Lunes, 14 de Septiembre de 2009 10:57 | 
Author: Enrique Castillo Pesado | 
| Edición 218 |
Exposición de Tatiana Ortiz-Rubio
DESPUÉS DE RECORRER nuevamente el Claustro de Sor Juana (léase: Carmen Beatriz López Portillo, presidenta), me dirigí a uno de los salones para observar la obra de la pintora mexicana Tatiana Ortiz-Rubio, quien exhibe sus trabajos por primera vez en México con el título Individuación: Reflexiones, muestra que se inauguró hace unos días.
“Esta misma obra fue expuesta en abril pasado en
Individuación: Reflexiones está integrada por 12 óleos de gran formato cuyo propósito, dice Tatiana Ortiz-Rubio, es “crear un lenguaje que pueda invitar a la gente alcanzar un estado de reflexión acerca de su individualidad”. Por su parte, Carmen Beatriz López Portillo y su hijo Rafael Tovar López Portillo sostuvieron que “esta serie de pinturas examinan la creación de lo individual, la autoexploración y el descubrimiento; cada pintura representa el estado de la mente en el momento de la conciencia, del aprendizaje acerca de nuestra identidad y lo que permite desarrollar y moldear la definición de su propia existencia”.
Tatiana Ortiz Rubio reconoce en su obra tres grandes influencias, sobre todo en los últimos cuatro años: la primera y la más importante es la de la surrealista Remedios Varo, de quien le sorprende su capacidad de producir imágenes y composiciones tan simples y, al mismo tiempo, densas con simbolismos y sentidos, lo que ha hecho que ella explore posibilidades parecidas a su trabajo. En términos técnicos ha sido influenciada por el artista Odd Nerdrum, sobre todo porque le sorprende su riqueza, el uso de las luces y el hecho de que busca alternativas y posibilidades; y últimamente ha explorado, no mucho todavía, a los muralistas mexicanos como David Alfaro Siqueiros y José Clemente Orozco.
Para la joven artista mexicana, “esta muestra es una reflexión sobre las experiencias intelectuales, espirituales y emocionales que contribuyen a la formación de nuestras identidades personales y colectivas. De ahí que sus imágenes sean sutiles, complejas e imponentes, y dejan al espectador con muchas más preguntas que respuestas”.
Su obra presenta el desarrollo de imágenes que reflejan las relaciones dinámicas entre la auto-realización persistente de la identidad y la sensación de pertenencia cultural--familiar que frecuentemente se nos impone. Cada imagen en su serie presenta al espectador un fragmento incompleto de un todo mucho mayor que permanece sin ser realizado. Lentamente, introspectivamente y cuidadosamente Tatiana Ortiz-Rubio teje múltiples enjambres de preguntas que nos invitan a ver “cara a cara” al Dios dentro de cada uno de nosotros; un “Dios” inquieto que eternamente se está creando y recreando.
Tatiana Ortiz Rubio se formó en México, Italia y Estados Unidos. Realizó sus estudios de licenciatura en Historia del Arte y Artes Visuales en 
Summa cum Laude por su desempeño académico y artístico. Forma parte de
Ha trabajado en el Museum of Contemporary Art en San Diego y ha sido voluntaria en la organización ARTS (a Reason to Survive) que se dedica a ayudar, por medio del arte, “a niños que enfrentan distintas problemáticas de vida”. Y hasta la próxima, ¡abur¡
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