“Nada en el mundo es más peligroso, que la
ignorancia sincera y la estupidez concienzuda”
Martín Luther King

La peor señal apocalíptica que se puede enviar en cualquier gobierno, monarquía, dictadura, sistema político o parlamento de simulación  democrática, es la pérdida plena del sentido común de las cúpulas del poder, los alardes de cinismo, corrupción premiada con cargos e impunidad y el insulto a la inteligencia de los gobernados.

Es pésima fórmula por pretender mantener los privilegios y hasta el estatus de ilegitimidad -“haiga sido como haiga sido”-, de un minúsculo grupo de insensatos con la criminal estrategia de seguir exprimiendo a la ciudadanía, determinando la creación de tantos impuestos, al extremo de  repetir aquellos ejemplos de insolencia  cuando  el apátrida, traidor, simulador y patológico sexual Antonio López de Santa Anna  se le ocurrió poner impuestos al número de ventanas de las viviendas en obscuras, épocas recicladas de gula recaudatoria del flamante bailarín de Veracruz, para seguir en el festín neoliberal  actual de un modelo económico colapsado, pero que Agustín Cartens y sus amos del norte  pretenden mantener en vida artificial , con el ingenioso impuesto del dos por ciento disfrazado al 15 por ciento del IVA, con el razonamiento estúpido de ser un cobro contra los pobres, que los transformará de la extrema pobreza, marginación y abandono en solventes candidatos a las oportunidades del “recambio” del 2000, que, según el proyecto neo-colonizador planteado por el salinista Carlos Medina Placencia, se extenderá hasta el 2030 .

Al margen de los ridículos montajes de tenebrosos secuestros aéreos con las poderosísimas armas de destrucción masiva, que constituyen dos tremendas latas de Júmex, con los enigmáticos  foquitos (que tanto miedo nos dieran con las películas del “Santo” en aquellos matines de nuestra lejana y cándida infancia), salvados del caos, por el siempre noble, incomprendido y discreto  súper mini  héroe de La Legión de Tongos en Los Pinos que tanto divierten al mundo por su originalidad y drama que ni a Juan Orol podría habérsele ocurrido el libreto, pero que culminó en su ridícula parodia, la cobertura estelar e imágenes “exclusivas” del duopolio televisivo.

La verdadera razón que nos debe preocupar, no es el final de un sexenio espurio a los tres años de su usurpación por Felipe Calderón Hinojosa, después del rotundo fracaso de su torvo Atila Germán Martínez que aplicó las instrucciones de su jefe y fracasaron colosalmente, sino la determinación -sin el mínimo recato a la moral republicana- de pretender realizar cambios en su gobierno fallido, con personajes como el designado procurador general de la República (PGR) Arturo Chávez Chávez, de quien el grito femenino  de ultratumba pidiendo justicia por la galopante impunidad en los crímenes de Ciudad Juárez, es la carta de presentación ante la nación, superando aquella designación de Antonio Lozano Gracia,  pero que la simple recomendación de un lúgubre personaje que siempre aparece en los momentos más sucios de la época y degradación moderna, Diego Fernández de Cevallos los purifica.

Hermosa será la sesión para ser testigos y ver al Poder Legislativo, aprobar el nombramiento (amargo pero necesario para seguir en la ruta de la impunidad concertada) y sellar con mansedumbre su colaboracionismo hasta la ignominia, la respuesta al rechazo que incluso, el grupo de Los Verdes del Parlamento Europeo ha pedido al Senado no ratificar por simple pudor.

Pero las cosas no terminan con esta determinación, siendo la verdadera atrocidad al servicio público y salvaguarda a la impunidad, la designación del nuevo director general de Pemex, Juan José Suárez Coopel, que retorna precedido de todo un grueso expediente de señalamientos de abusos de poder, tráficos de influencias, otorgamiento discrecional de contratos sin respetar los lineamientos de asignación o concurso y la marca de haber sido uno de los artífices del escandaloso modo de operar de los hijos de Marta Sahagún, protegidos en sus transas por el entonces director jurídico de la empresa César Nava, hoy flamante y digno líder de facto del PAN, en sus   intereses y comisiones con la empresa Ocean Mexicana, Blue Marine Tecnology Group y Arrendadora Ocean Mexicana, Oceanografía; todos ellos muy estrechamente vinculados con los negocios de los  Bribiesca (primeros entenados-tepocatas de la nación, el sexenio pasado) y donde bueno sería retomar las investigaciones que el entonces diputado federal  de Convergencia Jesús González Shmall le valieron amenazas de la Dulcinea michoacana, para que no procediera el destape de la cloaca en Pemex.

En la paraestatal la soberanía de los mexicanos sobre el patrimonio de nuestro petróleo está en riesgo y con ello no sólo la independencia energética a corto y mediano plazo, sino la seguridad nacional y cohesión de la patria, pues este nuevo director, es también señalado como el arquitecto para  diseñar, construir y aplicar sin ningún escrúpulo toda la metodología de quiebra operativa y financiera  de Pemex y que de esta manera, el alumno más  avezado  y mezquino de Gil Díaz logre el sueño supremo de Manuel Gómez Morín  y la razón doctrinaria para crear el PAN después de la nacionalización del general Lázaro Cárdenas del Río, que consiste  devuelva nuestra industria petrolera a las transnacionales.

La verdadera guerra contra el patrimonio energético de México está en marcha con la designación de Juan José Suárez Coppel. La verdadera Mafia Petrolera que quiere destruir a la nación está en acción, exige cambios constitucionales retrógrados, miente con respecto a las reservas y mantos petrolíferos y presiona para lograr las denominadas “reformas estructurales” o mejor dicho vil privatización, con la peculiar bendición del ex secretario de Hacienda y Crédito Público, Francisco Gil Díaz que, mucho nos debe en la explicación, clarificación  del  destino final de los multimillonarios excedentes petroleros en el sexenio atracador de Vicente Fox Quesada.

¿Será el también petrolero, ex director de Pemex con Carlos Salinas de Gortari,  el diputado federal plurinominal,  Francisco Rojas Gutiérrez el cómplice ideal para que sea el PRI, el Judas de esta película cíclica de alta traición a la patria y le facilite al PAN cristalizar su entreguista plan 2030 que les aconsejó José María Aznar para reimplantar la monarquía con certificado de “pedigrí” expedido en España ?

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