Lunes, 30 de Abril de 2012 16:33 | 
Author: Regino Díaz Redondo | 
| Edición 281 |
Ya basta de trancazos
REGINO DÍAZ REDONDO
MADRID.- A ESTE PAIS LE LLUEVEN LAS DESCALIFICACIONES y nos obligan a pagar el IVA por recibirlas como si fuéramos los culpables del fracaso universal o un antecedente del Apocalipsis. Para muchos de nuestros amigos europeos somos los guardianes del averno y la fábrica de abonos donde se cultivan inmejorables productos que se venden a precios de dumping o, cuando conviene, alcanza valores abusivos.
CRECE UNA FIJACION que se convierte en paradoja. Si el gobierno -sea del color que quiera o pueda- recorta, ajusta, limita el gasto público, malo; no sacia a la clase vampírica de Bruselas. Nuestras debilidades son vistas como una enfermedad endémica por las naciones que se nutren con la sangre de los jóvenes que emigran.
Si apretamos la soga que nos cuelgan en el cuello, nos acusan de exagerados extremistas, espejo de la inestabilidad y portadores del gen del extremismo y de la ineptitud.
En el corazón abierto de nuestra historia se estudia cómo combatir las deformaciones cardiacas y los científicos de la muerte rompen arterias y nos meten el bisturí por todo el cuerpo para averiguar si somos el eslabón perdido.
Los españoles están hartos de tantas agresiones; son vigilados continuamente desde la cúpula de la macroeconomía para que respeten sus axiomas, tabúes, fábulas y dogmas.
Total, España se ha convertido en el pabellón de tiro al blanco que, a juicio de un pequeño grupo de impresentables, navega en un estanque de aguas turbias.
Apunto a continuación algunas de las barbaridades que se lanzan contra la península:
*Sólo son buenos para el flamenco y el vino… el país es campo minado pero propicio para experimentar… insensatos, hombres pequeñitos que gritan mucho… tierra de santos que se arrodillan siempre… fanáticos y aneuríticos… pocos confiables porque se mueven por impulsos y no piensan ni razonan… caterva de insurrectos que se sublevan o esclavizan según soplan el viento.
*Sigan leyendo: personas poco fiables por su ineptitud política y económica… pueblo que no obedece pero no sabe mandar… nido de resignados porque están muertos de miedo… defensores de un honor ya pasado de moda… base de revoltosos que propicia el caos, inconformes y subversivos… tierra de ilusos que ven en castillos medievales a gigantes contra los que se estrellan sus lanzas en un esfuerzo inútil… enajenados irreales personajes con los que se puede jugar y engañar… almas perdidas entre sectas religiosas y misteriosas insondables autarquías seculares… carne de cañón para prácticas de combate… inmaduros porque no entienden que vivimos en un mundo globalizado… etc.
A esta serie de opiniones vertidas por organismos públicos, Estados, financieros y políticos extranjeros, agréguele, para rematar, las siguientes estulticias nacionales que contribuyen a nuestro prestigio:
… el rey pide perdón por matar elefantes para frenar la crisis: diario El Mundo… el rubio que cojea se portó como un señor… un verdadero Jefe de Estado… empresarios y medios de comunicación publican en sus ediciones como noticia principal el safari de Juan Carlos mientras que la bolsa de valores cae hasta niveles del 2009 y el Fondo Mundial para la Naturaleza estudia, sin éxito, si retira la presidencia de honor a su Alteza... Hay que reconocer que la labor de la Corona es el sostén principal de la democracia española. Gracias al rey el país evitó un nuevo caos político… Sólo hay dos precedentes de disculpas reales:
La de Isabel II “por una vez hay lecciones a extraer de la vida de Diana y de la extraordinaria reacción a su muerte”. Y Carlos Gustavo de Suecia que, descubierta su participación en orgías, señaló “lo lamento de verdad…”
¿Entiende usted tantas incongruencias y desatinos?
Por lo visto, todos han perdido la memoria – ahora llamada histórica por su relumbrón fonético – que se remonta a muchos siglos atrás en que los oriundos de estas tierras marcaron rumbos en la cultura, en las batallas contra los imperios y se olvidan de que fuimos y somos navegantes distinguidos, filósofos, escritores y políticos con trascendencia mundial.
Vivimos tiempos de estupidez y mala leche que salpica y acabará por empapar a los que aún se consideran inviolables.
Recuperemos, por favor, parte de la ciencia ficción neorregenerativa con imposibles como estos:
- Hacer que doña Ángela alcance el infierno… revivir el Mar Muerto… reconstruir la nariz de la Esfinge… despertar a la Mujer Dormida… sacarle punta a la pirámide de Teotihuacán... devolver a España el Peñón de Gibraltar… convertir a Felipe Calderón en tacita de té… acabar con el hambre que atenaza a miles de millones… conseguir que los poseedores de grandes fortunas ayuden… creer en la buena fe de George W. Bush y Dick Cheeney… que Marine Le Pen, en Francia, tenga talento… impedir que siete países decidan lo que se hace, o no, en las Naciones Unidas… conseguir que los jeques árabes se democraticen y no se confabulen con los grandes consorcios petroleros internacionales…
¡Y santas pascuas!
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