VIOLET JESSOP
La
sobreviviente de la “Clase Olympic”.
ESTA SORPRENDENTE MUJER INGLESA,
nacida en Argentina en 1887, sobrevivió a tres choques y dos naufragios de
buques, los más grandes de su época, uno de los cuales es posiblemente el más
famoso de todos los tiempos.
Violeta Jessop.
NO ES BROMA, SE TRATA de la mujer que sobrevivió a tres colisiones de buques de la clase
Olympic: Titanic, Britanic
y Olympic…
los tres de la compañía “estrella
blanca”. Ella se llamó Violet Jessop
y fue en el primer buque el Olympic camarera, al igual que en el segundo, el
Titanic… en el Britanic era
enfermera.
El buque Olympic, el
primero de aquella clase tuvo una colisión con un buque de guerra que si bien
no lo hundió si lo dañó bastante…
fue la primera experiencia de Violet con choques en el mar.
La segunda vez fue
mucho más terrorífica, tuvo lugar el 14-15 de abril de 1912 cuando el flamante
Titanic chocó con un iceberg y se fue al fondo arrastrando con él a la mayoría
de los tripulantes y pasajeros. Violet,
como parte de la tripulación estaba encargada de guiar a los pasajeros en su
embarque en los botes salvavidas y seguramente habría muerto de no ser porque
uno de los oficiales puso en sus brazos a un bebé abandonado para que lo
cuidara… de esta manera abordó uno
de los botes.
Sobreviviente del Titanic.
Pudo entregar al bebé
a su madre, la cual sólo se lo arrebató sin siquiera darle las gracias. A pesar de estas experiencias Violet
volvió a embarcarse esta vez en el Britanic, el tercer buque de la clase
Olympic, convertido durante la primera guerra mundial en buque-hospital. Para
entonces ella era ya enfermera.
Como si fuera una
maldición personal, el Britanic chocó con una mina en el mar Egeo y se hundió. En esa ocasión fueron pocos los
muertos gracias a que el barco había sido modificado y se le había dotado de
suficientes botes salvavidas. Violet
no se embarcó en uno, luego de ayudar a evacuar a los heridos, saltó al mar
antes de que la nave se hundiera y fue rescatada con ligeros golpes.
La bella y valiente
moza siguió embarcándose a pesar de tantas experiencias desastrosas y a una
edad avanzada, ya siendo una dulce viejecita, murió por causas naturales sin
haber perdido nunca su sentido del humor.
More articles by this author
|