López Mateos pertenece a esa generación de mexicanos del “desarrollo estabilizador”, salida de las filas revolucionarias que creyeron en México, se inspiraron en los ideales patrios  y sirvieron para engrandecerlo, en vez de saquearlo y traicionarlo.
Sus grandes dotes de estadista y su sensibilidad humana y política propiciaron que durante su mandato, el país creciera dentro de la etapa del “Desarrollo Estabilizador”, que el PIB  alcanzara crecimiento hasta del 8.7 por ciento, con mejoras al trabajador promedio del nueve por ciento anual y una inflación del tres por ciento.
Gran amigo del gremio periodístico y Presidente que se preocupó siempre por el ejercicio de la Libertad de Expresión, el Presidente Adolfo López Mateos sumó, entre sus logros en favor de los trabajadores de la labor informativa, tan necesaria en una auténtica democracia, que los “tundemáquinas” tuviéramos nuestro hogar en el Club de Periodistas de México, al otorgar en comodato, el inmueble de Filomeno Mata 8, del Centro Histórico de la Ciudad de México, donde funciona la “Posada del Periodista”, creada para amparar a los periodistas de avanzada edad.


   Don Adolfo López Mateos, patriota y nacionalista que sumó útiles y trascendentes servicios a México, durante su administración, nació en Atizapán de Zaragoza, Estado de México, el  26 de mayo de 1910. Estudió en el Colegio Francés de la Ciudad de México y en el Instituto Científico y Literario de Toluca. Cursó la carrera de Leyes , bibliotecario y profesor en la Normal de Maestros del Estado de México.
   Destacó en los medios deportivos amateur. Practicó el box, el alpinismo y el excursionismo. En 1926 participó en una excursión a Guatemala. Se distinguió también en la oratoria  en v arios campeonatos nacionales. En 1929 fue delegado  del Partido Socialista del Trabajo a la Convención Antirreleccionista de Aguascalientes  y en el mismo año, participó en la campaña presidencial del licenciado José Vasconcelos.
   Después de ocupar varios cargos de primer importancia en el PRI, López Mateos fue senador en 1946. En representación de México estuvo en  Argentina y en Costa Rica y fue jefe de la delegación mexicana al Consejo Económico y Social de la ONU, en Ginebra.
   En 1957 fue postulado candidato del PRI a la presidencia de la República para el período 1958-1964. Uno de los grandes logros a favor de México y del patrimonio de todos los mexicanos fue, indudablemente, la nacionalización de la industria eléctrica, el  27 de septiembre de 1970, con lo que afianzó la soberanía del país al asegurar, para disfrute de los mexicanos, el recurso energético que es uno de los motores de nuestro desarrollo nacional.
   Tal sólo por este concepto, el paso del Presidente López Mateos adquiere niveles trascendentes y la nacionalización de este recurso, igual que en el caso del petróleo, deben ser objeto de respeto de los gobiernos  que  se sucedan después del encabezado por ALM, en que campeó el nacionalismo, inspirador de dicho período de progreso con  la participación de todos los mexicanos, incluso en los puestos de mando dentro del sistema de desarrollo nacional con sentido social que campeó entonces.


   Otro de los grandes méritos del presidente Adolfo López Mateos realizados de principio a fin de su mandato,  fue el de su política internacional basada en los principios de “No Intervención y Libre Autodeterminación de los pueblos y Solución Pacífica de los Conflictos  entre las Naciones”,  basada en la Doctrina Estrada, de D. Genaro Estrada, quien recogió principios fundamentales de la política internacional sustentada por D. Venustiano Carranza.
   Visitó López Mateos, en jiras de buena voluntad, países de Europa, Sudamérica, así como los Estados Unidos, Canadá,, la India, Japón,  Indonesia y Filipinas. En esta forma, México amplió sus relaciones  a nivel mundial, a partir de un nacionalismo productivo y dispuesto a l relación comercial basado en el respeto a la soberanía nacional y la independencia de los países participantes.
   Dentro de este proceso de acercamiento respetuoso de los derechos soberanos con todas las naciones,  México recibió la visita de los principales estadistas de aquél entonces. Entre ellos, John F. Kennedy, de EU; Charles De Gaulle, de Francia; el premier de la India, Nehrú, etcétera.
   La solidez e los principios de la Doctrina Estrada que está en línea con nuestra razón histórica, como nación invadida,  saqueada, mutiladas, etc., le dio prestigio a México y solidez y congruencia  a su historial. Si nosotros por alguna “razón” anómala, justificáramos o participáramos en la agresión a otra nación, en ese mismo instante caeríamos en contradicción y “justificaríamos”, las agresiones de que hemos sido objeto. A los mexicanos lo que nos obliga es el respeto a los derechos de las naciones, para que no haya más agresiones como las sufridas por nosotros a manos de potencias hegemónicas de todo signo.


La Revolución Mexicana, esencialmente, es reivindicatoria  de los derechos de los trabajadores y los campesinos. En este sentido, el entones presidente de México, Adolfo López Mateos, dio vigencia al sentido social del Movimiento de 1910, con la puesta en vigencia del derecho de los trabajadores a la participación de las utilidades de las empresas.
Todo gobierno que se tenga como representante del pueblo de México, no puede olvidar  la tarea de desarrollo de loa justicia social  ALM, en ese entonces, fue congruente con estos principios.
Para hacerle justicia al trabajador, se procedió a la realización de reformas al Artículo 123 Constitucional, lo que le permitió al obrero y a los trabajadores en general, disfrutar de una prestación que significa un estímulo al esfuerzo realizado durante todo un año. Fue un alivio para la economía hogareña en muchos hogares.


   La obra nacionalista realizada por López Mateos durante su gestión presidencial, tuvo uno de sus grandes logros a favor de los derechos y la soberanía nacional nuestra, con la devolución, de parte de los EU, de la franja conocida como “El Chamizal” que por desviaciones del Río Bravo, había quedado bajo el dominio del vecino país del norte.
   Cabe mencionar que fue el Presidente Benito Juárez, quien inició las gestiones para que fuera devuelta esa porción mexicana, al dominio de México, conforme a derecho.
   El Presidente López Mateos, dentro de su política de Relaciones Exteriores, se preocupó en forma constante por dicha devolución. En aquél entonces,  el Presidente de los EU, John F. Kennedy, mostró buena voluntad para que este asunto quedara resuelto. Las relaciones México-EU, tuvieron un momento feliz.
   La primera reclamación fue hecha el 5 de diciembre de 1866 por orden  del Presidente Juárez, de la cual se dio por enterado el secretario de Estado, norteamericano, William Sekard,, el 9 de enero de 1867. En 1910, con motivo de los conflictos de jurisdicción, se acodó l integración de una comisión de arbitraje. La comisión dio su laudo favorable a México el 15 de junio de 1911. Surgieron diversos criterios sobre el tema y durante las administración de los Presidentes López Mateos y Kennedy, las dificultades quedaron superadas. Fue expedido un comunicado que en su puno 13 indicó el interés de México y EU por  dar solución completa al problema de El Chamizal. El 18 de julio de 1963, los dos Presidentes anunciaron simultánea y oficialmente que se había llegado a una solución completa del problema.
   El 25 de febrero de 1964 tuvo lugar la primer entrevista entre  López Mateos y el Presidente de los EU, Lyndon B. Jonson  en El Chamizal y allí se hizo la entrega simbólica de dicho territorio mexicano. El 28 de octubre de 1967, en nueva entrevista con los Presidentes Gustavo Díaz Ordaz y  L. B. Johnson,  fue realizada la entrega física de la zona -176.92 hectáreas-,  y entró en vigor  el nuevo límite internacional.


   Gran amigo de la clase trabajadora  y de la iniciativa privada, factores de la producción con las que supo mantener, gracias a sus cualidades de estadista y político de  reconocida sensibilidad humana, el Presidente Adolfo López Mateos creó el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estrado ( ISSSTE), con lo cual llena un vacío  que afectaba a los trabajadores del Estrado, en materia de seguridad y previsión, tanto de su salud como de sus  pensiones y jubilaciones.
   López Mateos, excelente orador y estudioso de los temas de México, entre ellos, los que corresponden al ámbito de  la cultura, creó la Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuitos, el 12 de febrero de 1959, con lo cual, a partir de ese sexenio, se  ha dado un gran apoyo a los padres de familia, quienes anteriormente estaban a merced de editores de textos escolares caracterizados por su falta de sentido social.
   Como parte complementaria de los apoyos a la educación básica y a la formación de los mexicanos, a partir de las primeras letras dentro de la enseñanza elemental, López Mateos creó el  sistema de desayunos escolares, cono actividad preponderante dentro del Instituto Nacional de protección a la infancia, , cuya presidenta del patronato correspondiente fue la esposa de ALM, profesora doña Eva Sámano de López Mateos, quien apoyó  la obra de su esposo, ocupándose, precisamente, de la asistencia y los apoyos a la infancia y a los escolares de enseñanza básica.
   En otro orden, López Mateos dispuso las reforma a la Ley Federal Electoral, mismas que dieron origen al sistema de “diputados de partido” que ahora son los llamados “plurinominales” y cuyo número – 200 -, constituye tocar extremos a los que los actuales gobernantes no deberían haber llegado.


   El prestigio alcanzado por México, a través de la política internacional ejercida en base al respeto mutuo  de las naciones, así como al desarrollo interno alcanzado entonces,  fue uno de los motores que impulsaron la edición del Comité Olímpico Internacional para otorgarnos la sede de la XI Olimpiada.
   Más allá de los límites de la meramente político, la designación de México, en cuanto país sede de esa competencia deportiva mundial, constituye todo un reconocimiento de alcance universal, a los logros obtenidos, entre ellos el de la paz y la tranquilidad del país, con la justicia social como instrumento preponderante de la mejoría de la clase trabajadora y del desarrollo en la industria y en el campo.
   En productividad agrícola, alcanzamos la autosuficiencia en producción de alimentos y los excedentes tuvieron acomodo en el mercado internacional de los alimentos.
   Hubo problemas desde luego, porque estos nunca faltan, pero fueron lo menos en relación a la obra de gobierno en general.
Situaciones de conflicto las hubo con el gremio ferrocarrilero, en aquellos años de la “guerra fría” que amenazaba “calentarse”. El Movimiento Revolucionario del Magisterio – MRM -,  encabezado por Otón Salazar, también alcanzó aspectos de controversia, igual que con una parte del sector de  la izquierda a la que perteneció el pintor David Alfaro Siqueiros, quien hubo de pasar varios años tras las rejas, por la aplicación del “delito de disolución social”.


   Antes de fallecer, el 22 de 1969, la  popularidad, es decir, el cariño del pueblo mexicano que conquistó López Mateos durante su administración presidencial, se manifestó con motivo  de su terrible padecimiento que lo llevó a la tumba, un aneurisma  en una vena del cráneo que le provocaba espantosos dolores espantosos dolores durante el desempeño de sus funciones como Jefe de la Nación.
   El público se mantenía atento a los pormenores del desarrollo de la enfermedad. En el exterior de su domicilio particular ubicado en la zona residencial Jardines del pedregal,
   Después de dejar el poder, a partir del 31 de mayo de  1967, López Mateos perdió el conocimiento.  Puede decirse que México estuvo al pendiente de su estado de salud, sin distingo de clase social alguna. Un buen gobernante, como lo fue ALM, gobierna para todos y no únicamente para la gente de su partido. Por este motivo, el sentimiento de dolor y admiración por la obra de la administración de López Mateos, se manifestó lo mismo entre los pobres que entre los ricos, los campesinos los obreros, las amas de casa, etc., más allá del ámbito de lo político. López Mateos dejó de existir, ante la consternación general  de todas las clases sociales mexicanas, el 22 de septiembre de 1969,  ante la impotencia de todo mundo por rescatarlo.

   El Presidente Adolfo López Mateos pertenece al grupo de los grandes mexicanos que han dejado huella en el servicio a los demás. Por tanto, es un ejemplo a seguir. Durante su administración, demostró su  vocación por servir a México, a los mexicanos. Un Presidente tiene, como primera y suprema misión,  servir a sus representados, porque a ellos se les debe el poder que se adquiere. López Mateos procedió asó, por eso es uno de los Jefes del Ejecutivo que en grado supremo conquistara el cariño de toda la gente, a la que sirvió. Borró privilegios y sirvió por igual a todos.
   En  esto radica la grandeza de todo buen gobernante, esto es lo que da la grandeza y estatura moral a quienes han alcanzado el privilegio de gobernar a la nación a que pertenecen.
   Quienes carecen de esta cualidad que caracteriza únicamente, a la gene de nobles sentimientos, procede como lo hizo López Mateos en el ejercicio del poder que le entregó el pueblo.
   En estos tiempos en que  los hombres del poder pertenecientes al clan de la tecnocracia deshumanizada y carente de sentido social, despojan al pueblo de sus derechos, enfrentan a los mexicanos y construyen cárceles y más cárceles para poner tras las rejas a luchadores sociales, recordamos que el presidente López Mateos dijo en una ocasión que “México no debe ser convertido en cárcel de los mexicanos”.
   Los grandes hombres, los grandes Presidentes que hemos tenido, como es el caso de Adolfo López Mateos,  son un ejemplo y una esperanza en estos tiempos en que el que tiene poder se convierte en verdugo del pueblo, impunemente. Gobernantes humanos, patriotas, nacionalistas, están en el mañana de México, cuando del horroroso presente no tenga ya posibilidad de ser, a partir del crecimiento cívico del mexicano.  

 

Manuel Magaña -

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