joomla visitor
Auditoría
EDITORIAL
Buscar Autor o Artículo

PULSE LA TECLA ENTER
Voces Diario
Banner
459
Banner
Posada del Periodista
Banner
460
Banner
458
Banner
457
Banner
456
Banner
455
Banner


Ver Otros Artículos de Este Autor

Edición 229

Chihuahuizar México

En el marco de la iniciativa de corte militarista, que postulaba hace poco más de tres décadas las fronteras ideológicas, particularmente para el Cono Sur latinoamericano, el general brasileño Joäo Baptista Figueiredo acuñó su propuesta de una democracia sin adjetivos. Con este título fusilado, uno de los “creativos†escritores orgánicos domésticos lanzó un ensayo que se convirtió en libro de cabecera de algunos conspicuos empresarios que -al aliento de la Casa Blanca reaganiana- abandonaron su condición de francotiradores y, afiliados al Partido Acción Nacional, se lanzaron a todo galope al activismo político-electoral.

 

editorial (Small)


Era el periodo en que cierto segmento intelectual metropolitano escapaba de su torre de marfil y, en plan de asesor áulico, viajaba “de ida y vuelta†a Chihuahua, ofreciendo inspiración y trompetas a aquellos que más tarde se autodenominaron Los bárbaros del norte. Derrotado en las elecciones de gobernador de Sinaloa en 1985, el ex líder de la Confederación Patronal de la República Mexicana y del Consejo Coordinador Empresarial, Manuel de Jesús Clouthier del Rincón logró, sin embargo, que, tres años después, el PAN lo nominara candidato a la Presidencia de México. En sus arengas de campaña, el sinaloense convocaba a chihuahuizar México, proclama referida a los movimientos de desobediencia civil que en el norteño estado alcanzaron en esa época su mas alta curva. Dos de los próceres del antipriismo eran entonces los chihuahuenses Luis H. Ãlvarez y Francisco Barrio Terrazas.


Le faltó vida a Clouthier para adivinar significado y significante que, a la vuelta del tiempo, adquiriría -ya con el PAN en la presidencia de la República- su incitación a chihuahuizar México. Lector y recomendador de la Democracia sin adjetivos, el extinto magnate no puede atestiguar hoy que la “democracia†panista se incubó sin adjetivos, aunque algunos ahora la pretendan “cristianaâ€, pero ha sembrado el territorio nacional de objetivos: Los miles de cadáveres que ha cobrado la guerra calderoniana contra el narco. El más alto porcentaje por entidad, precisamente en Chihuahua, y concretamente en Ciudad Juárez.


Cuando, en 1989, el usurpador Carlos Salinas de Gortari, en pago a la “legitimidad de gestión†que le ofreció un año antes el PAN presidido por Luis H. Ãlvarez, le entregó al panismo la gobernación de Baja California, la decisión “del centro†tuvo como trasfondo dividir en dos al país, ensayando en los estados fronterizos del norte la aplicación del modelo neoliberal, en el que, incluso, arrastró a núcleos ejidales al espejismo de economía a escala. Era el inicio de la anexión de aquella región a la economía de los Estados Unidos, que fue sustanciada en el Tratado de Libre Comercio México-Estados Unidos-Canadá, hoy TLCAN, aunque aún subyacen reticencias en El Capitolio a darle carácter de tratado y prefieren el término de simple acuerdo, con otra connotación jurídica.


Ese proceso anexionista se recuerda porque, en las audiencias promovidas en 1993, especialmente en la Cámarala Unión Americana, ponente invitado hubo que advirtió categóricamente (consta en los archivos de la Biblioteca del Congreso) que, entre otras cosas, el proyecto, con la coartada del libre comercio, propiciaría la operación de corredores fronterizos por el de representantes de narco, y señaló expresamente el de Torreón-Ciudad Juárez, en donde los Estados Unidos, previno el expositor, perderían control y soberanía. Menos de dos décadas después, precisamente aquellas metrópolis fronterizas ganaron en un solo fin de semana los espacios mediáticos del mundo con el registro de brutales masacres, generadas por la fallida guerra calderoniana contra el crimen organizado.


No podía faltar la cruel ironía en el desgarrador drama de los juarenses: Mientras que México ha sido chihuahuizado, al presidente Calderón se le ocurrió nombrar a Luis H. Ãlvarez -el prócer de la desobediencia civil de los años ochenta del siglo pasado- coordinador de la acción federal para pacificar aquella frontera, tomada hace tres décadas como territorio piloto para propagar democracia sin adjetivos. Ya ni la burla perdonan.



More articles by this author

EditorialEditorial
EDITORIAL   La esperanza quiebra a la ultraderecha europea EL SENTIMIENTO DE...
Comentarios (0)Add Comment
Escribir comentario
 
 
corto | largo
 

busy
¿Quién está en línea?
Tenemos 623 invitados conectado(s)
Noticias
273 Suplemento
Banner
454
Banner
453
Banner
452
Banner
451
Banner
450
Banner