Edición 347 |
HAY NOTICIAS PARA las que nadie te prepara, etapas que sabes que culminan pero no imaginas en qué momento y cuando el tiempo te alcanza y supera en la carrera no queda más remedio que estar listo y confiar en que cada instante lo aprovechaste hasta el final.
MENSAJES como el anterior los aprendà de un gran maestro, que si bien era famoso por sus emotivos discursos con personajes como Adela Micha o en medio de conferencias multitudinarias, detrás de todos ellos existió un hombre maravilloso, lleno de conocimiento y pasión por la vida, mismos que transmitÃa a todo el que podÃa gracias a sus atractivas historias con el conocido “Filósofo de Güemezâ€.
Cuando recibà la noticia de su fallecimiento no lo podÃa creer, la muerte es asÃ, sorpresiva, imprudente. Irrumpe en los lugares que menos la esperan, muchas veces no avisa y por si fuera poco ladrona, porque casi siempre nos quita a quienes queremos o admiramos.
El Doctor Ramón era un hombre lleno de paz, no sólo para transmitirla a quienes acudÃan a escucharlo sino con cualquiera que le conociera, aquellos que tuvieron la dicha de convivir con él estarán de acuerdo en que de él sólo emanaban palabras de amor, agradecimiento y ánimo, aún con quienes pudiesen obrar con descuido siempre buscaba resaltar sólo lo mejor de la gente, decirles sus talentos y cuan bellos eran por el simple hecho de estar vivo.
Una de sus obras más recientes resaltaba la importancia del tiempo, de darnos un instante para amar, para disfrutar de la vida. Si el Filósofo estuviese a mi lado me dirÃa que la vida es ese reloj que creemos siempre dará vueltas, sin embargo su pila sà tiene una fecha de caducidad, la cual desconocemos.
Ese reloj te da de regalo cada dÃa 24 horas, ¿Qué haces con ellas? Si realmente fuésemos conscientes de la valÃa de cada minuto que compone esas horas, ¿las ocuparÃamos de la misma forma? ¿Qué harÃas tú con cada minuto de tu vida si supieras la caducidad de tu reloj? ¿SeguirÃas dónde estás? ¿Le dirÃas algo especial a alguien? Si al conocer esa fecha final algo cambiarÃa en tu vida ¿Por qué esperar?
No sé si en la vida del Filósofo quedaron pendientes o palabras por decir, seguramente sÃ, pero tengo la certeza de que cada mañana despertaba agradeciendo la oportunidad de vivir y que todas las horas y minutos buscaba emplearlos en brindarle amor y energÃa positiva a los demás.
Nunca lo escuche criticando a otros y creo que supo aprovechar al máximo su tiempo en este mundo, nadie nos avisa en qué instante es tiempo de abandonar la carrera pero en lo personal quiero retomar su ejemplo y crecer, no limitar mis capacidades, y sacar todo mi potencial. Ramón Durón no tenÃa lÃmites en el aprendizaje, lo mismo podÃa hablar de cultura que de polÃtica, ciencia o tecnologÃa sin perder el sentido de algo superior, de un Dios a quien tenÃa presente en cada actividad.
Constantemente resaltaba de manera chusca cuán importante es la felicidad y buscaba transmitir a los demás que ésta no se encuentra en grandes riquezas, lo más simple puede brindarte las sonrisas más increÃbles.
A partir de ahora no podremos verle ni escucharle, pero prevalecerá su amor, su ejemplo y todas las enseñanzas que a través de libros y conferencias transfirió a cuantos pudo. Si estás leyendo esto date el tiempo de disfrutar y vivir, no esperes más porque la vida da vueltas y giros para los que rara vez estamo
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