Edición 336 |
Los términos paterno-maternales son ilimitados, el significado suele ser ajeno a progenituras, la entonación, pues, da tono y claridad -en meandros de lingüÃstica- en renacida claridad de alumbramiento: “Ser a toda madreâ€, es elogio desmesurado de una conducta apreciadÃsima, empero, “Valer madreâ€, es una profunda depreciación del ser.
Mamás mencionadas, sin resquebrajamientos al diez de mayo.
Mamá es substantivo substancial en la dotada luz de su propia redundancia: “Mamá Dolores†es novela y telenovelón; el narrador Félix B. Caignet vendió un titipuchal de tal libro de su autorÃa, donde la negritud llora igualito que el ébano cuando deja correr los sabios lagrimones de su savia; “Mamá Inés†es canción con todo y sabrosa cafeÃna para un insomne meneo en sicalÃpticos repliegues mancomunadamente pegaditos en los rituales del bailongo; “Mamá MarÃa de Jesús†es una de las pudientes sacerdotisas fundadoras sin ficción de la “Nueva Jerusalén†con “Papá Nabor†como eje patriarcal y la suprema lideresa del rezo heterodoxo: “Mamá Salomé†que Arturo Ripstein tradujo fÃlmica en “El evangelio de las maravillas†con Katy Jurado en “Mamá Doritaâ€, sin sacrÃlegas connotaciones de lactancia extemporánea.
Aportaciones presupuestales
aportaciones presupuestales La “Nueva Jerusalénâ€, por cierto, fue recipiendario de abundantes aportaciones presupuestales de gobernadores michoacanos, entre éstos, Fausto Vallejo, motejado ahora “Infausto Pellejoâ€; otra comunidad religiosa singularmente heteroclÃtica: “La Luz del Mundoâ€, fundada por Aarón JoaquÃn, originalmente bautizado Eusebio González, beneficiaria también de ingentes recursos por diversas gubernaturas jaliscienses, desde la de Marcelino GarcÃa Barragán (sÃ, el secretario de Defensa en el ’68), y el reciente virrey Aristóteles Sandoval, pasando por la cercanÃa sin cargo pero cargado con hartos billetes de las arcas públicas de José Hernández Toledo (sÃ, el que condujo los tanques de guerra aquel dos de octubre de don Gustavo Tlatelolco), dinerales del erario dados a cambio de devotos votos para el Partido “Revolucionario†Institucional y misioneros acarreos provistos de oración y de matracas.
Devuelta devueltas las mamás, “Mamá Rosa†-Rosa Verduzco- devino versión femenina del chivo expiatorio espiada y expiada casi al unÃsono por el sombrÃo Murillo Karam, entonces procurador de “Justiciaâ€; “Mamá Jonesâ€, una dama de copiosos almanaques, fue portavoz de movimientos sociales contra la gringuÃsima oligarquÃa; Jesús Flores Magón, hermano del gran Ricardo, quiso utilizar el prestigio de aquella mujer, al ser enviado por el presidente Madero, acompañado por Juan Sarabia y Rodolfo Gallegos (éste se volverÃa cristero), en la tarea de convencer a revolucionarios magonistas de entregar Baja California, el primer triunfo contra la dictadura porfirista y el acontecimiento más calumniado a lo largo del temporal y los tinteros; al fallar en su intentona, don Chucho carteó al ex “cientÃfico†Pablo Macedo: “¡Ya no tengo hermanos!â€
Algunas “Madres†de variada equivalencia
Ya se hizo la exégesis de “Valer madreâ€, sin embargo, con el añadido posesivo de “Me vale madre†la hermenéutica aterriza en sinonimia de “Me importa un comino… o una reverenda tripa de espaguetiâ€; vuelto y devuelto de Jalisco el virreinato…
Emilio González Márquez filosofó socráticamente estentóreo su “¡Me vale madre!â€, frente a una feligresÃa contratada con todo y plañideras; desde la indulgencia de un sonreÃr lo escuchaba el carnal Sandoval Ãñiguez, ya que la emiliana valoración maternal, simbolizaba anuencia y continuidad en un templo destinado a cristeros ya nimbados con aureolotas de neón intensamente platinado, construcción con fondos estatales, pese al protestar de herejes e iconoclastas que no entiende que el estado “laico†es tan sólo anagrama de “lacioâ€, es decir “No hagan olas que me ahogan lo peinadoâ€.
El diminutivo de mamá, “¡Mamacita!â€, resulta superlativo en la admiración de cada curva que hace chocar miradores contra muros y esquinarios; otro hipocorÃstico de similar raÃz, acompañado y atendido por un verbo auxiliar: “Ser una Madrecitaâ€, empequeñece más todavÃa al destinatario, lo achaparra en lo sociológico de una estatura recortada, a lo Swift lo avienta a Liliput, lo liliputea en gentilicio nada gentil.
La ultra madre
Los aumentativos ejercen disÃmbolas declinaciones: “Ser una madrezotaâ€, es lo opuesto a “¡Mamazota!†o azota mi masoquismo con el latiguear de tu pestañeo, contrariamente, la ultra madre aquélla proviene de altura en absoluto agraciada y, peor aún, representa “Mamá grandota†con la única grandeza de un concurridÃsimo burdelito.
La Madre queda exenta de versiones y perversiones de lexicógrafos, es lo más sagrado sin requerimientos de liturgia ni pedestales, por ello, la peor ofensa es dirigir contra alguien el codo en escuadra doblada, como si del bÃceps algún conejo de menta comentada re-saltara; la respuesta contra tal acodamiento posee una maternidad enfurecida: “Madrizaâ€, es decir, la recuperación intacta del origen que un ofensor dispersó en la mentolada deforestación del aserrÃn y los añicos.
“¡En la madre!†es representación de la sorpresa, de lo imprevisible que a ojos vistas se planta y enraÃza, pero “Poner en la madre†no se trata de ser transportado a las bendiciones del regazo, sino ser desmedrado, sin progenitura que salve a la vÃctima de una “Madrina†que no asistió a la pila bautismal.
De papá al papa y de lo papado y a la papada
“¡Qué padre!†es el reconocimiento de algo extraordinario; el machismo es ripio actual y patriarcal: “¡Yo soy tu mero padre!â€, es paternidad impuesta de palabra y cabezazo, al igual que la fértil presunción “Ser padre de más cuatroâ€, en mucho supera cuatrillizos, se trata de “Juan Camaneyâ€, el imbatible comensal de “Acá las tortasâ€.
Ya se apuntó en ASOMBRO SOMBRÃO a “Mamá grandota†coetánea pero no necesariamente pareja de “Papá grandoteâ€, al que seguido se confunde con lenón, cuando en realidad -como acertadamente más de una pluma ha entintado- es el que arrejunta su saudade a otra soledad que le aporta los menesteres del gasto, a fin de que pueda proseguir con el aluvión de los resuellos… y compartir de lo aspirado, aspiraciones diferentes del respiro.
“¡Papas!†sin más acento que tesitura de admiraciones… no es tema paternal ni del Vaticano, tampoco nexo culinario: se refiera a la aceptación de alguna propuesta, el convenio que se sella admirativo, el “¡Ya vas!†que sin ir queda convenido.
Otros papas, tampoco con acento, son jerarquÃa máxima en lo eclesiástico, se les designa herederos de San Pedro; los hay de disÃmbolos rubros históricos, incluidos antipapas, de progenitores feraces al decreto del celibato; de socios de reyes en menesteres de Polakia, a formadores de la inquisición que condena en las hogueras y después santifica en canon que canoniza en los altares, verbigracia, Juana de Arco de “bruja†disuelta en enorme pira, bajo patrocinio de ingleses y de Pierre Cauchon (qué apellido pronunciado igualito que “cochon†en cuya onomatopeya francesa se congregan los que recitan en tocino: Oinc-oinc), apostólico enviado a sellar en envoltorios de chamusquina… a Juana de Arco venerada por diversas geometrÃas ideológicas; los que prepararon condena y quemazón, nimbaron luego las cenizas: “Quemar, qué marâ€, dijo Villaurrutia en el poético solar de una piromancia.
El polÃgrafo colombiano Fernando Vallejo, en su libro “La puta de Babilonaâ€, intentó hacer papilla a un papa haciéndolo “papisa†en sastrerÃa de homofobia; otros, en sacrilegio de jocoque, a pontÃfices han consagrado con la lechera denominación de “Papa Natasâ€.
De regreso a las madres, aunque no caigan en 10 de mayo las canijas salutaciones, al jadeante posesivo de “¡Ay madre mÃa!†se le asocia coral en la bienvenida sacramental de pujido y redención en los colchones.
De muy diferente esencia es el también admirativo “¡Ay mamachita linda!†con que Resortes catapultaba sus oclayos rumbo a la prodigiosa sinuosidad con que la mujer contonea lo terráqueo de un cielo completito.
En la recóndita gramaticalidad de la nada confrontada… rijosos lexicógrafos protestan abismados en el vacÃo con la estruendosa desolación de “¡La madre, qué!†que se parangona con “¡La manga!†sin modisto ni tahúr, pero con la nada hondonada de una naderÃa.
“¡Madres!â€, “¡bolas!â€, “¡sopas!â€â€¦ todo lo que se deriva de una cita madre o de una tácita madrecita.
Esta dirección electrónica esta protegida contra spam bots. Necesita activar JavaScript para visualizarla
More articles by this author
< Prev | Próximo > |
---|