Edición 391 |
De Adicto a ADICTO
Hogar disfuncional
Empecé a drogarme a los ocho años, comencé a probar, a experimentar, en las reuniones de las familias pues la mayorÃa eran adictos, consumÃan marihuana, pastillas, inhalantes, alcohol.
Creciendo al lado de la droga
Ernesto SalayandÃa GarcÃa
Muchas veces yo llegaba, me sentaba y me pegaba el olor de la marihuana, me hacÃa efecto, empecé a ver cómo consumÃan y veÃa donde dejaban la sustancia, yo les robaba la droga, a la mejor inconscientemente, de ahà me empezó a gustar, después fui creciendo y me di cuenta de la realidad, comencé a ver los problemas que estaban sucediendo en la casa, a ver los pleitos entre la familia, cuando mi mamá le reprochaba a mi papá y veÃa los panchos que mi papá hacÃa, y ahà empezó mi rebeldÃa.
EMPECÉ a rebelarme con ellos, a darme coraje, a darme cuenta de lo que era el problema y me juntaba con personas mayores que yo; en la escuela, iba en tercer grado y me juntaba con los de sexto y les seguÃa el ritmo al irme de pinta con ellos, nos Ãbamos a vagar a otros lados, empezar a hacer maldades, de andar insultando a la gente, entrar a los comercios y robar un dulce, unas papas, cualquier cosa y en esa etapa, llegó el divorcio de mis padres y como que se me cargó más porque mi papá ya no estaba con nosotros ,y asà era porque mi mamá tenÃa que ir a trabajar y ahà empezó mi ingobernabilidad, dejé la escuela porque nadie me cuidaba, en ese proceso, comencé a usar más sustancias, atascándome con los inhalantes, comencé a juntarme con los chavos del barrio que eran mayores que yo, entonces, batallaba para que aceptaran porque yo estaba muy chavalo, y habÃa una cosa que me justificaba de mi problema de adicción, porque habÃa primos, familiares cercanos que también eran adictos, no batallaba para conseguir la sustancia, tener los inhalantes como Resistol.
Ya de ahà empecé a experimentar a consumir más drogas, como marihuana, pastillas, Rivotril, Tafil, Lexotan, cualquier tipo de medicamento controlado, no tenÃa precaución, ya como a los 13 años de edad, comencé con la heroÃna.
La negra, de las más peligrosas
LA PRIMERA sensación con la heroÃna, sentà que tenÃa mucho sueño, me dio mucho vómito, tomaba agua y la vomitaba, fue algo asà como un relajante muy padre, muy sabroso, recuerdo ese sÃntoma cuando la consumÃ, a la vez, me dio miedo el inyectarme porque nunca lo habÃa hecho, no pensé llegar a hacerlo y me gustó la negra, recuerdo que buscaba la manera de comprar, cooperábamos entre tres o cuatro y juntábamos 50 pesos y con cualquier cantidad me hacia el efecto que duraba tres o cuatro horas, comencé a consumir diez rayas de una jeringa de insulina entonces, poco a poco mi cuerpo ya me pedÃa cada vez más sustancia, y ahà fue cuando perdà el control para consumirla.
Fue de todas las sustancias la que más me gustó y sustituà todas las drogas por la heroÃna, luego, fue el tener que mezclar la heroÃna con cocaÃna, el sprit bolo o un licuado con agua y me inyectaba, la quemaba cuando venÃa muy sucia la heroÃna o cuando la cocaÃna era pura marranada para poder limpiarla un poco, el efecto, era sentir como me ponÃa a sudar, me aceleraba el corazón, palpitando al mil y sentirme bien arriba y me bajaba cuando me pegaba la heroÃna, llegó el momento en que de tanto que me inyectaba, ya no me hacÃa tanto efecto, solo buscaba estarme inyectando muy seguido, a cada momento, ya era pura ansiedad lo que me quedaba por andar consumiendo desde los 13 a los 22 años de edad.
Una enfermedad muy cruel
EMPECÉ a robar en mi casa que era lo más fácil, empecé con pequeñas cositas que estuvieran a mi alcance, un anillito pequeño que no se notara, luego fue descaradamente, las planchas, los artÃculos de mi hermana, perfumes, secadora, videocasetera, un aparato de juego, un tanque de gas, ya no tenÃas lÃmite, porque sabÃa que mi familia era endeble y no me iba a denunciar, después, empecé a dañar a la sociedad, a los vecinos, empecé dañando a la gente diciéndoles que tenÃa algo que vender, qué necesitaba dinero, me lo daban y ya no volvÃa.
Tuve que andar en un semáforo, limpiando vidrios, en la calle, el rechazo de la gente es feo, porque ya anda uno muy descuidado fÃsicamente, en el aseo personal, yo no me fijaba como andaba todo sucio con semanas sin bañarme y muchas veces me acercaba para limpiar un vidrio y me daban un peso, claro que me sentÃa mal cuando me decÃan que no, luego prenden los parabrisas o adelantan el carro, me sentÃa mal, cuando mis amigos de la niñez me señalaban, yo me querÃa juntar con ellos, pero me rechazaban porque traÃa otra onda, cuando llegaba a ese grupo me sentÃa muy mal porque se retiraban y me dejaban ahà solo, ellos tenÃan una mentalidad diferente a la mÃa, ellos querÃan estudiar y salir adelante, mientras que yo andaba muy mal, me causaba envidia y resentimiento con todos, por todo y por nada.
Esta enfermedad es de fondos
DESPUÉS DE TENER una casa, una familia, no poderla disfrutar porque ellos me rechazaban me cerraban la puerta porqué sabÃan que les iba a reprochar o hacerlos sentir victimarios de mis problemas y les reprochaba que, por culpa de ellos andaba asÃ, también buscaba la manera de que se compadecieran de mÃ, buscando que me dieran atención, mis cÃrculos de amistades y familiares están cerrados por los daños que yo les habÃa hecho.
La soledad es un fondo muy cruel, porque ni con los adictos podÃa tener contacto por la avaricia de no querer compartir lo que yo traÃa, mi sustancia o mi dinero, no lo querÃa compartir con otros adictos que muchas veces ellos no traÃan para consumir, como muchas veces me humillé pidiendo unas gotas de heroÃna para levantar el ánimo y salir a buscar dinero, en ocasiones sà iba, en otras no, pero me quedaba solo, hubo ocasiones que me inyecté agua para sentir la sensación de que me estaba inyectado droga en mi cuerpo, otro fondo fue cuando llegué al CERESO debido a que me sentenciaron por robo, fue un fondo de miedo, porque afuera me creÃa el poderoso, el muy fiera, pero cuando llego a la cárcel, habÃa más cabrones que yo, y sentÃa miedo de que me fuera a pasar algo, recuerdo que me quitaron mi ropa y todo lo que llevaba, y no reclamé por miedo, mientras que afuera, cuidado el que me hiciera algo, o me dijera algo porque saltaba de inmediato, estuve preso un dÃa, porque era menor de edad, de ahà me trasladaron al Tribunal de Menores, donde duré seis meses, ahà me encuentro con conocidos de la actividad, hago alianzas y empiezo a acercarme y empiezo a buscar respeto, en ese lugar entraban y salÃan sustancias, pastillas, marihuana, tabaco, etc., muchas personas se las ingeniaban para meter las drogas y claro que me iba con los que tenÃan el poder y me unÃa con ellos, hacÃamos desorden y tumbábamos a los que iban llegando, a los nuevos y buscábamos la manera de pilotearlos, de manejarlos a nuestro antojo o chantajearlos, le decÃamos que si no obedecÃan les iba a pasar algo, prácticamente bullying y más con los más jodidos, los más débiles.
La sobredosis es otro de mis fondos, yo empecé a conocer este sÃntoma en recuperación, cuando estaba limpio y que recaÃa, querÃa volver a consumir, otra vez lo mismo, es decir, como me quedé antes de internarme, salÃa y me reventaba, le tronaba, me atascaba y mi cuerpo no aguantada, se manifestaba una sensación muy extraña, como que me estaba yendo en un sueño profundo, lleno de mucha tranquilidad, mucha paz, bien chingona, para mÃ, ha sido lo mejor haber muerto de una sobredosis, y morà como en cuatro ocasiones, me fui en el sueño y perdà el conocimiento, dos veces fui a parar al hospital y ahà despertada todo sacado de onda sin saber nada, hasta que venÃan los médicos y me decÃan que me habÃan aventado de allá afuera o que me habÃan ido a dejar unas personas; siempre que me dio la sobredosis, siempre anduve con alguien, en tres ocasiones me llegaron a revivir inyectándome sal, para cortar el efecto.
Otro de los fondos crudos y reales que vivÃ, fue prostituirme, tuve relaciones con homosexuales a cambio de drogas, muchas veces fue hasta por artÃculos como teléfonos celulares, relojes, ropa, aparatos eléctricos, lo que pudiera yo canjear por sustancia, iniciándome desde los 16 hasta los 22 años que fue cuando le paré, no me causaba culpa, sentÃa placer, porque una persona asà como andaba yo, no podÃa tener contacto con una mujer y cuando me tocaba una mujer, andaba igual que yo, para la chingada.
Es muy fácil iniciar una adicción, lo difÃcil es salir del hoyo
TUVE CINCO PROCESOS de tres meses cada uno, cada recaÃda fue más dura y más fuerte porque ya tenÃa conciencia y conocimiento del programa, me daba cuenta que lo que habÃa aprendido en el tratamiento, era verdad, que ésta enfermedad es incurable, prácticamente no querÃa hacer conciencia, querÃa sentirme más autosuficiente y más poderoso que el programa, me auto engañaba a mà mismo, las drogas me robaron todo, me robaron mi niñez, mi adolescencia, juventud, mi libertad sobre todo, y no entendÃa porque no querÃa entender, me sentÃa como que muy chavalo para que me cortaran el chorro y me quisieran cambiar, he visto morir a infinidad de adictas y adictos, difÃcil de contarlos, pero es un mundo de gente, ahora, celebro doce años limpio.
Perdà la escuela, perdà la oportunidad de vivir una vida normal, el convivir con amigos, el estar cerca de mi familia, el saber que realmente tenÃa una familia que estaba ahÃ, todo eso lo perdà por las drogas.
Tenemos que hacer conciencia de la problemática que estamos viviendo a nuestro alrededor, que nada es fácil, que cada vez la vida va avanzando más en todos los sentidos, que hay más libertad para todo y es donde debemos tener la mente alerta con nuestros hijos, y con nosotros mismos, de buscar ayuda cuando la necesitemos, ya sea en grupo, en pareja, o en lo individual, dejar de culpar a los demás por lo que nos pasa, sino que cada quien agarre su rebanada del pastel, echarle humildad y capacitarnos emocionalmente, trabajar en uno, asistiendo a grupos de autoayuda o cualquier centro de rehabilitación, retiros espirituales, sà funcionan, no rechazar lo que no conoces, sà se puede vivir libre, sin dolor, sin adicciones. Camilo.
Gracias por leerme y más por escribirme. Esta dirección electrónica esta protegida contra spam bots. Necesita activar JavaScript para visualizarla Consulta: montrealquebeclatino.com sigues huella en twitter @teo_luna, búscame en Facebook y WhastApp 614 256 85 20.- Tratamiento ambulatorio para alcohólicos y drogadictos, sin internamiento.
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