Miércoles, 15 de Julio de 2009 17:33 | 
Author: Enrique Castillo Pesado | 
| Edición 214 |
En la parte norte de una pequeña península con forma de casco de caballo, situada en la costa mexicana del océano pacífico se esconde uno de los más bellos y puros rincones paradisíacos de la tierra: Una bahía sorprendentemente aislada y secreta y que fuera una vez guarida de piratas merodeadores, así como también un bello lugar de retiro para princesas, un lugar tan carismático y mágico que para aquellos con suficiente suerte de encontrarlo los atraía apasionadamente con la determinación de regresar y permanecer ahí.
Los empresarios Héctor Alonso Rebaque y Francisco Cano me invitaron a conocer un paraíso protegido o preservado en Zihuatanejo (Guerrero).
Zihuatanejo –ZEE-WAH-TA-NAY-OH-- es la respuesta del cielo en la tierra. Para lograr llegar allí se requiere de todo una travesía en un lugar tan remoto que antes se tomaban hasta 14 horas manejando para llegar desde la ciudad de México a través de caminos sinuosos y terregosos, pero valía la pena, ya que después de un largo viaje la recompensa era satisfactoria. Escondida dentro de una vegetación exuberante se encontraba una aldea completa resguardada de los hambrientos ojos del desarrollo moderno y comercial dejando este paraíso intocable como lo ha sido por siglos preservando su autenticidad con determinación. 
Aún así, el recorrido a Zihuatanejo es algo profundamente personal, solamente aquellos que prefieren dejar pasar de largo la publicidad turística que grita por encima del susurro, solo aquellos que creen en paraísos sobre la tierra escucharán, entenderán y perseguirán los susurros de sus recursos. Aquí encontrarán el lugar de sus sueños –donde la selva sombrea y protege-, el océano no tiene límites y son libres de sumergirse dentro de ellos mismos por un momento.
Protegido de los ojos curiosos e inherentes de otros desarrollos, aquí las celebridades se mezclan con la gente local sin ser molestados. Además este lugar sigue libre de las paredes de concreto y los aldeanos –por llamarles así-, viven como siempre desde sus antepasados dedicados a la pesca y a la agricultura ayudándose unos a otros.
Envuelto en un misterio y medio oculto, Zihuatanejo está protegido de alguna forma, de hecho la gente de aquí cree que toda esta maravilla de la naturaleza se debe a la intervención divina. Sí, hablo del privilegio de un lugar que revela una remembranza de Cristo con sus brazos bien abiertos desde una gran altura.
Oculto en la más remota parte de este lugar está Monte Cristo –tierra prometida que uno debe descubrir y visitar--, y que derrota los caminos salvando sus secretos para aquellos de corazón puro y de libre espíritu. El misterio reposa en sus aguas y a lo largo de sus playas sumamente codiciado por buceadores, pescadores y deporte como el Kayak. Sus caminos a través de la montaña ofrecen juegos naturales y selváticos en donde uno encuentra huellas y claves. Su verdadera historia --sus leyendas, amores y mentiras--, son guardadas por su gente y plasmadas en sus artesanías que se venden en el mercado dándoles vida con sus lenguajes y embebidas por su comida.
Una vez que te encuentras con Zihuatanejo y Monte Cristo, tu alma nunca volverá a estar perdida. Actualmente ya existen casas cuyos valores rebasan varios millones de dólares. Monte Cristo se ubica al lado de Villa Vera—Puerto Mío que es un pequeño hotel de tiempo compartido.
EL MENSAJE EN MONTE CRISTO
La historia del nombre así como la misma propiedad es de alguna manera secreta. Literalmente se traduce como “Montaña de Cristo” teniendo el mismo nombre una isleta italiana localizada a mitad del camino entre Corsica y tierra firme italiana, remota y guardada por el gobierno italiano como parque de reserva nacional para cacería y con acceso solamente para yates privados y con permiso.
Monte Cristo en Zihuatanejo intenta retener el mismo sentido de preservación y perfección como su homologa italiana, aún así no es el único mensaje escondido en este nombre. Zihuatanejo, aquí en sus playas y montes fue revelado su bello secreto cuando se filmó la película de Steven King, “Shawshank Redemption”, en donde la historia del famoso escape de la prisión es una escena que solo algunos recordaran en donde un grupo de prisioneros están discutiendo el libro de “El Conde de Montecristo” (de Alejandro Dumas) y saben que este nombre siendo un alias esconde la verdadera identidad de Edmond Dantes para esconderse y reinventarse como un misterioso y fabulosamente rico aristócrata.
Para Andy Dufresne el protagonista central es “Shawshank”. La historia es una metáfora de la libertad que finalmente encuentra (después de mucho misterio y de sus invenciones) en las costas de Zihuatanejo. Ustedes pueden encontrar el santuario de sus deseos y antojos. “Monte Cristo” la comunidad hablara con algunos y le dirá “vengan y sean ustedes mismos, encuentren su propio paraíso”. “Descubran la libertad gravada de todas las almas”. Y hasta la próxima ¡abur!
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