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Sudán la guerra inminente
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Edición 245

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Sudán

la guerra inminente

JACQUES BOMBARDIER

(Exclusivo para Voces del Periodista)

Una inconclusa guerra de secesión, con más de veinte años de enfrentamientos entre el Norte islámico y el Sur cristiano-animista, han convertido al Sudán en una especie de pieza clave para las complejas estrategias geopolíticas en África y con los intereses de naciones como Estados Unidos, China, el bloque árabe-islámico y la Comunidad Europea, entre otros. Sin embargo, esa guerra y un referéndum separatista a votación, no son más que la mecha encendida de un conflicto, con causas más de fondo, el que parece ya es inevitable y que enfrentará a toda una región clave del continente negro y a grandes potencias del concierto internacional.

 

 

Tan sólo es cuestión de tiempo para que Sudán, nación que por décadas ha vivido bajo la guerra, el hambre, la intolerancia religiosa, el odio étnico, la profunda miseria y los encontrados intereses económicos, militares y políticos de diversas naciones y potencias del continente africano y del mundo, estalle nuevamente en un conflicto de dimensiones mayores y con serios impactos geopolíticos. Tal vez sea enero del 2011, si no sucede algún milagro diplomático y conciliador, el momento en que se reinicien las hostilidades en el escenario sudanés, el que por décadas ha sido regado con sangre y dolor.

 

 

Los antecedentes

 

En 1953, ingleses y egipcios, gobernantes coloniales de Sudán desde 1899, firmaron un acuerdo en Jartum, la capital del país, por el que se otorgaría la total independencia de Sudán en un término de tres años, pero jamás previeron la trascendencia que ese hecho supondría para este país africano con el transcurso del tiempo; en 1955, el gobierno de transición que debía dar paso al nuevo Sudán independiente, comenzó a recibir fuertes presiones por los islamistas radicales del norte, ocasionando que al año siguiente estallara la primera guerra entre el norte y el sur, éste último de mayoría cristiana, resultando un violento conflicto que hundirá en la miseria a todo el Sudán.

 

En 1958 se produce un golpe de estado que llevará al poder al presidente Abboud, quien en 1964 será derrocado por otro golpe de estado, ocasionando una mayor inestabilidad en el de por sí endeble país, situación que será aprovechada en 1969 por John M. De Garang, para constituir en el sur un gobierno rebelde, hecho que reactivó la guerra civil causando la muerte a centenares de miles de personas más. En 1972 con la firma en Addis Abeba, Etiopía, de un acuerdo de paz entre las partes, se logró un alto al fuego y el derecho a la autodeterminación del Sudán del Sur, acuerdo que permitió una calma relativa en el país durante poco más de una década.

 

 

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Sin embargo en 1980 el gobierno democrático de Nimeiri sufrió muchas presiones por parte del llamado Partido Islámico Nacional ( PIN ), presidido por Hassan el-Turabi, lo que produciría una crisis de la que el Sur pretendió aprovecharse al reivindicar la división de esa zona en tres provincias. Ante tal propuesta, el norte reaccionó con la derogación de la autonomía del sur, y en 1983, el polémico y genocida general Omar al-Bashir, presidente del Sudán del Norte, promulgó las “leyes de septiembre” que establecían severos y criminales castigos corporales  que conducirían a un nuevo estallido de guerra civil y el nacimiento del llamado Ejército Popular de Liberación de Sudán o SPLA (por sus siglas en inglés). La situación empeoró en 1989, cuando un golpe de estado instauró un régimen revolucionario islámico en el norte que, en 1991, implantó la “sharia” y agudizó más la guerra. Es precisamente aquí en donde el conflicto adquiere connotaciones religiosas, agravando las pugnas originales por el agua, el petróleo, la tierra y los conflictos étnicos.

 

En el año 2002 hubo conversaciones de paz en Machakos ( cerca de la capital de Kenia ), entre el gobierno de Al-Bashir y el SPLA, las que terminaron con la firma del protocolo de acuerdo de 20 de julio que estableció un alto al fuego, el compromiso de negociar una nueva organización política en Sudán, y un referéndum de autodeterminación. El acuerdo también contenía el compromiso de abrir un período de transición de seis años, durante el cual el sur contaría con un Estatuto de Autonomía y sin la aplicación de la “sharia” en su territorio.

A este acuerdo siguieron la “Ley por la Paz”, Machakos II y Machakos III. En este último, del 18 de noviembre de 2002, se pactó un reparto de las riquezas del país, lo que parecía que Iba a mejorar las cosas entre las partes en pugna; el 9 de enero de 2005 el gobierno de Sudán y los rebeldes del Sur firmaron un Acuerdo de Paz comprometiéndose a finalizar la guerra civil. El acuerdo fue firmado en Nairobi, capital de Kenia, con el vicepresidente sudanés, Ali Osman Mohammed Taha, y el líder del SPLA, John Garang.

 

Mas tarde, el gobierno también firmó la reconciliación con la Alianza Nacional Democrática que pasó a formar parte de la administración, y el 9 de julio Garang juraba el cargo de Vicepresidente del país (sustituido por el actual Salva Kiir, un mes después por fallecimiento de Garang) y se firmaba la nueva Constitución que otorga un elevado grado de autonomía para el sur. Sin embargo, pese a ese acuerdo de reconciliación, el  costoso y sanguinario conflicto de Darfur todavía continúa y el final de esta guerra civil, la más larga de África, amenaza con recrudecerse en el año venidero, pues los islámicos del Norte simple y sencillamente no van a ceder un ápice a las pretensiones sureñas, con y sin la intromisión de las naciones que intervienen en la supuesta lucha “pacificadora”. Es más, Norsudán ya ha movido tropas hacia la franja que les separa del sur. Estados Unidos y sus aliados tampoco cederán en sus pretensiones de control y explotación sobre bienes y riquezas naturales sudanesas, el mundo árabe tampoco cederá en sus intereses

 

 

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La actual situación

 

Esta situación de guerra, hasta ahora, aparentemente de carácter intestino entre el régimen islamista del norte y el movimiento secesionista sureño ( SPLA ). El régimen del norte, liderado aún por Omar Hassan Ahmad al-Bashir, sigue decidido a islamizar a toda la nación, en tanto que el SPLA lucha por la independencia y separación definitiva del sur, que cuenta con una población principalmente cristiana-animista y multiétnica. Por un lado el norte está económicamente más desarrollado, pero cuenta con escasas materias primas y recursos naturales, léase petróleo y agua, cuyos yacimientos claves se encuentran principalmente en el centro del país, en la imaginaria zona fronteriza entre el norte y el sur y, por lo tanto, región disputada por ambas partes en un conflicto ha causado más de dos millones muertos y ha provocado el desplazamiento de 4,4 millones de personas tan sólo en los últimos tres lustros.

 

Sin embargo la situación parece complicarse aún más debido a que los EU han empezado a “mediar” en el conflicto sudanés, promoviendo una serie de conversaciones que han derivado en un conjunto de treguas y acuerdos de libre tránsito de ayuda humanitaria, pero que en el trasfondo están permitiendo la intromisión de los socios naturales de Norteamérica, como son Israel y la Comunidad Europea, además de la participación del poderoso dragón chino, el cual hasta ahora parece navegar de acuerdo con “las estrategias de pacificación” estadounidenses, pero que, tarde que temprano podrían cambiar de dirección a favor de sus intereses comerciales, políticos y de estrategia militar. Esta lectura, basada en la disputa de intereses económicos y militares es la más acertada y la que nos permite pronosticar, sin lugar a dudas, la inminencia de la guerra en esa nación y su extensión a toda la región que incluye diversos intereses de vecinos como Egipto (nación que desde hace muchas décadas tiene reclamos territoriales anexionistas con Sudán, como es el caso de la disputa por el llamado “Triángulo Hala’ib”), República Centro Africana, Chad, República Democrática del Congo, Etiopía, Eritrea, Kenya (la que también tiene disputas por límites fronterizos con Sudán), Libia y Uganda.

 

 

Intolerancia contra independencia y libertades

 

Adicionalmente a la compleja como delicada situación del Sudán que se debate entre la posibilidad inminente de comenzar el 2011 bajo una guerra civil con fuertes repercusiones internacionales, el gobierno de Al-Bashir, un perseguido por la Corte Internacional por genocidio y crímenes de lesa humanidad, sigue aplicando con la sharia, la discriminación abierta y la oculta para con los cristianos, las etnias animistas y los medios de comunicación, emprendiendo una serie de acciones de represión con disidentes políticos, agrupaciones no islámicas y periodistas nacionales y extranjeros.

 

Pruebas de lo anterior son los recientes sucesos como el intento de homicidio en contra del cardenal Gabriel Zubeir Wako por parte de un fundamentalista islámico, denunciado por el obispo de la diócesis de Tombura-Yambio, Eduardo Hiiboro Kussala, quien señaló que cree sobre la existencia de un grupo extremista encargado de atacar a los católicos, relacionado con este hecho delictivo durante un misa en Jartum.

 

Otra prueba es la política de presión y represión contra los medios informativos y la prensa en general, por parte del gobierno sudanés de Al-Bashir. La estrategia, aplicada a través del llamado Servicio de Inteligencia y Seguridad Nacional (SISN), consiste en visitas a instalaciones de los medios, la censura oficial con fundamento en el “Código de honor periodístico” creado por el gobierno del Norte para imponer restricciones “en defensa de los intereses del país”; las acciones han dado como resultado cierre de medios como el Rai al Shaab, la suspensión de las transmisiones de la BBC de Londres, la suspensión de circulación de los diarios en inglés Sudan Tribune y The Citizen, además de obligar a los periodistas a llenar formas informativas sobre sus actividades específicas, datos personales, etc.

 

Otros factores

Sudán también vive actualmente bajo los lamentables sucesos de Darfur, un punto de violencia militar y guerrillera que parece no tener fin, con un altísimo costo en vidas, migraciones, bienes materiales, etc.; una reciente aparición de una fiebre de oro con las clásicas consecuencias de desplazamientos humanos y choque de intereses diversos por el preciado metal; y que decir de las pugnas por la rica región petrolera de Ebey, justo en la franja lmítrofe entre el norte y el sur, zona productiva que ha convertido al país en la tercera potencia petrolera de África, y por ende, el centro del botín sudanés para las potencias internacionales.

 

Ante este panorama de conflictos y desolación, de intolerancia y extrema pobreza, de la injerencia extranjera de las potencias, disfrazadas de buenos samaritanos y oficiosos pacificadores, Sudán es un bomba con la mecha encendida, a la que sólo le falta el último tramo de la falta de voluntad política para que estalle e irradie sus nefastas consecuencias en una amplia zona territorial de África, y tal vez, desde allí, al resto del mundo, pues las ingerencias cada vez son mayores, como son los casos de China, la que por un lado apoya la pacificación multinacional y por otro sigue haciendo negocios con Sudán del Norte, la de Egipto que está aprovechando la situación crítica para llevar agua a su molino en cuanto a sus viejas pretensiones anexionistas, sus reclamos de propiedad del Nilo y su apoyo decidido a la expansión árabe islámica. Allí también están los intereses económicos y estratégicos de Estados Unidos e Israel, así como la parte de la tajada para la Comunidad Europea.

 

El tiempo se agota, el plazo parece cerrarse en enero del año próximo y todo indica que el estallido bélico es inminente, convirtiendo al 2011 en un año de más conflictos, de grandes cambios geopolíticos y de un continente africano con más crisis de las que puede soportar.

 

 

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RECUADRO

Monografía del sudán

 

Localizado en el norte de África, bordeado por el Mar Rojo, entre Egipto y Eritrea, este país tiene una superficie total de 2.5 millones de kilómetros cuadrados, siendo la nación más grande del continente, lo que representa poco más de un cuarto del tamaño de los Estados Unidos.

 

Comparte límites con: la República Central Africana, Chad, la República Democrática del Congo, Egipto, Eritrea, Etiopía, Kenya, Libia y Uganda. Es de clima tropical al sur y desértico al norte, con recursos naturales tales como: petróleo, plata, oro y pequeñas reservas de hierro, cobre, tungsteno, cromo, mica y zinc.

 

Sus principales problemas, además de la guerra interna son la extrema pobreza, la desertificación, el ineficiente abasto de agua potable, las enfermedades, la erosión del suelo, las especies animales en peligro por la caza excesiva y sin control y las fuertes tormentas de arena. Es una nación eminentemente agrícola y con una población superior a los 35 millones de habitantes, con una taza de crecimiento superior al 2.71%, alta mortalidad infantil (70.90/1000) y con una expectativa de vida promedio de 56.4 años. Étnicamente está integrado por 52% de negros, 39% de árabes, &% de etnia Beja, 2% de extranjeros. La religión mayoritaria es la islámica sunita con un 70% (en el norte), 25% de creencias indígenas animistas, 5% de cristianos (la mayoría en el sur y la capital Jartum). La lengua oficial es el árabe, seguida del nubio, la Ta Bedawie y diversos dialectos nilóticos, nilo-hamíticos, lenguas sudanesas e inglés. Más de la mitad de la población total es analfabeta.

 

EL nombre oficial del país es República del Sudán (Jumhuriyat as-Sudan) y en la antigüedad fue la colonia llamada Sudán Anglo-Egipcio. Está conformado por 26 estados y su fecha de independencia se celebra el 1º. De enero, fecha del año 1956 cuando se independizó del Reino Unido y de Egipto. Su sistema legal está basado en el derecho común inglés y la ley islámica.

 

Sus industrias principales son: aceites, jabón, algodón, textiles, cemento, zapatos y algunos derivados del petróleo. Sus productos agrícolas son: cacahuate,  algodón, sorgo, avena, goma arábica, sésamo y ovejas.



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Comentarios (1)Add Comment
0
etienne raiserais
octubre 29, 2010
189.145.122.137
Votos: +0
...

HALÓ DESDE NANCY, FRANCE, EXPLORANDO LA RED ENCONTRÉ ESTA REVISTA Y ESTE ARTÍCULO DE JACQUES BOMBARDIER (ES FRANCÉS O CANADIENSE?)BUENO, ESO NO IMPORTA SI NO LA CALIDAD DEL ARTÍCULO DE FONDO. ME HA PARECIDO TRES BIEN (MUY BIEN), AMENO, INTERESANT. MES MEILLEURS FELICITACIONS AL AUTOR Y A LE MAGAZINE "VOCES DEL PERIODISTA". DISCULPEN MIS FALTAS ORTÓGRÁFICAS EN SPAGNOL, ESPERO IR MEJORANDO UN POCO. A BIENTOT!

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