en suspenso, por la valentÃa de los palestinos de reclamar un Estado para ellos. La ONU aceptó, en principio, pero bien sabemos que a dicha organización la maneja el gobierno de los Estados Unidos, y que al gobierno de los Estados Unidos lo manejan, a su vez, los sionistas, los que ya se posesionaron no sólo de la economÃa europea, sino del planeta entero. Están en los cinco continentes. Su ariete y sus tentáculos son las logias masónicas; en EUA se cuentan entre dos mil y dos mil 500; han proliferado desde George Washington, quien recibió de Lafayette la Llave de La Bastilla, y la colgó a la entrada de su residencia en Mont Vermont. No es raro, pues, que afuera de la finca del primer presidente norteamericano hubiera hileras de cabañas para sus esclavos negros.
El Capitolio está pleno de sÃmbolos masónicos. Las logias congregan a sus adeptos entre las clases media y alta. Ofrecen riquezas y altos puestos. Prefieren a los cientÃficos, investigadores, literatos, porque es vital tener control y se allegan, también, a los comunicadores. Se van sobre televisoras, estaciones de radio, periodistas, etcétera; lo hacen para controlar a la opinión pública a través de ellos. Uno de sus mejores instrumentos son las agencias de noticias internacionales: la AP, Reuters, AFP, EFE, DPA y por el estilo.
La MasonerÃa se viste de inocencia. Las que son sociedades secretas, con ritos sangrientos, que disponen de las vidas de los “hermanos†cuando son estigmatizados por algún “errorâ€, sea de deslealtad o circunstancial, el “Caballero Kadosh†los elimina. Sus armas suelen ser el veneno, las dagas, los “accidentesâ€, las bombas, los “suicidiosâ€, etc. En la oscuridad de sus ceremonias, alumbradas por mechones encendidos, ofrecen a su amo y dios, el macho cabrÃo, los sacrificios. Pero afuera de sus templos en tinieblas se muestran como asociaciones culturales, o de ayuda, para los demás. Toman el altruismo como bandera.
Quien entra a una logia pierde su libertad. No dispondrá de sà mismo.
Los estadounidenses, en general, se encuentran ajenos a la verdad. Ellos sostienen a Israel con sumas estratosféricas de dólares que son destinadas de éste.
El “Mosadâ€, la red de espionaje más grande y completa del mundo, está bajo la bandera de la estrella de seis puntas.
En el caso de México, se encuentra a kilómetros de saber de dónde proviene el interés por sus riquezas naturales. Es un territorio, el suyo, que codician. Por eso introdujeron los EUA las logias encargadas de provocar el derrocamiento de Iturbide, de Guerrero y de Francisco I. Madero, prohombres mexicanos. Los yorquinos fueron la avanzada, en 1821. A Madero lo mandó matar el embajador norteamericano Henry Lane Wilson. Fue el asesino intelectual. La invasión de Pancho Villa a Columbus despertó la rabia y el rencor de los que manejan el supragobierno y, para vengarse y aprovecharse, indujeron  más violencia a la Revolución Mexicana. Ellos hicieron la revolución. Les vendÃan armas a todos, y los cabecillas acabaron matándose unos a otros. El dolor, la orfandad, el abuso, ya los hemos sufrido. Por el momento, pretenden, a través de las susodichas logias, adueñarse de México mediante el narcotráfico.
Nosotros no estamos de acuerdo. Sabemos que los polÃticos más relevantes, que se pelean la Presidencia de la República, pertenecen a esa clase de sociedades, y están patrocinados económicamente por ellas. Son asesorados por los miembros del llamado Club de Bilderberg. De modo que nos encontramos en una terrible encrucijada. La exigencia de que México acabe con el contrabando de armas es para nuestros vecinos del norte. Los que contrabandean son los gringos. Por desgracia, el presidente Felipe Calderón parece estar ciego. No ve y no oye lo que su pueblo le pide. Poseemos un gran Ejército, patriota y valiente, pero las armas, las principales, las tienen ellos, y las tienen los señorones del crimen organizado. Por eso, presidente Calderón: ¡deténgase a oÃr a un pueblo sangrante y victimizado! Tómese un rato en leer lo que la prensa nacional le dice.
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