Edición 363 |
EL ARTE DE LA GUERRA
Rusia y China
contra el imperio del dólar
Manlio Dinucci
NOS EQUIVOCAMOS CUANDO CREEMOS que cada uno de los actuales conflictos armados es diferente a los demás. Casi todos se insertan en un contexto general que enfrenta al “Imperio Estadounidense de Occidente†con los paÃses del grupo BRICS, que a su vez trata de oponerle “un orden internacional alternativoâ€. Ese enfrentamiento también se plantea en el plano militar y el sector financiero.
UN AMPLIO ARCO DE TENSIONES y conflictos se extiende desde el este de Asia hasta el centro de ese continente, desde el Medio Oriente hasta Europa y desde Ãfrica hasta Latinoamérica. Los “puntos candentes†a lo largo de ese arco intercontinental –como la penÃnsula de Corea, el Mar de China Meridional, Afganistán, Siria, Irak, Irán, Ucrania, Libia, Venezuela y otros– presentan historias y caracterÃsticas geopolÃticas diferentes, pero están al mismo tiempo vinculados a un factor común, que es la estrategia con la que el “Imperio Estadounidense de Occidenteâ€, en declive, trata de impedir el ascenso de nuevos actores estatales y sociales. El temor de Washington resulta comprensible a la luz de los resultados de la cumbre de los paÃses del grupo BRICS (Brasil, Rusia, la India, China y Sudáfrica), celebrada en Xiamen, China, del 3 al 5 de septiembre.
Al expresar “las preocupaciones de los BRICS ante la injusta arquitectura económica y financiera mundial, que no tiene en cuenta el creciente peso de las economÃas emergentesâ€, el presidente Putin subrayó la necesidad de “dejar atrás la dominación excesiva del limitado número de monedas de reservaâ€.
Esto es una clara alusión al dólar estadounidense, que constituye casi dos terceras partes de las reservas monetarias mundiales y es la moneda con la que se determinan los precios del petróleo, del oro y de otras materias primas estratégicas, lo cual permite a Estados Unidos conservar un papel predominante, imprimiendo dólares cuyo valor no se basa en la capacidad económica real de los propios Estados Unidos sino en el hecho que esos dólares se utilizan como moneda mundial. Sin embargo, el yuan chino ingresó hace un año a la canasta de monedas de reserva del Fondo Monetario Internacional –junto al dólar, el euro, el yen y la libra esterlina– y ya PekÃn está a punto de abrir contratos para la compra de petróleo con yuanes convertibles en oro.
Los paÃses del grupo BRICS demandan además la revisión de las cuotas, o sea de la cantidad de votos que se atribuyen a cada paÃs en el Fondo Monetario Internacional (FMI) –Estados Unidos ostenta más del doble del total de los votos que poseen juntos 24 paÃses de Latinoamérica (incluyendo México) y el G7 tiene el triple de votos que los paÃses del BRICS.
Aumentos constantes
Washington observa con creciente preocupación la asociación entre Rusia y China: los intercambios entre esos dos paÃses, que deberÃan alcanzar los 80 000 millones en 2017, van en constante aumento, a la vez que aumentan también los acuerdos de cooperación ruso-china en los sectores energético, agrÃcola, aeronáutico, espacial, asà como en materia de infraestructura. La compra anunciada de un 14% de la compañÃa petrolera rusa Rosneft por parte de una compañÃa china y la entrega pactada con China de 38 000 millones de metros cúbicos de gas ruso a través del nuevo gasoducto Sila Sibiri, que entrará en funcionamiento en 2019, abren el camino hacia el este a la exportación de recursos energéticos rusos, mientras que Estados Unidos se empeña en tratar de bloquearle el camino al oeste, hacia Europa.
Al comprobar que está perdiendo terreno en el plano económico, Estados Unidos no encuentra nada mejor que poner la espada en la balanza, recurriendo a la fuerza militar y a su influencia polÃtica. La presión militar de Estados Unidos en el Mar de China Meridional y en la penÃnsula de Corea, las guerras de Estados Unidos y la OTAN en Afganistán, en el Medio Oriente y en Ãfrica, el espaldarazo de Estados Unidos y la OTAN a Ucrania y su subsiguiente enfrentamiento con Rusia, son parte de la misma estrategia de confrontación mundial contra la asociación ruso-china, cuyo carácter no es sólo económico sino también geopolÃtico.
También es parte de esa estrategia el plan tendiente a torpedear el grupo BRICS desde adentro, trayendo nuevamente al poder las fuerzas de derecha en Brasil y en toda Latinoamérica. Esto quedó confirmado por el comandante del Comando Sur, el general Kurt Tidd, que está preparando contra Venezuela la «opción militar» que mencionaba el presidente Donald Trump. En audiencia ante el Senado de Estados Unidos, el general Tidd acusó a Rusia y China de ejercer una “influencia maligna†en Latinoamérica para hacer avanzar también en ese continente “su visión de un orden internacional alternativoâ€.
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